Roma
Se debatirá en el consistorio de febrero

La reforma de la curia, prácticamente ultimada, confirma el recorte del poder de la Secretaría de Estado

El esquema de la reforma de la curia vaticana que quiere abordar el Papa Francisco se encuentra prácticamente cerrado y se someterá al debate de los cardenales en el consistorio que se celebrará en el mes de febrero. El punto más destacado es la rebaja de competencias de la Secretaría de Estado.


 

Fuentes eclesiásticas vaticanas consultadas por Religión Confidencial destacan que el proyecto de reforma será realmente debatido en el consistorio, una reunión donde los cardenales intervienen con total libertad: hablan todos los que lo solicitan y durante el tiempo necesario, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en el cónclave.

Las opiniones y sugerencias de los cardenales se estudiarán después, de cara a la redacción definitiva de la reforma.

Menos poder para la Secretaría de Estado

De acuerdo con las fuentes consultadas, la línea maestra de la reforma se centra en rebajar el poder, ahora casi total, de la Secretaría de Estado. El objetivo es que deje de ser el organismo que controla y decide sobre todo lo que ocurre en la Santa Sede.

Según el proyecto, quedará más bien sólo para ocuparse de las relaciones de la Santa Sede con los estados: algo así como el 'ministerio de Asuntos Exteriores', frente a la situación actual, en la que el secretario de Estado se había convertido casi en un 'vice Papa'.

La figura de lo que hoy es el sustituto de la Secretaría de Estado tomará importancia porque asumirá las competencias que dejará de tener el secretario de Estado. Se convertirá en algo así como el 'jefe de Gabinete' del Romano Pontífice.

Concentrar congregaciones y consejos

Otras las reformas incluidas en el proyecto se centra en reducir y concentrar congregaciones (actualmente son nueve), pero también propone fundir consejos pontificios (que son doce), sobre todo los que de alguna manera coinciden en sus campos y competencias, como pueden ser los consejos de laicos, emigrantes, agentes sanitarios, cultura...

Igualmente se ha afrontado una reordenación de los distintos tribunales eclesiásticos existentes, es decir, la Penitenciaría Apostólica, la Signatura Apostólica y la Rota Romana, para clarificar funciones y simplificar los procesos.