Entrega de los premios ¡Bravo! a los medios de comunicación

El P. Lombardi reconoce que la Iglesia debe comunicar con fiabilidad, discreción y transparencia

 

La Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) ha entregado hoy los Premios ¡Bravo! 2013, en un acto que ha tenido lugar la sede de la Conferencia Episcopal Española. En nombre de los premiados el P. Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede ha agradecido la distinción, ha invitado a leer la parábola del buen samaritano como la «parábola del buen comunicador» y ha afirmado que «la alegría de proclamar el Evangelio es el espíritu con el que el Papa Francisco nos invita a comunicar»

05/02/14 8:16 PM


(CEE/Agencias) El jurado, reunido en Madrid el 18 de diciembre de 2012, otorgó estos Premios con el fin de «reconocer, por parte de la Iglesia, la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos» (Normas, art.2).

Los Premios ¡BRAVO! 2013 han sido concedidos a :

  • Premio ¡Bravo! Especial al P. FEDERICO LOMBARDI, SJ, Director de la Sala Stampa de la Santa Sede.
  • Premio ¡Bravo! de Prensa a MUNDO CRISTIANO.
  • Premio ¡Bravo! de Radio a IGLESIA NOTICIA de Cope, dirigido por Faustino Catalina y Eva Galvache.
  • Premio ¡Bravo! de Televisión a MASTERCHEF de TVE.
  • Premio ¡Bravo! de Cine a la película «UN DIOS PROHIBIDO».
  • Premio ¡Bravo! de Música a MONTSERRAT CABALLÉ.
  • Premio ¡Bravo! de Publicidad a la CAMPAÑA DE LA ONCE EN SU 75º ANIVERSARIO.
  • Premio ¡Bravo! de Nuevas Tecnologías a la AGENCIA 101.
  • Premio ¡Bravo! al Trabajo Diocesano en Medios de Comunicación Social a ODISUR.

El obispo de Lleida y presidente de la CEMCS, Mons. D. Joan Piris Frígola, ha dirigido un saludo a los asistentes al acto. Ha recordado que con estos Premios pretende agradecer la labor de los comunicadores. «La comunicación debe estar siempre al servicio del bien de los demás. No estamos hechos para nosotros mismos sino para los otros. Sólo a aquellos a los que ofrecemos la verdad, les estamos haciendo más plenamente humanos, porque la humanidad sólo se realiza con la verdad. Y además, ese servicio hace posible la cultura del encuentro, de la que el Papa Francisco habla en su mensaje».

«Quienes os dedicáis a la comunicación - ha subrayado Mons. Piris- en cualquiera de los aspectos que hoy premiamos con los ¡Bravo!, estáis apostando por la dignidad del hombre y la cultura del encuentro. No es una labor pequeña».

Comunicar el Evangelio

En nombre de los premiados ha ofrecido unas palabras de agradecimiento P. Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, quien ha recordado que «el Evangelio es una buena noticia. Todo esto es comunicación. La alegría de proclamar el Evangelio es el espíritu con el que el Papa Francisco nos invita a comunicar». El P. Lombardi ha señalado que es necesario construir una verdadera cultura del encuentro. Los periodistas deben transmitir a los demás «la alegría y la belleza de Dios».

«Este Premio –indicó P. Lombardi- nos dice que vamos por buen camino. Este premio es un reconocimiento con una proyección de futuro: servir a los valores evangélicos».

El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, ha explicado que las exigencias de transparencia «han crecido» en el Vaticano ante la necesidad de informar sobre los casos de abusos sexuales, el robo de documentos confidenciales por parte del mayordomo del Papa (Vatileaks) y la actividad económica del Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como Banco Vaticano.

Concretamente, en cuanto a la cuestión de los abusos, Lombardi ha precisado que la presión de los medios ha contribuido de forma «importante» al impulso hacia una «profunda revisión» de las actitudes comunicativas sobre este tema, sobre los procedimientos en curso y las iniciativas de respuesta y prevención. Ante esta presión, según ha añadido, la Oficina de Prensa se ha comprometido a dar una información «correcta y objetiva».

Además, ha explicado que el segundo área en el que las exigencias de transparencia han crecido ha sido la legalidad en materia económica y financiera, ante la necesidad de un conocimiento «más objetivo de la realidad del IOR y de los balances financieros de la Santa Sede». De esta forma, según ha añadido, se disipa ese «clima de secretismo, incomunicación y sospecha que rodeaba al IOR».

Vatileaks

En cuanto al caso de la filtración de documentos confidenciales por parte del mayordomo de Benedicto XVI, ha indicado que «nunca» imaginó que tendría que gestionar la información periodística de un juicio penal en el Vaticano, incluyendo sentencias, un período de reclusión, hasta la concesión de la gracia por el Papa. Este caso, según ha apuntado Lombardi, generó un «interés grandísimo» y para informar sobre el mismo tuvieron que cooperar directamente con la magistratura vaticana pues la Secretaría de Estado fue «absolutamente discreta» en este punto para no interferir.

Precisamente, ha explicado que la «triste» experiencia del Vatileaks «en cierto modo» le preparó para informar ante la renuncia de Benedicto XVI.

En esta apuesta por la la transparencia, Lombardi ha afirmado que el «impulso» del Papa Francisco ha sido «muy generoso» con su popularidad y sus «poderosos» discursos que propician un clima «más favorable» en la opinión pública, aunque también ha destacado la figura de Benedicto XVI.

Por otra parte, Lombardi se ha opuesto a un «control excesivo» de la comunicación por parte de la Oficina de Prensa pues considera que esta «no debe ser la única fuente comunicación del Vaticano» sino que debe haber «otras voces autorizadas de eclesiásticos». Su ambición, según ha precisado, es que lo que digan en la Oficina de Prensa sea «fiable» y «más seguro que lo que dicen otros», aunque ha añadido que han de ser «cautos» antes de contestar y si han cometido un error, «reconocerlo en el menor tiempo posible», en particular, cuando se crean «malentendidos a causa de rumores o informaciones poco fiables».

Rueda de prensa

A continuación, en una rueda de prensa, el padre Lombardi ha asegurado que la salud de Benedicto XVI es «maravillosa», que tuvo la oportunidad de verle a mediados de enero junto a su hermano durante un concierto y que, a pesar de la «fragilidad» propia de una persona de 88 años, le encontró «muy sereno, tranquilo» y con «la mente perfecta». En este sentido, ha precisado que no tiene información sobre que el Papa Emérito esté escribiendo una autobiografía, pero sí tiene constancia de que escribe cartas.

«La comunicación es en el fondo la vida del mismo Dios trinitario, su revelación en la historia, la misión del Hijo de Dios , que es Palabra de Dios, la misión de la Iglesia a través del tiempo, los continentes y las culturas, porque el Evangelio es buena noticia». Con esta palabras el P. Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, agradeció el Premio Bravo que le ha sido conferido en Madrid por la Conferencia Episcopal Española, en ocasión de la conclusión de la Asamblea de los delegados diocesanos para los medios de comunicación social sobre el tema: «Portavoz y agencias de noticias: unir la institución y el público».

Luego de recalcar que el haber recibido este premio es motivo de honra «por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos», el también Director de Radio Vaticana recordó que «la alegría de anunciar el evangelio, Evangelii Gaudium, es el espíritu con el cual hoy el Papa Francisco nos invita a renovar con entusiasmo la vida de la Iglesia, para comunicar más allá de los confines limitados, para llegar a las periferias no sólo geográficas sino existenciales».

El padre Lombardi recordó además que para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el Papa nos ha invitado a leer la parábola del buen samaritano como la «parábola del buen comunicador». «Porque quien comunica se acerca, se hace cargo de la persona humana que se encuentra en dificultad en el borde de la calle». Por ello – continuó – «nuestra comunicación debe ser aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría, con la perspectiva de construir una verdadera cultura del encuentro». La revolución de los medios de comunicación debe ser «un gran y apasionante desafío que necesita de nuestras energías y nuestra imaginación para transmitir a los otros el gusto de vivir y la belleza de Dios».

Finalmente el portavoz vaticano recalcó que el premio recibido «es un compromiso para el futuro: servir a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos». Cada vez que miraremos el símbolo de este premio en nuestro ambiente de trabajo – concluyó – «nos acordaremos que esta es la misión que estamos llamados a cumplir con todas nuestras fuerzas y nuestro corazón, para ser dignos de nuestra vocación humana y cristiana y de su confianza».