En 48 horas fue interrogado, juzgado y condenado a dos años y medio de cárcel en 2013

Visto para sentencia el caso contra un joven marroquí convertido al cristianismo

 

El Tribunal de Apelación de Fez (centro de Marruecos) dejó visto para sentencia el caso de Mohamed al Biladi, el joven que ya fue condenado a dos años y medio de cárcel en primera instancia tras convertirse al cristianismo. El fiscal reconoció que ningún texto legal criminaliza a nadie por sus convicciones y que no existen pruebas de que el joven haya tratado de propagar sus creencias a otros musulmanes.

06/02/14 5:11 PM


(EFE/InfoCatólica) Idris Hadruki, uno de sus abogados defensores, dijo a Efe que las perspectivas ante la sentencia que se dará a conocer el próximo 13 de febrero son optimistas.

Según Hadruki, el fiscal, en su alegato final, reconoció, por un lado, que ningún texto legal criminaliza a nadie por sus convicciones, y por otro, que no existen pruebas de que el joven haya tratado de propagar sus creencias a otros musulmanes. Sin solicitar una pena concreta, el fiscal se limitó a pedir al juez «que aplique la ley».

El Código Penal marroquí, en su artículo 220, condena a penas de seis meses a tres años a quien «emplee cualquier medio de seducción para quebrantar la fe de un musulmán o tratar de convertirlo a otra religión», pero se aplica con frecuencia sencillamente a los musulmanes que se convierten.

Al Biladi, de 31 años, que no ha renegado de su nueva fe cristiana, sí ha rechazado en todos los interrogatorios, y hoy lo volvió a hacer, que haya tratado de convertir a nuevos fieles al cristianismo.

Los cuatro abogados defensores presentes hoy en la sala insistieron en la ausencia de elementos probatorios y pidieron que se respete la libertad de conciencia, un concepto que no existe en la Constitución marroquí de 2011 pese a que fue debatido en el momento de su redacción. Según Hadruki, la intervención del fiscal hace presagiar una sentencia más benévola que la pronunciada en primera instancia.

A principios de septiembre de 2013, el cristiano Mohamed (que curiosamente no ha cambiado de nombre) fue arrestado en su pueblo, y en solo 48 horas interrogado por la policía, enviado al juez, juzgado y condenado a los dos años y medio de cárcel.

Sin embargo, el escándalo despertado (más internacional que nacional) hizo que el juez lo dejara en libertad provisional mientras se resolvía el nuevo proceso.