Uruguay: marihuana, aborto, «matrimonio» gay, fecundación artificial…

Monseñor Jaime Fuentes: «Estábamos al borde del abismo y dimos cuatro pasos al frente…»

 

El obispo de Minas y presidente de la Comisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal de Uruguay, Jaime Fuentes, afirmó que su país se encuentra «en el ojo de una tormenta ideológica» y que la legalización de la venta y cultivo de marihuana constituye «el último paso del gobierno para instaurar un tipo de sociedad basada en una idea individualista de la libertad, que torpedea en su línea de flotación al matrimonio y la familia».

07/02/14 11:54 AM


(Información/InfoCatólica) Mons. Fuentes explicó las razones por las que entiende que la ley de marihuana «torpedea» a la familia y modifica las pautas culturales del país.

«Si hasta hace dos años estábamos al borde del precipicio en cuanto sociedad -no se olvide que Uruguay fue el primer país de América que legalizó el divorcio en 1907 y la familia está deshecha- ahora se han dado cuatro decididos pasos hacia adelante… En este tiempo se aprobó el aborto, se equipararon las uniones homosexuales con el matrimonio, se legalizó la fecundación artificial y ahora la marihuana», afirmó.

Fuentes considera que entre las cuatro iniciativas mencionadas hay un denominador común. «Estamos en el reino del ‘yo-mi-me-conmigo‘, por así decir, sin ninguna referencia trascendente. Este sustrato ideológico individualista de las leyes mencionadas, afecta profundamente a la educación de nuestros niños y jóvenes. Se les está diciendo que lo más importante es que cada uno sea feliz a su manera, que la verdad del hombre, en definitiva, es lo que cada uno elige. Si se tiene en cuenta que el 80 por ciento de la población uruguaya se educa en la escuela pública, donde no sólo no se imparte ninguna noción religiosa sino que, aunque parezca increíble, está prohibido hablar de Dios, concluiremos en que es necesario un esfuerzo de largo aliento para superar este estado de cosas», afirmó el obispo de Minas.

Fuentes recuerda en la entrevista que previo a la aprobación de la ley que regula el cultivo y la venta de marihuana, las encuestas reflejaban que el 62% de la población estaba en contra de la iniciativa. «Estoy seguro que ahora este porcentaje sigue igual o ha aumentado. Igualmente, la ley promovida por el presidente (José) Mujica siguió su curso, hasta ser aprobada con los votos en contra de todos los integrantes de la oposición. Muchos médicos uruguayos y extranjeros han explicado claramente que la marihuana no solamente daña la salud alterando el funcionamiento cerebral y, por consiguiente, el rendimiento intelectual y físico, sino que lleva al deseo de consumir drogas más fuertes. Creo que no es difícil imaginar las consecuencias que esto traerá, sobre todo, para la gente joven», sostuvo Fuentes.

Consultado sobre cuáles fueron los motivos del gobierno para aprobar la ley, el obispo recordó los argumentos esgrimidos por el presidente Mujica con referencia a lo inútil que ha sido combatir desde lo policial y militar a los narcotraficantes y explicó que el objetivo que se persigue con la ley es quitarle a las organizaciones delictivas el mercado del cannabis.

«Si es el Estado el que produce la marihuana, la comercializa y la vende, los consumidores no tendrán que comprarla en otro sitio y se terminará con el negocio ilegal que tanto daño produce. A mi modo de ver, ese es un planteamiento por lo menos pelagiano, como si el pecado original no existiera, como si no tuviéramos pruebas más que suficientes, en todo el mundo y a lo largo de la historia, de que el Estado está compuesto por hombres y que los hombres pecamos. Por lo demás, también puede llegar a ser un gran negocio cultivar privadamente las plantas de cannabis y después venderlas, la ley permite un determinado número de plantas. ¿Quién va a controlar si tengo 4 o 10 plantas en el fondo de mi casa y si las tengo para consumo propio o para venderla a los turistas? En fin, hay otros argumentos que están diciendo a gritos que la ley de la marihuana traerá daños muy serios», afirmó el obispo al portal especializado de Roma.

Fuentes también recordó la reunión que Mujica mantuvo en Nueva York con el magnate George Soros. «Este señor, conocido financista internacional, dijo que él estaba financiando el ‘experimento‘ uruguayo de legalización de la marihuana… El presidente Mujica dijo entonces que si el ‘experimento‘ salía mal, entonces siempre se podría volver atrás. Cuando lo escuché, enseguida me vino a la mente El aprendiz de brujo… Y algo que es más grave: ¿se puede ‘experimentar‘ con una sociedad, como si estuviera formada por cobayas? Hay en todo esto una concepción materialista del hombre, muy alejada del sentido no solamente cristiano, sino del sentido común», afirmó.

Mons. Fuentes dijo que es necesario «volver a las raíces». Sostuvo que la sociedad uruguaya está «lejos» de lo que la Constitución señala en su artículo 40: ‘La familia es la base de nuestra sociedad. El Estado velará por su estabilidad moral y material, para la mejor formación de los hijos dentro de la sociedad‘. Pienso que todo el trabajo de los políticos será poco para hacerla realidad», dijo.

También consideró que la situación hoy en Uruguay «no es nada distinta de aquella en la que tuvieron que vivir los primeros cristianos» y que sin embargo «con su coherencia, con su ejemplo y con su explicación ganaron».

«Tenemos por delante un trabajo fantástico de formación, para hacer ver la belleza del matrimonio y de la familia, tal como Dios la quiso para la felicidad de las mujeres y los hombres de todos los tiempos. Estamos en el ojo de una tormenta ideológica que pasará, como tantas otras. Pero hay que trabajar y rezar, rezar mucho y trabajar mucho», opinó.