Sufrió desperfectos causados por una tormenta en enero

En marcha las obras de restauración del Cristo Redentor de Río de Janeiro

 

Un equipo de obreros especializados en alpinismo lleva desde el pasado 14 de febrero realizando las obras de recuperación del Cristo Redentor de Río de Janeiro, el monumento más emblemático de Brasil y que fue damnificado por el impacto de varios rayos en enero pasado. Los trabajos de recuperación de la gigante estatua que corona el cerro del Corcovado y que es una de las mayores atracciones turísticas de Río de Janeiro fueron iniciados tras la bendición que el arzobispo de esta ciudad, Mons. Orani Tempesta, le concedió a los alpinistas.

18/02/14 9:17 AM


(Efe) La archidiócesis, propietaria de la estatua, encomendó el trabajo a un grupo de especialistas en alpinismo y rápel para evitar el uso de andamios, ya que las visitas no serán suspendidas mientras duren las obras.

La reforma iniciada, con una duración prevista de cuatro meses, se centrará en las manos y en la cabeza de la estatua, y prevé la ampliación del área cubierta por los pararrayos y una reforma en la parte eléctrica e hidráulica del monumento.

Su costo es de cerca de 2 millones de reales (unos 833.330 dólares) y la inversión será realizada en asociación entre la Archidiócesis de Río de Janeiro y empresas privadas.

Una de las siete maravillas del mundo moderno

El Cristo Redentor, elegido en 2007 una de las siete maravillas del mundo moderno en una votación hecha por internet en todo el mundo, fue alcanzada por un rayo en enero pasado que provocó daños en el tercer dedo de su mano derecha.

Una fotografía de Efe capturó el momento exacto en el que el fenómeno meteorológico impactó en la mano de la escultura entonces, cuando se registró una tormenta eléctrica en Río de Janeiro.

El pasado año otro rayo afectó la misma mano del Cristo, revestido de un material conocido como piedra jabón, por lo que la Archidiócesis ya tenía prevista la remodelación de la escultura.

La estatua, construida en 1931 en la cima del cerro del Corcovado, también es Patrimonio Histórico de Brasil y recibe cada año cerca de 700.000 turistas.