18.02.14

 

Al arzobispo de Tánger, Mons. Santiago Agrelo, le causa gran disgusto el tratamiento informativo que 13TV está dando al conflicto causado en Ceuta por las avalanchas de inmigrantes africanos que quieren entrar en Europa a través de esa frontera española. Hace unos días 15 inmigrantes fallecieron ahogados al intentar llegar a nado a las costas ceutíes. Y se ha creado una gran polémica por el uso de balas de goma por parte de la Guardia Civil contra los que se acercaban de esa manera a territorio español.

Vaya por delante que es inadmisible que la forma de tratar a unos seres humanos que se acercan nadando a una playa sea a tiro limpio, por mucho que el tiro sea con balas de goma. En la necesaria actuación de la Guardia Civil para guardar nuestras fronteras debe darse un principio de proporcionalidad. No se pueden poner en peligro vidas humanas. De todas formas, todo parece indicar que los que se ahogaron no sabían nadar. Y como comprenderán ustedes, si uno se tira al mar sin saber nadar, la responsabilidad máxima de lo que ocurra es suya.

Por otra parte, la gran mayoría de los que critican lo que está ocurriendo casi nunca responden a una pregunta elemental: ¿Debe España abrir sus fronteras a todos los inmigrantes africanos que quieran pasar a nuestro país, sea para quedarse aquí o para ir al resto de Europa? Y no es una pregunta cualquiera. Ahora mismo hay 30.000 personas en Marruecos esperando la menor oportunidad para entrar en Ceuta y Melilla. ¿Qué se supone que debemos hacer con ellos? ¿dejarles entrar? ¿Cuántos miles más, por no decir millones, saldrían a toda velocidad camino de Marruecos para entrar en Europa por esa vía?

Por ejemplo, anteayer entraron en territorio español ciento cincuenta inmigrantes ilegales en el mayor asalto masivo a la valla fronteriza de Melilla de los últimos tiempos. Queda muy bonito hablar de que las fronteras no deberían existir y tal y cual, pero como eso es implanteable, algo habrá que hacer para evitar que media África se pase a vivir a Europa. Y la frontera natural entre ambos continentes es España. Algo menos Italia, aunque de todos es conocido que la isla de Lampedusa, en la que ya han ocurrido terribles tragedias, es lugar de destino de muchos salen de sus países de origen buscando una vida mejor.

Lo ideal es que nadie necesitara salir del continente africano para vivir adecuadamente. Pero eso es como decir que lo ideal es que no hubiera guerras en el mundo, que el hambre dejara de ser una realidad para millones de personas y que en este planeta todo el mundo fuera bueno y santo. Ciertamente Europa puede hacer bastante más de lo que hace para mejorar las condiciones de vida de los africanos, pero no se nos vaya a olvidar lo que dijeron recientemente los obispos del continente. Así dimos la noticia: “Los obispos africanos advierten que la tragedia de Lampedusa es también responsabilidad de su continente”. Cito las palabras de los pastores:

…el drama de la migración, con un número creciente de jóvenes que arriesgan sus vidas para abandonar África, refleja la profundidad del malestar de un continente en el que hay fuertes resistencias a asegurar a su gente el trabajo, la educación y la salud

Y:

Después de más de 50 años de independencia, África sigue luchando con la violencia sin fin, los grupos armados ilegales siguen amenazando la seguridad de la población y sus bienes, que a su vez conduce a la huida de la gente, como en el caso del incidente de Lampedusa

¿Qué se supone que debe hacer Europa, y de paso el resto del mundo? ¿volver a colonizar África en vista de que muchos de sus gobiernos son corruptos y/o incapaces de llevar la prosperidad y la seguridad a sus pueblos? ¿es esa la solución? Y si no lo es, ¿qué hacemos? ¿lo mismo que se hizo cuando la masacre entre hutus y tutsis? ¿mirar para otro lado?

Cuestión aparte es lo de 13TV. Lo que Mons. Agrelo -arzobispo de Tánger pero español- ha dicho públicamente lo dicen sotto voce obispos españoles. No sé si muchos, pero sí unos cuantos. Y no solo en relación al tema de la inmigración. Hay prelados que no están conformes con ese modelo de televisión. No descarto que lo hablen en la próxima Plenaria, que tendrá lugar dentro de unas semanas. Se va a elegir nueva directiva de la Conferencia Episcopal. Lo mismo algunos obispos plantean qué se hace con ese canal de televisión.

No es que los vea mucho, pero creo que sus informativos y sus programas de tertulias no son muy diferentes a los del resto de televisiones generalistas de España. No tiene nada de particular pedir una presencia más activa de voces autorizadas de la Iglesia en debates sobre temas en los que la postura católica necesita ser expuesta con claridad y conforme a la doctrina y moral que profesamos. Porque de no ser así, es lógico que muchos se pregunten para qué quieren los obispos tener un canal de televisión que haga lo mismo que hacen otros, sin dar voz al evangelio en medio de la actualidad de nuestro país. No basta con tener una programación religiosa que acompañe al resto de programas. 13TV ha de ser católica, o al menos que cuente con presencia católica, en todo lo que emita.

Luis Fernando Pérez Bustamante