CARTA DEL OBISPO

DESPUÉS DE LA VISITA AD LÍMINA

Experiencia gozosa de comunión eclesial

 

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SANTANDER | 11.03.2014


            Queridos  diocesanos:

            Antes de realizar la visita ad Límina Apostolorum escribía una breve carta a toda la Diócesis de Santander, explicando la naturaleza de dicha visita  y pidiendo una oración de todos los diocesanos por el fruto de la visita. En esta sencilla carta pastoral quiero contaros mis vivencias e impresiones, a modo de crónica, una vez concluida.

            Mi encuentro con el Santo Padre Francisco, en unión con los obispos de las provincias eclesiásticas de Santiago de Compostela y Oviedo, fue el lunes, día 3 de marzo, en su biblioteca particular en el Palacio Apostólico, al día siguiente de mi llegada a Roma. Después de los saludos fraternos, y del intercambio de regalos, tuve ocasión de presentarle también  a mi Secretario particular, D. José Ramón Cavada Díez, que le saludó con emoción y afecto entrañable. El regalo al Santo Padre fue un ejemplar del Beato de Liébana.

            A continuación, el Santo Padre nos concedió una audiencia a los once obispos de las mencionadas provincias eclesiásticas. Como Obispo de Santander le expresé el afecto filial y fraterno de toda la Diócesis y le aseguré la oración de nuestra Diócesis por todas sus intenciones. El Papa se interesó mucho por la situación de la Diócesis.

            La audiencia duró hora y media. Transcurrió en un clima de gran sencillez y confianza. Era el encuentro de unos obispos con su hermano mayor, el Obispo de Roma y Sucesor de los Apóstoles. Le expusimos nuestros gozos y preocupaciones sobre la situación de nuestras Diócesis. Se interesó mucho por los sacerdotes, especialmente por los mayores y ancianos; compartió con nosotros la preocupación por el Seminario y las vocaciones sacerdotales; le agradecimos la convocatoria de un año especial para la Vida Consagrada, que se celebrará en el 2015; nos pidió que rezáramos mucho por los matrimonios y las familias y por los dos Sínodos, que se van a celebrar sobre la familia. Nos describió cómo debe ser el perfil de los obispos: quiere que seamos ante todo pastores buenos y con entrañas de misericordia en medio de nuestro pueblo. Manifestó su viva preocupación por España, especialmente por la crisis económica y social y por el número tan elevado de paro entre los jóvenes.

            La audiencia fue un momento de gracia y bendición, en un clima de cercanía y calor de cenáculo en presencia del  Sucesor de Pedro que dialoga con sus hermanos los Obispos, que son Sucesores de los Apóstoles. Al final nos pidió que transmitiéramos su saludo a todos los diocesanos, dirigió el rezo del ángelus y nos impartió la bendición apostólica.

            Esa misma mañana, después de la audiencia particular, nos volvimos a encontrar con el Santo Padre en la audiencia general, que concedió a todos los Obispos de la Conferencia Episcopal Española, en la sala del Consistorio en los Palacios Apostólicos. Nos entregó un discurso, que es un bello texto, del que se han hecho eco los Medios de Comunicación Social y que se publicará en nuestro Boletín Oficial del Obispado.

            Mis visitas a las Congregaciones Romanas y a los distintos Dicasterios de la Santa Sede, en unión con mis hermanos obispos, transcurrieron según el programa establecido: breve presentación de la situación en cada campo pastoral; orientaciones pastorales y prácticas de cada Dicasterio Romano y diálogo abierto. He visitado las Congregaciones de los Obispos, de la Doctrina de la Fe, de las Causas de los Santos, del Clero, de los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos. También he visitado el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización y el Pontificio Consejo de los Laicos.

            Hemos celebrado la Eucaristía junto a los sepulcros de San Pedro y San Pablo, momento central de la Visita ad Límina Apostolorum y hemos profesado el Credo de los Apóstoles. He celebrado también la Eucaristía en la capilla Clementina de la Basílica de San Pedro y en la Basílica de Santa María La Mayor tan vinculada a España.

            Además, el miércoles, día 5 de marzo, participé en la Audiencia General de la Plaza de San Pedro, en unión con el Sr. Director de Popular Televisión de Cantabria, que saludó al Santo Padre, de la Sra. Directora del Programa Caminando que es Iglesia, y de todos los profesionales, que trabajan en este medio televisivo de nuestra Diócesis, que estuvieron en lugar preferente y fueron citados expresamente en el saludo inicial de todos los participantes en la Audiencia. En dicha audiencia general del miércoles participó también nuestro Delegado Diocesano de Medios de Comunicación Social. Fue una mañana llena de emociones vivas  y de recuerdos entrañables.

            La semana del 3 al 8 de marzo ha sido una expresión de colegialidad de los Obispos con el Cabeza del Colegio, el Papa Francisco y un ejercicio de comunión de nuestra Iglesia Particular de Santander, que peregrina en Cantabria y en el Valle de Mena con la Cátedra de Pedro, principio de unidad en la misma fe.

            Finalmente, os comunico que esta visita ad Límina me ha fortalecido más en la fe y en el amor a la Iglesia y al Papa. Me he sentido en el corazón de la Iglesia y he regresado a al Diócesis más esperanzado y dispuesto a seguir ejerciendo mi ministerio episcopal entre vosotros según reza mi lema movido por el amoris officium, urgido por la caridad pastoral.

            Con mi afecto de siempre, gratitud y bendición,

 

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander