ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 09 de marzo de 2014

La frase del día

Cuanto más tentado te veas, sábete que eres más amado.

Francisco de Asís

 


El papa Francisco

El Papa en el ángelus pide oraciones por él y la curia que parten de retiro espiritual
La palabra de Dios nos da fuerza para rechazar la mentalidad mundana que hace perder el hambre de lo verdadero, bueno y bello: el hambre de Dios y de su amor

Santa Sede

El papa Francisco partió en pullman para los ejercicios espirituales
Se realizan a pocos kilómetros de Roma, por primera vez en la historia fuera del Vaticano. Duran hasta el viernes 14

Mirada al mundo

Habrían sido liberadas las monjas secuestradas en Malula
Más de tres meses de cautiverio. Habrían sido cambiadas por 153 rebeldes islamistas encarcelados

Dos cardenales latinoamericanos para el Consejo de Economía del Vaticano
Desde Perú el cardenal Cipriani declara: 'Es una muestra de confianza y un motivo de servicio'

Espiritualidad

Santo Domingo Savio
«Este dechado de inocencia evangélica, que se sintió cobijado por la ternura de María, fue un insigne discípulo de Don Bosco. No escatimó esfuerzo alguno para conquistar la santidad que anhelaba antes de morir a temprana edad»


El papa Francisco


El Papa en el ángelus pide oraciones por él y la curia que parten de retiro espiritual
La palabra de Dios nos da fuerza para rechazar la mentalidad mundana que hace perder el hambre de lo verdadero, bueno y bello: el hambre de Dios y de su amor

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 09 de marzo de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco recitó en el Vaticano en este domingo de sol, la oración del ángelus, delante de una plaza de San Pedro abarrotada de fieles y peregrinos. Al iniciar dirigió las siguientes palabras:

«Queridos hermanos y hermanas el evangelio del primer domingo de cuaresma presenta cada año el episodio de la tentación de Jesús, cuando el Espíritu Santo descendió sobre él después del Bautismo en el Jordán, y lo llevó a enfrentar abiertamente a Satanás en el desierto por 40 días antes de iniciar su misión pública.

El tentador intenta desviar a Jesús del proyecto del Padre, o sea de la vía del sacrificio, del amor que ofrece a sí mismo en expiación, para hacerle tomar un camino fácil, de éxito y de potencia. El duelo entre Jesús y Satanás se realiza a fuerza de citaciones de la sagrada escritura. El diablo de hecho, para desviar a Jesús de la vía de la cruz le propone falsas experiencias mesiánicas: el bienestar económico, indicado por la posibilidad de transformar las piedras en pan; el estilo espectacular y milagrero, con la idea de arrojarse al vacío desde el punto más alto del templo de Jerusalén para hacerse salvar por los ángeles; y al final el atajo del poder y del dominio en cambio de adorar a Satanás.

Son tres grupos de tentaciones, también nosotros las conocemos bien. Jesús rechaza con decisión todas estas tentaciones y reitera la firme voluntad de seguir el camino establecido por el Padre, sin ningún compromiso con el pecado y con la lógica del mundo.

Noten bien como responde Jesús. Él no dialoga con Satanás como había hecho Eva en el paraíso terrenal. Jesús sabe bien que con Satanás no se puede dialogar, como había hecho Eva, y elige refugiarse en la palabra de Dios, y responde con la fuerza de esta palabra.

Recordémos ésto en el momento de la tentación, de nuestras tentaciones. No argumentar con Satanás, sino defendersesiempre non la palabra de Dios, y ésto nos salvará.

En sus respuestas a Satanás, el Señor usando la palabras de Dios nos recuerda antes todo que “no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca del Dios”.

Esto nos da fuerza y nos sostiene en la lucha contra la mentalidad mundana que reduce al hombre al nivel de necesidades primarias, haciéndole perder el hambre de lo que es verdadero, bueno y bello: el hambre de Dios y de su amor.

Recuerda además que está escrito también: 'No tentarás a tu Dios y Señor”. Porque el camino de la fe pasa también a través de la oscuridad, de la duda, y se nutre de paciencia y de espera perseverante. El Señor Jesús al final recuerda que está escrito: 'Adorarás al Señor, tu Dios: a él solamente rendirás culto'. O sea, tenemos que deshacernos de los ídolos, de las cosas vanas y construir nuestra vida sobre lo esencial.

Estas palabras de Jesús encontrarán después confirmación en sus acciones. Su absoluta fidelidad al diseño del amor del Padre lo conducirá después de aproximadamente tres años al enfrentamiento final con el 'príncipe de este mundo' en la hora de la pasión de la cruz, y allí Jesús tendrá su victoria definitiva, ¡la victoria del amor!

Queridos hermanos, el tiempo de la cuaresma es una ocasión propicia para todos nosotros, para realizar un camino de conversión, interrogándonos sinceramente ante esta página del evangelio.

Renovemos las promesas de nuestro bautismo: renunciamos a Satanás y a todas sus obras y seducciones -porque él es un seductor-, para caminar en los senderos de Dios y 'llegar a la pascua en la alegría del Espíritu'».

El papa Francisco entonces rezó el ángelus y al concluir dirigió los siguientes saludos:

«Dirijo un cordial saludo a los fieles de Roma y a todos los peregrinos. Saludo a los grupos parroquiales que llegan de Biella y Vercelli, de Laura Paestum, San Marziano, Aosta Latina, Avellino y Pachino. Saludo al “Colegio Santa María” de Elche, España.

Un pensamiento especial dirijo a los jóvenes de Rosolina, que el próximo domingo recibirán la Confirmación, y a los de Toscana que harán en Roma la 'promesa' de seguir a Jesús; y a los de Paderno Duragnano, Seregno, Bellaria y Curno. Saludo también a los papás y niños de Cabiate.

Durante esta cuaresma tengamos presentes la invitación de la Caritas Internacional contra el hambre en el mundo.

Les deseo a todos que el camino de la cuaresma iniciado hace poco sea fructífero, y les pido a ustedes que se acuerden de mi en la oración y de mis colaboradores de la curia romana, que esta tarde iniciaremos la semana de ejercicios espirituales. Gracias».

«Y concluyó con su ya famoso saludo: “¡Buona domenica e buon pranzo. Arrivederci!»

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Santa Sede


El papa Francisco partió en pullman para los ejercicios espirituales
Se realizan a pocos kilómetros de Roma, por primera vez en la historia fuera del Vaticano. Duran hasta el viernes 14

Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, 09 de marzo de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco con otros ochenta religiosos entre cardenales, obispos y sacerdotes viajó en autobús a la localidad de Ariccia, a unos 30 kilómetros del Vaticano, para realizar con la curia romana los ejercicios espirituales. Los dos autobuses que partieron del Vaticano llegaron a la residencia de los paulinos, “Casa Divin Maestro” poco antes de las 17 horas.

Los mismos que durarán hasta el viernes 14 de marzo y serán predicados por el párroco Angelo de Donatis, de la iglesia céntrica romana San Marco Evangelista. El tema de los ejercicios espirituales es “La purificación del corazón”. El programa de este domingo inició a las 18 horas con la oración de las vísperas, una meditación y la adoración eucarística.

Es la primera vez que los ejercicios espirituales se realizan fuera del Vaticano, y ha sido una decisión del papa Francisco, para permitir así a los participantes estar lejos de las actividades habituales. Todos los años los papas han participado en retiros espirituales en esta época del año, pero dentro del Vaticano. Cada uno de los participantes, según informó la RAI, se pagarán los gastos del retiro de su propio bolsillo.

El primer aniversario de la elección del papa Francisco por lo tanto será en el silencio de los ejercicios espirituales.

Las jornadas del retiro inician todos los días con la santa misa a las 7,30 de la mañana y hay dos meditaciones a partir de las 9,30. Por la tarde a las 16 se rezan las vísperas, seguida a las 18 horas por una adoración del Santísimo Sacramento, según informó la Radio Vaticano.

El viernes por la mañana es el regreso hacia el Vaticano, y durante esta semana quedan suspendidas todas las audiencias, incluida la del próximo miércoles. 

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Mirada al mundo


Habrían sido liberadas las monjas secuestradas en Malula
Más de tres meses de cautiverio. Habrían sido cambiadas por 153 rebeldes islamistas encarcelados

Por H. Sergio Mora

ROMA, 09 de marzo de 2014 (Zenit.org) - Doce monjas que había sido secuestradas hace más de tres meses en la ciudad siria de Malula habrían sido liberadas según indican diversos medios informativos y enBeirut fuentes religiosas al portal de noticias libanés Naharnet.

No está claro dónde se encuentren las monjas en este momento, y sedesconoce si se ha pagado rescate por las mismas, aunque según fuentes de seguridad habrían liberado a153 prisioneros del Frente Al Nusra, un grupo miliciano afín a Al Qaeda, según fuentes de seguridad a Sky News Arabia.

Las monjas fueron secuestradas cuando rebeldes islamistas tomaron el 3 de diciembre pasado la ciudad de Malula. El papa Francisco en la audiencia del miércoles siguiente pidió:"Recemos por las monjas del Monasterio greco-ortodoxo de San Tecla en Malula, en Siria, que hace dos días fueron llevadas a la fuerza por hombres armados. Rezamos por estas monjas, estas hermanas y por todas las personas secuestradas a causa del conflicto en curso. Continuamos rezando y trabajando junto por la paz", dijo.  Y todos los presentes, junto a Francisco, han rezado un Ave María.

Según los insurgentes se trató de la “evacuación de los habitantes hacia otras partes de la zona de Al Qalamun, entre ellas Yabrud” debido, dijeron, “al temor a que el régimen perpetre cualquier acto para implicar a los revolucionarios”.

Según el obispo greco-ortodoxo Louka al Jury "los logros del Ejército en Yabrud facilitaron su liberación".

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Dos cardenales latinoamericanos para el Consejo de Economía del Vaticano
Desde Perú el cardenal Cipriani declara: 'Es una muestra de confianza y un motivo de servicio'

Por H. Sergio Mora

ROMA, 09 de marzo de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco nombró ocho purpurados para el Consejo de Economía de la Santa Sede, de los cuales dos son latinoamericanos: los cardenales Juan Luis Cipriani, de Perú; y Norberto Rivera, de México. El nombramiento fue dado a conocer ayer por la Oficina de prensa de la Santa Sede.

El cardenal Cipriani declaró ayer en Lima, en el programa 'Dialogo de la Fe, que "el nombramiento es una muestra de confianza y es un motivo de servicio. Me alegra mucho colaborar con el Papa. Les pido a ustedes sus oraciones y agradezco la confianza que el Papa una vez más a puesto en mí, y ello supone más trabajo". Y el arzobispo de Lima subrayó "que el Santo Padre está dando al mundo un gran ejemplo de sencillez, cercanía y transparencia".

El Cardenal Juan Luis Cipriani también relató que durante su estancia en Roma, estuvo viviendo en la Residencia de Santa Marta, en el mismo lugar donde reside el Papa Francisco, donde compartió momentos de cercanía con el Santo Padre.

El Consejo de Economía que instituyó el Santo Padre tiene como función "ofrecer orientaciones sobre la gestión económica y vigilar las estructuras y las actividades administrativas y financieras de los dicasterios de la Curia Romana y de las instituciones de la Santa Sede". Lo hizo con el motu proprio “Fidelis dispensator et Prudens”, publicado el pasado 24 de febrero, en donde indica que el Consejo estará compuesto por 15 miembros, 8 de los cuales serán "elegidos entre los cardenales y los obispos" y los otros 7 "son expertos laicos de varias nacionalidades, con competencias financieras y reconocida profesionalidad".

En el mismo documento el papa instituye además la Secretaría de Economía, o sea el ministerio del economía del Vaticano, y a dos órganos de control: el Consejo Economía del que acaba de nombrar a los ocho cardenales, yun Revisor general.

Los ocho cardenales y obispos son:

Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Frisinga (coordinador); Juan Luis Cipriani Thorne, arzobispo de Lima; Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston; Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban; Jean-Pierre Ricard, arzobispo de Burdeos; Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México; John Tong Hon, obispo de Hong Kong; Agostino Vallini, vicario general de Su Santidad para la diócesis de Roma.

Y los siete expertos:

Joseph F.X. Zahra, Malta (vicecoordinador); Jean-Baptiste de Franssu, Francia; John Kyle, Canadá; Enrique Llano Cueto, España; Jochen Messemer, Alemania; Francesco Vermiglio, Italia; George Yeo, Singapur.

Siguiendo las indicaciones del motu proprio, los miembros designados provienen de diferentes áreas geográficas, un hecho que refleja la universalidad de la Iglesia.

La primera reunión del Consejo está programada para el mes de mayo.

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Espiritualidad


Santo Domingo Savio
«Este dechado de inocencia evangélica, que se sintió cobijado por la ternura de María, fue un insigne discípulo de Don Bosco. No escatimó esfuerzo alguno para conquistar la santidad que anhelaba antes de morir a temprana edad»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 09 de marzo de 2014 (Zenit.org) -  Modelo para la infancia y la adolescencia, este dechado de inocencia evangélica nació en Riva de Chieri, Italia, el 2 de abril de 1842. Al año siguiente toda la familia se trasladó a las colinas de Murialdo. El día de su primera comunión, realizada en Castelnuovo en 1849, arrodillado ante el altar se propuso: 1. Me confesaré muy a menudo y recibiré la Sagrada Comunión siempre que el confesor me lo permita. 2. Quiero santificar los días de fiesta. 3. Mis amigos serán Jesús y María. 4. Antes morir que pecar». Resumen su vida.

En 1854 conoció a Don Bosco, su guía y rector hacia el camino de la santidad. Fue con él a Turín integrándose en el Oratorio. En el dintel de la puerta de su cuarto el fundador había colgado esta consigna: «¡Denme almas, y llévense lo demás!». Después de leerlo, Domingo le dijo: «Don Bosco, aquí se trata de un negocio, la salvación de las almas. Pues bien, yo seré la tela y usted será el sastre. Haga de mí un hermoso traje para el Señor». Sabía que estaba en el lugar en el que cumpliría su más ferviente anhelo: «¡Yo quiero hacerme santo!», aunque su camino hacia los altares había comenzado ya con una presencia de Dios constante en su mente y actos cotidianos de amor.

No consentía comer sí no se rezaba antes. Era el primero en acudir a la iglesia los domingos. Y si hallaba el templo cerrado, rezaba en el umbral, hincado de rodillas al margen de las crudas inclemencias meteorológicas que pudieran darse. Disfrutaba siendo monaguillo y todos podían advertir su fervor ante al Santísimo; los gestos delataban su estado de recogimiento, con las manos juntas y los ojos clavados en el sagrario. Con espíritu de sacrificio recorría todos los días 18 km. a pie para ir a la escuela. Hasta su tío, impresionado, le preguntó: «¿No tienes miedo de ir solo?». Rotundo y cabal, respondió: «Yo no estoy solo; me acompaña el Ángel de la Guarda». Sufría con solo pensar en una eventual ofensa a Cristo, y no podía contener sus lágrimas. Buscando siempre lo más perfecto, y arrepentido de haber faltado a clase en una ocasión, incitado por sus amigos, buscó la amistad de Jesús y de María.

En Turín, llevado por su gran devoción a María, junto a un grupo de compañeros fundó la Compañía de la Inmaculada y todos se comprometieron a ayudar a Don Bosco para educar a los muchachos del Oratorio. Esos jóvenes a quienes este fundador se dirigía, diciéndoles: «A vosotros, santos…» eran de diversa índole y procedencia: ricos y pobres, más pacíficos y extremadamente violentos. Mucho le sirvió a Domingo su arte para narrar cuentos. Don Bosco se dio cuenta de que el joven era especial. Así lo describió: «Domingo no se ha hecho notorio en los primeros tiempos del Oratorio por cosa alguna, fuera de su perfecta docilidad y de una exacta observancia de las reglas de la casa… y una exactitud en el cumplimiento de sus deberes más allá de la cual no sería fácil llegar».

Sin embargo, no era perfecto, claro está; nadie lo es. Y en su particular itinerario hacia la santidad, de la mano del fundador aprendió a templar alguna que otra salida de tono, incitado por actitudes molestas de algunos compañeros. También consiguió remontar esos picos emocionales a los que tendía llevado por su temperamento melancólico. No queriendo sucumbir ante él, porque le impedía escuchar la voz de Dios, se fue fortaleciendo siendo fiel a las pequeñas cosas de cada día como le había enseñado Don Bosco.

Fue un apóstol incansable dentro y fuera del Oratorio. El fundador reconocía que el pequeño «llevaba más almas al confesionario con sus recreos que los predicadores con sus sermones». Su bellísima voz, aplaudida por quienes la escuchaban, le creó cierto desasosiego cuando alabaron sus cualidades vocales tan excepcionales. Los parabienes desataron en él gran emoción porque había experimentado interiormente un sentimiento a favor del halago: «Mientras cantaba, sentía cierta complacencia; ahora me felicitan...; así pierdo todo el mérito».

Un día se quedó absorto ante la Eucaristía durante siete horas. Después de buscarlo afanosamente por todos los lugares, Don Bosco lo halló ante el sagrario, y Domingo le pidió perdón por haber transgredido las reglas. Le horrorizaba el pecado, sobre todo, el de impureza. La Virgen le alumbró rescatándole de las malsanas curiosidades de esas edades de la adolescencia contra las que luchaba titánicamente consagrándose a la Inmaculada. Algunos años después de morir, cuando se apareció a Don Bosco en uno de sus famosos sueños, le preguntó: «Domingo, ¿qué es lo que más te consoló en el momento de tu muerte?». Y él respondió: «La asistencia de la poderosa y amable Madre del Salvador». Era firme y dulce a la par. Sentía dolorosas turbaciones y dudas de conciencia que le instaban a confesarse cada tres o cuatro días. Su ansia penitencial era insaciable porque quería unirse a los sufrimientos de Jesús en la cruz.

Juan Bosco le ayudó en esa etapa convulsa de la vida, y no tuvo problemas en encauzarlo porque en Domingo eran proverbiales su obediencia, docilidad y generosidad. En la biografía que escribió de él, el fundador expuso los matices de un camino que hicieron de este joven el santo que es. Se percibe cómo llegó a realizar este anhelo: «Yo quiero entregarme todo al Señor. Yo debo y quiero pertenecer todo al Señor». Caritativo, humilde, devoto de Jesús Sacramentado y de María, experimentaba también un gran amor por el Santo Padre. Fue agraciado con numerosos favores místicos. Era de salud delicada, y en 1857 ésta se agravó con una pulmonía. El médico aconsejó que viajara a Mondonio para reponerse. Al despedirse, intuyendo su pronta muerte, se dirigió a Don Bosco y a sus compañeros diciéndoles: «Nos veremos en el paraíso». Y el 9 de marzo de ese año voló al cielo después de haber recitado las oraciones que se leían a los agonizantes, y que su padre rezaba. Sus últimas palabras fueron: «Papá, ya es hora […]. Adiós, querido papá, adiós. ¡Oh, qué hermosas cosas veo!». Pío XII lo beatificó el 5 de marzo de 1950, y también lo canonizó el 12 de junio de 1954.

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