11.03.14

Francisco y la reconciliación con el gobierno argentino

A las 1:40 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América

Del Vatican Insider

El próximo lunes 17 de marzo el Papa recibirá una vez más en El Vaticano a la presidente argentina. No será una visita de Estado sino, más bien, un encuentro informal en la Casa de Santa Marta. Un diálogo que reforzará el buen momento en las relaciones entre Francisco y Cristina Fernández de Kirchner.

La cita está prevista para las 13:00 horas de Roma. El pontífice y su invitada compartirán la mesa, como exactamente un año atrás. El 18 de marzo de 2013, el día anterior de la misa de inicio del pontificado, ambos almorzaron en Santa Marta y –según numerosos observadores- allí “fumaron la pipa de la paz”.

Es de público conocimiento que la relación entre el esposo de Fernández, el presidente Néstor Kirchner (2003-2007), y el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, no fue la mejor. Desencuentros que se profundizaron cuando el mandatario decidió no asistir a la celebración del “Te Deum” en la catedral metropolitana el 25 de mayo de 2007. Así rompió una tradición que se mantenía desde 1810, fecha en que se formó el primer gobierno patrio.

En entrevista con el Vatican Insider el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, aclaró aquella determinación. “El ‘Te Deum’ en la Argentina nunca fue suspendido ni levantado, siempre se realizó, sólo que se le puso una impronta federal para darle la oportunidad de acogerlo a todas las diócesis, no sólo a la de Buenos Aires”, sostuvo.

Y reconoció como “un gesto de proximidad, muy lindo e importante”, que la presidente haya decidido regresar a la celebración en la catedral porteña el próximo 25 de mayo, en coincidencia con el nombramiento de un nuevo cardenal argentino. “Es un acompañamiento a la decisión del Papa de convertir al arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, en cardenal”, precisó.

“En realidad no ha habido tensiones. Una situación corresponde a la Iglesia argentina y otra distinta es la Santa Sede y el Papa, como jefe de la Iglesia. Hay que diferenciar ambas esferas porque las conferencias episcopales tienen su autonomía para expresar sus puntos de vista, ordenar sus cuestiones internas y sus relaciones, tanto con la sociedad civil como la sociedad política. Ahí puede haber puntos de coincidencia y de divergencia. Esta es una cuestión lógica”, añadió.

Más allá de las interpretaciones sobre lo ocurrido en el pasado, la verdad es que las actuales relaciones entre el gobierno de Fernández de Kirchner y la Iglesia católica pasan por el momento más serenos de los últimos 10 años. Algunos observadores hablan de “reconciliación” y otros de “normalización”.

Varios factores han ayudado a este nuevo escenario de acercamiento. Ante todo el impacto del llamado “efecto Francisco” en la sociedad argentina. Un fenómeno que bien ilustró Cafiero al describir como su país se ha visto “sacudido” por un año “de gran conmoción”, “de mucha reflexión” y de respuesta a un nivel de convocatoria “extraordinario” e “inédito”.

Sostuvo que la nacionalidad de Francisco y “el fervor que está despertando en todo el mundo” son un motivo de orgullo para sus compatriotas porque el Papa “lleva a la Argentina por todo el mundo”.

“La Argentina se siente involucrada completamente con este pontificado, va a estar contribuyendo en la medida de sus posibilidades para que el respeto, la cooperación y la amistad sean fructíferas en la gesta que lleva adelante Bergoglio”, añadió el embajador.

Por ahora no se sabe de manera oficial cuándo el líder católico regresará a su país en visita apostólica, pero todo parece indicar que ese reencuentro se producirá en 2016, cuando se celebre el bicentenario de la independencia argentina y tenga lugar el Congreso Eucarístico Nacional.

“Todavía no hay una comunicación fehaciente, pero las manifestaciones del Papa a gente que se le ha acercado, a amigos, les ha dicho que esa es su voluntad. Será un acontecimiento de una espiritualidad y religiosidad muy grande, va a ser un acontecimiento único para la Argentina, irrepetible”, ponderó.