12.03.14

Ulf Ekman se convierte al catolicismo

Ulf Ekman y su esposa, Birgitta, confirmaban que se convertían al catolicismo este domingo pasado. Según relatan los medios evangélicos ha sido un shock. Literalmente la ‘congregación’ se quedó «patidifusa», Ekman empezaba el sermón del día que giraba en torno a «Sigan al Cordero donde quiera que vaya» con un «anuncio especial». Y tan especial.

Merece la pena leer sus motivos, traduzco parte:

“Hemos visto un gran amor por Jesús y una sana teología, fundada en la Biblia y en el dogma clásico. Hemos experimentado la riqueza de la vida sacramental. Hemos visto la lógica en tener una estructura sólida en el sacerdocio, que mantiene la fe de la iglesia y que la trasmite a la generación siguiente. Hemos encontrado una fuerza ética y moral y una coherencia que puede enfrentarse a la opinión general y una tendencia bondadosa hacia los pobres y los más débiles. Y, por último pero no menos importante, hemos estado en contacto con los representantes de millones de católicos carismáticos y hemos visto su fe viva".

¡Glup! Por encima de cualquier otra consideración, el «hemos visto, encontrado, estado», me impresiona mucho. Porque lo que dice el matrimonio es cierto y una bella descripción de la Iglesia Católica, pero que lo hayan visto, encontrado, experimentado da una idea de la vida interior de los católicos amigos del matrimonio y de cómo ese cristianismo vivido arrastra. No os oculto que me encantaría que alguien pudiese decir eso de mí (supongo que no será envidia mala).

Como informa Charisma Magazine, «la conversión de Ekman es una noticia que afecta directa o indirectamente a una parte gran parte de la población evangélica sueca». La ‘iglesia’ fundada por Ekman hace 30 años, Palabra de Vida, cuenta con 3.000 almas y 12 pastores que sirven a la congregación. Además posee una escuela con casi mil estudiantes.

Ekman además fundo la mayor escuela bíblica de Escandinavia, tiene un programa de televisión que se emite en todos los continentes, sus libros han sido traducidos a 60 idiomas.

Según Ekman:

Todo esto ha sido atractivo a la vez desafiante. Desafió realmente nuestros prejuicios protestantes, y nos dimos cuenta de que en muchos casos no tienen ninguna base. Necesitábamos conocer la fe católica mejor. Esto nos llevó a darnos cuenta que era realmente Jesucristo el que nos llevó a unirnos a la Iglesia Católica.

Aunque Ekman aclaró que lo suyo es un «viaje personal» –la conversión no puede ser otra cosa—y que no pretende llevarse a la congregación a cruzar el Tíber porque «eso sería poco razonable», no me cabe duda de que otros seguirán la senda abierta.