29.03.14

Obligaron a sus padres a delatarle y no les dejaron enterrarlo

A las 12:12 AM, por Santiago Mata
Categorías : Lugares: Toledo, Lugares: Madrid, Meses: 03. Marzo, Lugares: La Rioja

Tres mártires de la revolución española nacieron un 29 de marzo: un carmelita calagurritano, un dominico turolense y una laica uruguaya (que, con su hermana, es la primera beata de ese país). Este día es, además, aniversario de la primera beatificación de mártires de la guerra civil (las tres carmelitas de Guadalajara beatificadas por Juan Pablo II el 29 de marzo de 1987, es decir, hace 27 años).

El padre Ramón de la Virgen del Carmen (José Grijalvo Medel), de 40 años y natural de Calahorra (La Rioja), fue uno de los siete carmelitas asesinados en Toledo el 31 de julio de 1936 (ver artículo del 22 de febrero) y beatificados en 2007.

“Jesucristo derramó su sangre por mí”

Francisco Monzón Romeo, sacerdote dominico de 24 años, era natural de Híjar (Teruel), donde fue asesinado el 29 de agosto de 1936. Tomó el hábito dominico en 1928 y se ordenó sacerdote en Salamanca el 3 de mayo de 1936. La guerra estalló mientras pasaba unos días con sus padres en Híjar, y decidió vagar por los campos para escapar de la persecución. Su hermano Miguel, futuro sacerdote dominico, le llevaba leche todos los días. El 24 de agosto unos milicianos amenazaron a su madre si no les decía dónde estaba su hijo. Más tarde le aseguraron que a su hijo no le pasaría nada, y entonces el padre les acompañó adonde estaba el religioso, que fue detenido y llevado a la cárcel. En la tarde del 29 le llevaron en coche al campo de fútbol de Híjar, en el km 72 de la carretera de Alcañiz. Cuando lo sacaron en el coche dijo: “Dios mío, Jesucristo derramó su sangre por mí, y ahora yo la derramaré por él”. Le mandaron bajar y mientras lo hacía le dispararon en la cabeza. Seguidamente lo enterraron en una fosa común, sin dejar que sus familiares le hicieran un entierro individual. Monzón fue beatificado en 2001 (ver artículo de J. López Teulón).

Dolores Manuela Cirila Aguiar-Mella y Díaz, laica de 39 años y natural de Montevideo, fue asesinada en Madrid el 19 de septiembre de 1936, y es con su hermana Consuelo la primera beata y mártir de Uruguay (ver artículo del 25 de marzo).

Más sobre los 1.523 mártires beatificados, en “Holocausto católico“.