El Papa ha firmado en esta mañana de jueves el decreto de canonización del Beato José de Anchieta, junto con el de otros dos beatos: la mística misionera, María de la Encarnación (Guyart) y el obispo, Francisco de Montmorency-Laval. Los tres, junto con el Hermano Pedro y la joven Catalina Tekakwitha, habían sido beatificados en 1980 por Juan Pablo II. Según la diócesis nivariense el Papa explicó a los obispos de las provincias eclesiásticas de Sevilla y Granada, entre las cuales se encuentran las dos diócesis del archipiélago, el pasado 8 de marzo en su visita “ad limina”, que estos tres nuevos santos se presentaban como paradigmas, modelos de la evangelización de América, tanto del norte como del sur. Con San José de Anchieta, 53 son los santos jesuitas.

La Iglesia romana de San Ignacio acogerá el próximo jueves 24 de abril a las 18 horas, la Misa de acción de gracias por la canonización del Padre Anchieta que será presidida por el Papa Francisco y en la que estará presente el obispo nivariense, D. Bernardo Álvarez.

La canonización de Anchieta se trata de una “canonización equivalente” o extraordinaria, que no está fundada en un milagro reciente del beato y que acontece cuando el papa reconoce y ordena el culto público y universal de un siervo de Dios, sin haber pasado por el procedimiento ordinario de la canonización formal, porque la veneración al santo ha sido realizada desde antiguo y de forma continua por la Iglesia.

San José de Anchieta

De ascendientes vascos (Juan de Anchieta), emparentado con San Ignacio de Loyola, José de Anchieta nació el 19 de marzo de 1534 en San Cristóbal de La Laguna. Tras su formación inicial en Canarias, su familia lo envió a la Universidad de Coimbra (Portugal) regentada por los jesuitas. Tras su ingreso en la Compañía de Jesús, alentado por las cartas de San Francisco Javier, pide ser enviado a misiones.

Desde 1553, en que llega a Brasil acompañando a su amigo y provincial P. Manuel de Nóbrega, comenzará su misión empeñado en atender a los pueblos indígenas, aprendiendo su lengua y adoptando muchas de sus costumbres. Pondrá en marcha una misión en Piratininga (la actual Sao Paulo) con objeto de ofrecer formación muy práctica a las comunidades indígenas: artesanía, construcción, alimentación, medicina, evangelización, escritura.

Su afán de paz y de servicio a todos, incluyendo a quienes podían considerarse sus enemigos en diferentes conflictos bélicos de los que fue testigo, al igual que su notorio afán de aprendizaje con investigaciones sobre la naturaleza del entorno o su notable talento literario (poesía, narrativa, teatro) han hecho de él un ejemplo digno de nuestra memoria y de nuestro reconocimiento.

José de Anchieta SJ fue uno de los inspiradores de un modelo de evangelización respetuoso con los pueblos y las culturas indígenas, y debemos situarlo en la estela de otros muchos grandes hombres, como los dominicos Francisco de Vitoria, Bartolomé de las Casas, o el jesuita Ruiz de Montoya. No es extraño que posteriormente, otros grandes jesuitas canarios (José Arce Rojas o Francisco Díaz Taño) desempeñasen un papel fundamental en el desarrollo de las misiones jesuitas entre guaraníes (actualmente Paraguay, Brasil y Argentina) y chiquitos (actualmente Bolivia).

Los jesuitas de Canarias y en Canarias

En la actualidad, seis jesuitas canarios viven y trabajan en América Latina. Paraguay, Brasil y Ecuador son sus actuales destinos, donde se dedican a la educación, la espiritualidad y el acompañamiento de los pueblos indígenas.

En las islas Canarias, los jesuitas tratan de acompañar a quienes se comprometen con el servicio de la fe y la promoción de la justicia. Colaboran con muchas otras personas e instituciones en la educación, el diálogo entre la fe y la cultura, la promoción de una sociedad más justa y la espiritualidad.

Se sienten agradecidos por la labor realizada por el Colegio San Ignacio de Loyola y por Radio ECCA(institución en alianza con el Gobierno de Canarias), obras que heredan una tradición de presencia educativa que se remonta cuatro siglos, con presencias en muchas ciudades canarias. Subrayan hoy la importancia del diálogo entre la Fe y la Justicia, entre la Fe y la Cultura y apoyan a instituciones como Intermón o Entreculturas, con las que se sienten institucionalmente comprometidos.

Desde el Centro Fe-Cultura Loyola, o desde las Casas de Espiritualidad de Los Lagares (Tafira) y Manresa (La Caridad, Tacoronte), acompañan a quienes buscan un sentido más allá del materialismo cultural tantas veces dominante.

9 de junio

Además de sumarse a los múltiples actos de celebración que se reparten a lo largo de estos días por diferentes lugares, principalmente en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna y de una programación radiofónica especial de Radio ECCA, el próximo 9 de junio, fiesta del ya santo José de Anchieta, la Compañía de Jesús en Canarias culminará tres días de celebraciones religiosas en la Iglesia de San Francisco de Borja, en Las Palmas de Gran Canaria, encomendada actualmente a los jesuitas. En ella invitarán a “agradecer a Dios el ejemplo de San José de Anchieta y de tantas presencias que nos invitan a la lucha esperanzada por los más desfavorecidos, también ahora, en estos tiempos que nos toca vivir”.

 (www.infosj.es /www.jesuitas.es)