IGLESIA EN EL MUNDO

La “Cruz de Lampedusa” inicia su viaje por Italia para llevar un mensaje de solidaridad y de paz y convertirse en un signo del drama que no se ha de olvidar


 

Una gran cruz, realizada con madera de las barcas de Lampedusa procedentes de las costas de Libia partió, el pasado miércoles desde la Plaza de San Pedro con destino a toda Italia para llevar un mensaje de solidaridad y de paz entre comunidades, parroquias, culturas, ciudades y credos. El Papa bendijo esta cruz al finalizar el rezo del  Ángelus del pasado miércoles.

La cruz, obra del carpintero originario de Lampedusa Franco Tuccio, autor también del báculo utilizado por el Papa Francisco el 8 de julio del año pasado, durante la visita a la isla siciliana, mide 2,80 metros de alto, 1,50 metro de ancho y pesa 60 kilos

La iniciativa, denominada  «Viaje de la cruz de Lampedusa», está promovida por la fundación «Casa del espíritu y de las artes», activa desde hace varios años en Milán en el ámbito de la cultura, la música y las artes entendidas como instrumentos al servicio de los estratos más débiles de la población, en especial de los niños y los jóvenes que viven en situaciones de grave necesidad social. 

cruz lampedusa

En una especie de “testigo espiritual”, la cruz pasará de comunidad en comunidad, deteniéndose en las parroquias que deseen recibirla, para ser luego acogida definitivamente en la iglesia de San Esteban en Milán. De este modo —explican los promotores— la cruz podría convertirse no sólo en meta de oración y peregrinación para todos los fieles laicos afectados por el drama de Lampedusa, sino en huella permanente de una memoria que no debe ni puede desaparecer.

Ya el año pasado la diócesis de Milán había comisionado 150 cruces, realizadas con la madera de las barcas, con ocasión del rito que tuvo lugar en la capital lombarda el 2 de noviembre para conmemorar las víctimas del naufragio del 3 de octubre de 2013.

(L’Osservatore Romano)