Los presos de la cárcel romana de Regina Coeli recibirán como don pascual del Papa Francisco mil doscientas copias del Evangelio de bolsillo, que el arzobispo Konrad Krajewski, limosnero del Vaticano, entregará hoy durante una visita a esta estructura de detención de via della Lungara.

Se trata del mismo librito, que también contiene los Hechos de los Apóstoles, que el Pontífice regaló a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro a la hora del Ángelus del pasado domingo 6 de abril y durante la misa que Francisco celebró esa misma tarde en la parroquia romana de San Gregorio Magno en la Magliana.

En un artículo publicado por el periódico vaticano L’Osservatore Romano, el prelado polaco explica que esta cárcel, cuya construcción se realizó entre los años 1881 y 1884, en el área precedentemente ocupada por dos monasterios desde siempre ha sido la estructura de primera acogida de la ciudad. En efecto, todas las personas que son arrestadas en el territorio de competencia del Tribunal de apelación de Roma son llevadas a este penitencial, caracterizándolo como “cárcel de tránsito”.

El promedio de los detenidos es siempre de alrededor de mil personas, mientras los nuevos ingresos en el arco del año, asciende a cinco mil. Los detenidos permanecen allí hasta el proceso de primer grado. Y cada quince o veinte días, el Ministerio dispone los traslados de los recluidos a otros institutos de la región.

El arzobispo Krajewski subraya un aspecto particular, al referirse a la presencia de numerosos extranjeros, lo que comporta toda una serie de consecuencias también en el ámbito pastoral, además de en el plano práctico y organizativo dentro del mismo instituto. La de los extranjeros representa una presencia que a partir de la década de los años 90 ha ido constituyendo la mayoría de los presos de esta cárcel romana. Y en la actualidad ha llegado a tocar entre el 65 y el 70% de su población. Dato que se relaciona con el número de inmigrantes presentes en Roma.

La atención pastoral, a partir del período posterior a la Segunda Guerra Mundial está encomendada los frailes menores conventuales de la provincia roma. Los capellanes son los franciscanos Vittorio Trani y Ernesto Piacentini, con quienes colaboran catorce sacerdotes voluntarios y catequistas neocatecumenales, quienes desarrollan una acción pastoral que se articula teniendo en cuenta la peculiaridad del instituto, razón por la cual se trata de “sembrar” en la certidumbre de que “ese poco que se da” sirva de ayuda en el plano humano y espiritual a hermanos que se encuentran en dificultad.

El domingo se celebran tres misas. En la Rotonda, en el Centro clínico y en la Octava sección. Además, otros agentes se ocupan de los cristianos de otras lenguas. Los católicos de lengua española cuentan con la asistencia semanal de un sacerdote español, a quien, una vez al mes, se suman diversos catequistas.

También hay un sacerdote que asiste a los detenidos polacos y algunos catequistas que se ocupan de los presos del área africana y rumana.

Cabe destacar que con ocasión de la Pascua de este año, se está procediendo a la bendición de las celdas y durante la Semana Santa en la Rotonda central se celebrará el Vía Crucis, a cargo de los presos de los diversos sectores.

El 17 de abril, Jueves Santo, el limosnero del Papa celebrará la Misa en la Cena del Señor en la Isla del Amor fraterno, en via Ardeatina, en la que participarán las casi cincuenta personas que allí se hospedan. Este instituto está administrado por una asociación católica que desde el año 1996 se ocupa de la prevención, de la solidaridad y asistencia a los detenidos, ex detenidos y personas que corren el riesgo de ser marginadas por la sociedad o sus familias.

(RV)