23.04.14

¿Decepcionados con el papa Francisco?

A las 9:29 AM, por Jorge
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Es la impresión que tengo. Después de trece meses de pontificado de Francisco mucha gente está empezando a sentirse decepcionada.

Con este papa ocurre una cosa realmente curiosa. Su elección fue recibida con prudencia y cierto recelo por lo que la gente vulgarmente denomina “los sectores más conservadores de la Iglesia”. Eso sí, como el papa es el papa, desde ahí apenas se intuyen críticas abiertas a su ministerio. Se deja caer, algún pequeño matiz, ya veremos, hay que rezar…

Todo lo contrario en los sectores más progresistas de la Iglesia. ¿Recuerdan? El nuevo Juan XXIII, la primavera, sobre todo primavera, los aires renovados del concilio. Y como los sueños sueños son, hasta adelantaron su hoja de ruta para los próximos meses y años: sacerdocio de la mujer, mujeres cardenales, comunión a divorciados vueltos a casar, aceptación de parejas homosexuales, celibato opcional… Amén de la inmediata aceptación de la renuncia del cardenal Rouco en Madrid.

Han pasado efectivamente trece meses y los sectores más progresistas empiezan a cansarse, pero claro, a ver quien reconoce ahora que no era para tanto después de la que se lió. Hablas con la gente que siempre fue de “avanzadilla” y te cuentan tres o cuatro cosillas: que vive en Santa Marta en lugar de en los palacios vaticanos, el anillo de plata, que parece que algo hace en la banca vaticana, que cae bien a la gente y pare usted de contar. Están contentos con la canonización de Juan XXIII pero no soportan que sea con Juan Pablo II, y que este último pueda restar protagonismo al primero.

Todavía alguien me decía hace poco que claro, que el papa quiere más cosas pero es que los demás no le dejan. Pues qué quieren que les diga. Quien manda, manda. Si el papa no hace más cosas una de dos: o es que no está convencido de hacerlas o es incapaz de llevarlas a cabo. En cualquier caso, mala noticia para los más progres.

De momento los cambios son mínimos. Se cambió al secretario de estado, que no quedaba más remedio. Ahora tenemos el numerito del supuesto ático de Bertone de setecientos metros cuadrados dentro de la ciudad del Vaticano. Pues será porque se lo consiente su jefe, anda que no es fácil una llamadita de Francisco y decirle que de eso nada. Reformas en la banca vaticana que eran imprescindibles, la lucha contra la pederastia ya se inició hace años con protocolos muy serios y poquito más.

De cara a un futuro inmediato tampoco están previstas cosas muy diferentes. No ha habido cardenalas, del celibato opcional ni hablar, la doctrina sobre temas tan siempre candentes como aborto, matrimonio homosexual o comunión a divorciados vueltos a casar es la de toda la vida perfectamente reafirmada por Francisco. Doctrinalmente, jamás un papa había hablado tanto del demonio, de la confesión individual, de la adoración al Santísimo o de la obediencia del sacerdote a la jerarquía de la Iglesia.

Mi impresión personal es que se sienten un tanto desfondados. Trece meses y no saben cómo vender y demostrar el nuevo talante de Francisco. Hasta convirtieron un intercambio de saludos de frei Betto y Francisco en la plaza de San Pedro en una charla de hora y pico en Santa Marta. Otra cosa es que se atrevan a proclamarlo, aunque ya lo van haciendo.

Me da que tampoco Francisco es el papa que algunos necesitaban. Pero es que conseguir un papa que no hable de Dios, que convierta a la Iglesia en una organización meramente filantrópica y que proclame que todo vale, me temo que no va a ser fácil. En fin, en cualquier caso, la esperanza es lo último que se pierde.