Invitado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, el P. Aurelio Gazzera de Bozoum (República Centroafricana) se reunió con representantes de la UE en Bruselas para proponerles ideas acerca de cómo contribuir mejor a la paz en la República Centroafricana.

“Cuando vienen, vienen a echarnos una mano. A los ciudadanos les compete alcanzar la paz, pero necesitamos que ustedes perseveren con nosotros para adoptar una posición decidida”, dijo el P. Aurelio a los diferentes equipos del personal de la UE que trabajan para la República Centroafricana. “Ayúdennos a ir con la verdad por delante y a que la gente, armada o no, afronte su responsabilidad frente a los demás centroafricanos”. Esta actitud ya ha conducido a resultados positivos como el de la reapertura de las escuelas desde enero y la reanudación de la actividad agrícola.

El caso de Bozoum
Bozoum es un pueblo grande de unos 25.000 habitantes ubicado a 380 kilómetros al norte de la capital de Bangui. La mayoría de los incidentes e intervenciones de las fuerzas militares multinacionales tienen lugar en Bangui, mientras que hay pocos datos conocidos sobre la diócesis donde trabaja el P. Aurelio. Por esta razón, los representantes de la UE estaban muy contentos de recibir información de primera mano y de saber más acerca de la labor mediadora, educativa y humanitaria de la misión de Bozoum.

Diálogo interreligioso y de paz
Cuando la violencia alcanzó su máximo en diciembre de 2013, el P. Aurelio se reunió personalmente con los cabecillas de los grupos armados, tanto los Seleka como los Anti-Balaka, hasta que se logró una salida sin sangre, pero triste, de la población musulmana junto con los Seleka a finales de enero. “Primero fui solo, pero luego un imán, un pastor evangélico y otras personas con autoridad se unieron a mí. Nosotrosinvitamos a los jefes a escuchar en persona las quejas de la población”. Cuando la tensión se hizo insostenible, el contingente francés acudió para prevenir un ataque violento contra la misión, donde 6.000 personas se habían refugiado. Este diálogo inusitado fue posible gracias a la cooperación de los habitantes del poblado pese a haber sido víctimas de numerosos ataques y saqueos injustificados. “Sobre todo las mujeres fueron las más claras: no intentaron justificar las acciones de ninguna de las partes y hablaron con firmeza y verdad”.

Los representantes de la UE elogiaron este proceder y se aseguraron de que el P. Aurelio se mantuviera en contacto con la delegación de la UE en la República Centroafricana para estar pendientes de las peticiones de apoyo que les hacía llegar: la creación de un equipo profesional de mediación, apoyo para que las escuelas y centros de salud siguieran funcionando, y la creación de una red radiofónica regional. Además, acordaron informar a las autoridades correspondientes sobre la necesidad de establecer patrullas policiales en las dos principales autovías del país.

La UE mostró un especial interés por el potencial retorno de los musulmanes que se vieron obligados a abandonar el poblado por motivos de seguridad. El P. Aurelio señaló que los habitantes de Bozoum ya habían dicho que no era inteligente dejarlos ir, pues toda la vida en el poblado se ha desequilibrado económica y socialmente. No obstante, cree que aún tendrá que pasar un tiempo hasta que el deseo de venganza se disipe y pueda iniciarse un diálogo.

Ayuda de la UE, pero con condiciones
En cuanto a la ayuda de la UE al Gobierno interino de la presidenta Samba-Panza, el P. Aurelio advirtió enfáticamente a los representantes de la UE que no concedieran los 81 millones de euros sin pedirle antes al Gobierno algo a cambio: “Podrían pedirle que haga volver a los prefectos. Bozoum no ha visto a su prefecto desde principios de diciembre. Ahora las condiciones de seguridad son suficientemente buenas para que regrese”. La falta de estructuras de gobierno ha conducido a la creación de tres comisiones en Bozoum: la comisión de mediación, los encuentros con los jefes de los vecindarios (líderes municipales designados) y la comisión de Hombres Sabios que resuelve pequeñas disputas y asuntos judiciales. “Todas estas estructuras dan seguridad a la población en el sentido de que ‘alguien’ se ocupa de ellos, y así siguen adelante y abren el mercado o trabajan el campo, pero esta situación no puede alargarse de forma indefinida”, dijo el P. Aurelio.

El P. Aurelio pidió con insistencia a los representantes de la UE que exigieran al Gobierno interino que mostrara primero su interés con acciones y no solo con palabras. “Así actuamos también nosotros con la ayuda humanitaria: los apoyamos con alimentos y equipamiento para la cocina si su tejado ha sido pasto del fuego, pero primero tienen que reparar el tejado para mostrar su buena voluntad”. Los tejados se hacen a mano con paja y madera.

“Y sí, necesitamos más tropas, pero tropas con un objetivo y una estrategia, no simplemente hombres armados que no pueden acudir en nuestra ayuda porque se les acaba la gasolina. También tienen que recibir la orden de permanecer el tiempo que sea necesario, pues hemos tenido que empezar de cero muchas veces porque el contingente militar nos abandona. Para la construcción de la paz, la perseverancia es más importante que las armas”. En 2013, Ayuda a la Iglesia Necesitada apoyó proyectos en la República Centroafricana con casi medio millón de euros (494.008€).

(AIN)