CARTA DEL OBISPO

ASAMBLEA DIOCESANA DEL CLERO

(Seminario de Monte Corbán, 2, 16 y 23 de junio de 2014)

 

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SANTANDER | 06.05.2014


Queridos hermanos:

            Con gozo os comunico un importante acontecimiento: La celebración de la Asamblea Diocesana del Clero.  Después de la Asamblea Diocesana de Laicos del mes de junio de 2013, en la que se aprobaron 60 propuestas sobre la identidad, comunión y misión de los seglares, nuestra Diócesis va a celebrar la Asamblea Diocesana del Clero.

            Durante dos años nos hemos estado preparando los sacerdotes seculares, religiosos y diáconos, a través de la reflexión y la oración, para estudiar la situación del clero en cuatro amplios campos: aspectos humanos; ejercicio del ministerio pastoral; formación doctrinal; vida espiritual.

            En cada uno de estos capítulos hemos constatado los hechos más significativos, hemos realizado un discernimiento a la luz de la Palabra de Dios y hemos formulado propuestas para un camino de renovación sacerdotal y pastoral del clero.

            Ahora estamos convocados todos los sacerdotes, seculares y miembros de vida consagrada,  y también los diáconos para la Asamblea Diocesana del Clero, que se celebrará en el Seminario de Monte Corbán, durantes tres lunes, los días 2, 16 y 23 de junio próximo.

            Esta Asamblea es importante para los sacerdotes, pero también para toda nuestra Diócesis, porque el bien integral de nuestros sacerdotes favorece la renovación de nuestra Iglesia Diocesana. La evangelización en esta nueva etapa de la historia, a la que nos convocan el Señor y la Iglesia, reclama de todos nosotros una profunda conversión personal y pastoral. Esta es la llamada que nos hace el Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio).

            Ante este acontecimiento, es necesario el apoyo de la oración, que solicito a todos los diocesanos, especialmente a los monasterios de vida contemplativa. Pidamos al Espíritu Santo para que ilumine a  los sacerdotes en su importante responsabilidad.

            Escribo esta carta en los días previos a la celebración de  la fiesta de San Juan de Ávila, patrón del clero secular español, en la que varios de nuestros hermanos conmemoran sus bodas sacerdotales de diamante, de oro y de plata. Una oportunidad para dar gracias a Dios por el don de la vida de nuestros sacerdotes y para pedir por las vocaciones sacerdotales.

            Que la Santísima Virgen María, que cuidó de su Hijo Jesús Sumo y Eterno Sacerdote, custodie la vida de nuestros sacerdotes.

            Con mi afecto de siempre, gratitud y bendición,

 

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander