2.05.14

 

Harto estoy de curas, laicos, frailes y monjas, qué le vamos a hacer, y más arriba no quiero presentarme, que no tienen problema en ponerse la doctrina de la iglesia por montera, hacer de la liturgia su propio sayo y reinventar la moral católica con el aparentemente indiscutible argumento de que todo lo que dicen, hacen o declaran es “en conciencia”.

Y como es en conciencia hay que respetar sus chorradas, que para eso son suyas. Eso sí, sale un obispo o un cura diciendo las cosas no como el las siente en conciencia, sino como la Iglesia las enseña y para él no hay respeto: es homófobo, troglodita, inquisitorial, e incapaz de aceptar el espíritu del Vaticano II.

Un día lo hablaba yo con Rafaela y me hizo esta observación: tú fíjate, me decía, que todos los que dicen que obran en conciencia al final están justificando su comodidad, su falta de compromiso y su hacer lo que les da la gana. Porque claro, siguió mi buena amiga, en conciencia actuaban los apóstoles cuando proclamaban que había que obedecer a Dios antes que a los hombres y se jugaban la vida. En conciencia los que anunciaban el evangelio en la clandestinidad jugándose el pellejo. Eso sí que era respetable.

¿Pero ahora? En conciencia obra D. Fulano para no ponerse casulla y hacer de la misa lo que quiere. En conciencia la Merceditas, casada tres veces y ahora arrejuntada y comulga en conciencia. Bien tranquila tenía la conciencia el alcalde, pero pasó de ser un parado a tener dos chalets y tres parcelas al acabar la legislatura.

Clara esta mujer. Tanto que me lo he tomado como crisol donde someter la conciencia de cada uno a la prueba de fuego. Conciencia que hace la vida más fácil, libera de compromisos, se carga los mandamientos y justifica la desobediencia, siempre será conciencia sospechosa. Verán como lo entienden.

En conciencia… Por ejemplo, laicos: qué más da casarse que no, importa el amor, y si un domingo no vas a misa en conciencia no veo problema, total si defraudas impuestos qué va a pasar, y lo de confesarse cada cual sabrá, y en conciencia yo creo que no hay que ser tan estrictos, y en conciencia… ¿Lo ven? Gracias a la conciencia nos hemos quitado un montón de problemas de encima.

No digo nada de los curas si nos ponemos en ese plan: en conciencia no tiene sentido ponerse a confesar, en conciencia cambio la liturgia cuando quiero, en conciencia no es necesaria la oración más que cuando a uno le apetece, en conciencia uno obedece según ve…

Personalmente creo en la conciencia cuando lleva a un compromiso mayor, a dar la vida. Creo en la conciencia de ese laico que los viernes de cuaresma en su empresa pide comida de vigilia o aparta la carne de su menú, creo en la enfermera que renuncia a su puesto de trabajo porque le exigen colaborar en abortos, creo en ese hombre que se niega a cobrar en negro, en el que no paga una factura sin IVA, en la persona que en unas vacaciones renuncia a la playa una mañana para cumplir con el precepto dominical, en el que no esconde sus convicciones religiosas en el trabajo a pesar de las burlas y sabiendo que se juega un ascenso.

Creo en la con ciencia de ese sacerdote que sea verano o invierno reza cada día su oficio aún en la peores circunstancias, en el que celebra como le mandan y enseña lo que le piden aunque algunas cosas él las haría diferentes, creo en ese sacerdote que, en conciencia, pasa las horas en el confesionario por si alguien necesita reconciliarse, que sabe sacar de donde no hay para ofrecer una limosna al pobre.

Creo en esas conciencias. El resto, conciencias que todo lo que sacan es facilitar, evitar compromisos, justificar hacer lo que cada cual quiera y decida, y proclamar que todo lo que me apetezca es válido, en eso no creo.

Conciencia, me decía Rafaela, la de don Crispín, que en días de nieve, hace años, se venía al pueblo en borrico tapado con una manta porque decía que en conciencia no nos podía dejar un domingo sin misa. Eso era conciencia, y no la de don Miguel, que se largaba quince días de vacaciones, nos dejaba sin misas en los dos pueblos y decía que en conciencia no veía problema. Yo creo que me entiendes…

Te entiendo del todo Rafaela, del todo…