6.05.14

Me he levantado hoy generoso y magnánimo. Así que he decidido dar una alegría vespertina al hermano Cortés, ese que coloca sus viñetas y sus monos en Religión Digital. Digo lo de darle una alegría porque me consta, digo bien que me consta, que cada vez que desde lo que él y sus amigos llaman despectivamente “la caverna”, los “neocon” y los “ultraconservadores” se critican sus viñetas, experimenta un subidón de autoestima, una más clara conciencia profética y si no fuera porque la fe se la refanfinfla llegaría incluso a sentirse el nuevo Dios.

Pues hermano Cortés, ahí tiene usted mi colaboración a su autoestima y engorde personal.
El hermano Cortés es dueño de escribir y sobre todo dibujar lo que le venga en gana sin más medida que lo que las leyes pudieran objetar. Aquí servidor demócrata como el que más. Los hermanos Vidal y Bastante, director y subdirector de Religión Digital, y en todo caso Alfonso Rojo, director de Periodista Digital, pueden contar con los personajes, periodistas, blogueros y colaboradores que mejor deseen. Solo faltaba. Seguimos en el campo de la libertad.

Uno es bloguero, aunque del montón de los corrientitos y escribe donde puede y le dejan y además le parece oportuno. Porque no voy a andar dejando que pongan mi foto o mis escritos en páginas porno, racistas, blasfemas, anticatólicas, que se cisquen en la doctrina de la Iglesia o pongan en solfa el Santísimo Sacramento. Y servidor es un mindundi, pero comprendo que a mis feligreses les resultaría extraño que cediera mis textos o mi foto en un lugar parecido.

Las chorradas de José Luis Cortés en Religión Digital son una mezcla de chabacanería, manipulación, burla, mofa y befa de los sentimientos católicos. Allá Religión Digital si con eso cree que consigue más lectores o es más fiel a sus principios o finales, los suyos. Pero uno no acaba de comprender cómo un buen número de obispos y cardenales de N.S.I. Romana están tan felices aportando textos y foto, o al menos permitiendo que aparezcan en un medio así. Ellos sabrán. Encima tan sonrientes. Llega Cortés, se cachondea de la Eucaristía, del evangelio de la redención, del papa… pues ellos abajo tan sonrientes.

Ítem más, porque además de nuestros señores obispos y cardenales tan felices con el asunto, ahí tenemos un montón de instituciones de la Iglesia, empezando por Foessa (que es Cáritas) y Manos Unidas, siguiendo por la Pontificia de Salamanca y la de Comillas, prosiguiendo con PPC, EDV… para acabar con congregaciones religiosas variopintas aportando publicidad.

¿Todos tan felices? ¿Todos tan contentos? ¿No hay un obispo con la mitra bien atornillá que diga que él así no sigue en esa página? ¿O es que en el fondo les encanta que se digan cosas que ellos piensan pero no se atreven? Llegará el Corpus en nada de tiempo y estos mismos obispos nos contarán la maravilla de la Eucaristía y nos invitarán a la procesión del Corpus. Mientras, a la vez, sonriendo felices cuando alguien se cisca en el Santísimo. Pues a ver si se aclaran, porque si no, no va a haber quien se los tome en serio.

No se puede pedir a los fieles esfuerzos, testimonio, apostolado y luego que pasen estas cosas.