21.05.14

Pidieron un salvoconducto a la UGT, y en lugar de dárselo los fusilaron


Tres mártires de la guerra civil española nacieron un 21 de mayo: un lasaliano tarraconense, una carmelita de la Caridad valenciana y un marista barcelonés.

Acudieron a la UGT, y los fusilaron

José María Aragonés Mateu (hermano Leonardo José de las Escuelas Cristianas), de 50 años y natural de Tarragona, tras pasar por el seminario, se hizo religioso a los 24 años, en 1910. Desde 1925 fue director del colegio de Gràcia, y tres años más tarde visitador del distrito. La revolución le sorprendió acompañado de Mateo Molinos Coloma (hermano Dionisio Luis), cerca de La Seu d’Urgell, preparando los retiros del distrito; y al ir a pedir un salvoconducto a la sede de UGT, los detuvieron el 7 de agosto y los fusilaron al día siguiente en Travesseres (Lleida), en el lugar llamado Baños de Sugrañes. El hermano Dionisio Luis, de 46 años se hizo lasaliano en 1906, fue profesor durante 12 años y desde 1932 era director del colegio Bonanova. Ambos fueron beatificados en 2007.

Martirizada con su hermano religioso

Ascensión (de San José de Calasanz) Lloret Marcos, carmelita de la Caridad de 57 años, oriunda de Gandía (Valencia), ingresó en las Vedrunas de Vic (Barcelona) en 1879. Después de vivir en Castellón y Valencia, en 1916 fue al colegio de Benejama (Alicante), que las religiosas tuvieron que abandonar el 28 de julio de 1936. Con su hermano Salvador, escolapio, se refugió en una casa de campo de sus familiares. Ambos fueron apresados el 7 de septiembre. Se los llevaron a través de los campos y a la mañana siguiente sus cuerpo acribillados aparecieron en las puertas del cementerio de Tavernes de Valldigna (Valencia). Solo ella ha sido beatificada (en 2001).

Juan Pelfort Planell (hermano Juan Crisóstomo), de 23 años y natural de Òdena-Espelt (Barcelona), es uno de los 46 maristas asesinados el 8 de octubre de 1936 en el cementerio de Montcada i Reixac (Barcelona) y beatificados en 2007 (ver artículo del 12 de julio). La biografía publicada por su orden reza:

Sus padres trabajaban en la industria típica de la comarca, la tenería, el trabajo en piel con sus aplicaciones y derivados. A los dieciséis años entró en el postulantado de Les Avellanes (Lleida). Pronunció los primeros votos el 8 de septiembre de 1930.

Quizá la piedad de los padres o la de los hermanos del colegio de Igualada le habían ido formando, ya que Juan, que ingresa directamente en la casa noviciado, no extrañaba nada de lo que allí se vivía y se adaptaba perfectamente a toda las exigencias del horario, del estudio y el trabajo.

Impregnado de la piedad y la laboriosidad de las casas de formación, todavía recientes en su vida, irá camino del martirio. Sólo tenía 23 años y 5 meses. Aún no había podido hacer los votos perpetuos.

Sólo recibió dos destinos de la obediencia: Badalona y Mataró. Su trabajo en la clase de los pequeños se hizo notorio por el aprecio que le manifestaban los niños y la admiración de los padres de familia. Su entrega a la tarea educativa fue notoria.

Cuando fue requisado el colegio Valldemía para convertirlo en hospital de sangre, el hermano Juan Crisóstomo se refugió en su pueblo natal de Òdena, cerca de Igualada, en casa de sus familiares. Pero al final prefirió seguir la invitación de los superiores y se desplazó a Barcelona. Compartió la suerte de su Hermano Provincial, el hermano Laurentino, y de sus compañeros maristas que fueron fusilados en la noche del 8 de octubre de 1936 en el cementerio de Montcada.

Sus restos descansan en la iglesia del monasterio de Santa María de Bellpuig de Les Avellanes (Lleida).

Más sobre los 1.523 mártires beatificados, en “Holocausto católico”.