Con el himno oficial de la Peregrinación del Papa Francisco a Tierra Santa, nos preparamos a acompañar al Obispo de Roma durante su «peregrinación de oración», como dijo él mismo anunciando el segundo Viaje Apostólico internacional de su Pontificado, con motivo del 50 aniversario del histórico encuentro en Jerusalén entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras.

Tres días intensos – del 24 al 26 de mayo – de celebración de la memoria, encuentro, diálogo. El lema – «Para que todos sean uno» – se inspira en el ruego de Jesús al Padre (Jn 17,21) y el logo presenta el abrazo de los santos hermanos Pedro y Andrés, los primeros dos discípulos llamados por Jesús, en Galilea.

Tres etapas: la primera, Jordania, Amman y Betania más allá del Jordán. La segunda, Belén, Estado de Palestina, y la tercera, Jerusalén. Esta peregrinación del Papa Bergoglio tiene un ‘compás ternario’, dijo el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede Padre Federico Lombardi. Se organizó alrededor del domingo, con la Misa, por la mañana, en la Plaza del Pesebre en Belén, y el encuentro ecuménico con el Patriarca Bartolomé y con los demás representantes cristianos, por la tarde. El día antes, el sábado, al ser shabbat está dedicado a Jordania y el lunes al Estado de Israel.

Además de la celebración, otra característica de este viaje es también la dimensión interreligiosa. El Papa Francisco ha querido que lo acompañen, como miembros de su séquito, en este momento tan importante, el rabino Skorka y el Secretario General del Instituto del diálogo interreligioso de la República de Argentina, Omar Ahmed. Dos personas, que el Santo Padre conoce bien, habiendo cultivado relaciones de diálogo y de amistad.

Recen por mí

En la audiencia general que precede su peregrinación a Tierra Santa, la tierra de Jesús, el Papa Francisco pidió que se le acompañe con la oración, también por la paz en esa tierra que sufre tanto, donde abrazará al Patriarca Bartolomé I:

«También el próximo sábado, comienzo el viaje a Tierra Santa, la tierra de Jesús. Será un viaje estrictamente religioso. Primero, para encontrar a mi hermano Bartolomé I, en la celebración del 50 aniversario del encuentro de Pablo VI con Atenágoras I. Pedro y Andrés se volverán a encontrar y eso es muy bello. El segundo motivo es rezar por la paz en aquella tierra que sufre tanto. Les pido que recen por este viaje».

(CdM – RV)