24.05.14

Nunca fueron Iglesia

A las 12:11 AM, por Luis Fernando
Categorías : Anti-magisterio, Actualidad

 

Así empezaba la redacción de la noticia que InfoCatólica dio en primicia para todos los católicos de lengua española sobre la excomunión de los líderes de Somos Iglesia:

Este es el final de un largo enfrentamiento entre el movimiento «Wir sind Kirche» («Somos Iglesia») y el Vaticano.

Y Mons. Manfred Scheuer, obispo de Innsbruck, encargado de hacer pública la excomunión -tras el visto bueno de Roma- ha dicho que la misma no es “una victoria, sino siempre una derrota para la Iglesia. Con gran tristeza veo que, hasta ahora, las personas interesadas no se han retractado".

Ciertamente las excomuniones no son una victoria para nadie. Son una desgracia. Pero por muy desgraciadas que sean, a veces no hay más remedio que acudir a ellas. Lo hicieron los apóstoles y lo ha hecho la Iglesia durante siglos. Por mucho dolor que suponga tener que decirle a alguien que está excomulgado, no olvidemos que en no pocas ocasiones esa medida ha servido para que el fiel excomulgado vuelva sobre sus pasos, se arrepienta y vuelva a la comunión eclesial. Ocurrió también en tiempos de la era apostólica, como da testimonio San Pablo en su segunda epístola a los corintios, donde cuenta la reconciliación de un adúltero -se acostaba con la mujer de su padre-.

El problema con “Somos Iglesia” es que jamás han sido Iglesia ni nunca han tenido intención de serlo, por mucho que se pusieran ese nombre. Es decir, desde que “nacieron” no han dejado de manifestarse pública y pertinazmente contra la fe, la doctrina y las enseñanzas morales de la Iglesia Católica. Pretende ser católico negando la fe católica es como querer ser protestante negando el sola fide o el sola Scriptura y el libre examen. Algo absurdo.

Con todo, la excomunión a Martha Heizer y su esposo, Eheman Gert, no ha venido dada por su condición de herejes -en mi opinión lo son- sino por simular la celebración de la Eucaristía, uno de los “graviora delicta” que son juzgados por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ciertamente hay un componente doctrinal en ese delito canónico, pues el que lo comete demuestra que se pasa por el forro la fe católica sobre el sacramento de la Eucaristía y el sacramento del orden. Pero no se ha dicho que les corresponda la excomunión según el artículo 1364.1 del Código de Derecho Canónico. Lo aplicado en este caso lo pueden leer ustedes en este enlace.

La respuesta de Martha Heize demuestra su empecinamiento y necedad:

No aceptamos el decreto y, por el contrario, lo rechazamos. No aceptamos el proceso en su estructura y, consecuentemente, no aceptamos tampoco la condena. Seguiremos empeñándonos con mayor fuerza para la reforma de la Iglesia católica. Justamente esta forma de proceder demuestra cuán urgente necesite una renovación.

Pues muy bien. Puede decir y empeñarse en lo que le venga en gana. Como si quiere cantar la canción del premio de los Maestros Cantores de Wagner en la plaza de San Pedro. Está excomulgada y si no se arrepiente, morirá fuera de la comunión de la Iglesia. En ese caso, Dios no lo quiera, ni siquiera podrá recibir las exequias cristianas. Y con ella, su marido. Otra cosa es el juicio definitivo de Dios, que, evidentemente, solo Dios conoce.

Luis Fernando Pérez Bustamante