Del 1 al 8 de junio realizan su matriculación los alumnos de Educación Infantil y Primaria. Es el tiempo de elegir la asignatura de Religión, recuerda la delegada de enseñanza de la Diócesis de Málaga, Carmen Velasco.

-¿Cuál es la actual situación de la asignatura de Religión en las escuelas andaluzas?

-La enseñanza de la religión, de cualquier religión que tiene firmado convenio con el Estado Español, es de oferta obligatoria para los colegios y de elección voluntaria para los alumnos. La Religión tiene el mismo estatus con la LOMCE que ha tenido con la LOE y la LOGSE.

-En una sociedad cada vez más multicultural, ¿cómo se atiende la demanda de enseñanza de otras religiones en la escuela?

-Igual que la católica. La Constitución reconoce el derecho para todos los padres. Gracias a Dios cada vez hay más posibilidades de elegir la formación religiosa y moral que las familias quieren para sus hijos. Es un hecho y en la Diócesis de Málaga está ya normalizado que en un mismo aula haya niños que estén dando Religión Católica, Islámica, Evangélica… como lo más normal del mundo.

-La conveniencia de ofrecer o no Religión en la escuela es un debate permanente que ya llega incluso al desgaste. ¿Por qué merece la pena?

-Merece seguir luchando por eso porque es la única manera de que los derechos se hagan realidad. Si la Constitución reconoce ese derecho es el Estado el que tiene que hacer posible que se pueda desarrollar. Porque partimos de que la educación es integral. No educamos pedacitos de cabeza, educamos personas, y la dimensión trascendente es fundamental, lo que no quiere decir que el niño vaya a acabar haciendo la primera comunión. La cultura de nuestro país está totalmente marcada por la dimensión religiosa. Este debate es muy cansado, normalmente se utiliza ideológicamente, pero ¿por qué no nos podemos parecer a los países europeos también en esto? La situación en los países vecinos con los que nos podemos homologar es totalmente normalizada. Forma parte del currículum, del horario escolar, los alumnos o sus familias eligen la asignatura y es un tema sacado del debate educativo.

En otros países, como Francia, en el que la Religión está fuera de la escuela pública, hay un día a la semana en que los niños van al colegio por la tarde a dar Religión. En Gran Bretaña, la enseñanza religiosa es obligatoria. Finlandia, por ejemplo, el país con mejores estadísticas educativas, reconoce en el currículum la competencia religiosa con toda la normalidad del mundo. Que en el siglo XIX se debatiera este tema, vale, pero que en el siglo XXI, cuando en nuestro entorno es algo normalizado, nosotros sigamos haciendo “batallas de religión”, está un poco rancio desde mi punto de vista.

-¿Qué contenidos se imparten en la asignatura de Religión?

-El currículum de Religión está estructurado en varios bloques de contenidos: cultura religiosa, formación teológica, moral, doctrina social de la Iglesia, fenomenología del hecho religioso, estudio de las religiones… Realmente la formación que el niño recibe es amplia y transversal. Otro tema fundamental es el diálogo de la fe con la cultura, y es algo que desde infantil tenemos que trabajar, aunque sólo sea para comprender nuestra propia cultura y nuestra sociedad.

-¿Aquel que no estudia Religión, qué se pierde?

-La persona es una, única e integrada. A ese desarrollo contribuye la educación religiosa. Para poder incidir en la sociedad hay que conocer la realidad, por eso me llama mucho la atención que haya padres no católicos que quieren que sus hijos den Religión Católica. Y me dicen: “¡es que vivimos en España!”. Luego en casa la práctica religiosa estará orientada hacia un lado o hacia otro, pero reconocen que el conocimiento es fundamental. La clase de Religión no va dirigida a que un niño se confirme o se case por la Iglesia. La catequesis ofrece un itinerario de fe y de compromiso que pasa por los sacramentos. La clase de Religión, no.

-¿Estáis contentos con el porcentaje de alumnos que elige la enseñanza de la religión?

 -Sí, creemos que recoge la realidad social de este país. Ojalá las instituciones del Estado y de la Comunidad Autónoma hicieran públicas las cifras de los alumnos matriculados en religión, en todas las religiones, porque en Málaga, por los datos que yo tengo, llegan al 90% de los estudiantes. Aunque en Religión Católica son algo menos, que un 90% de las familias malagueñas elijan la religión es un dato significativo. Se ganan elecciones por menos y decimos que tienen mayoría.

 -¿Tienes experiencias de alumnos a los que haya servido especialmente la asignatura de Religión?

-El año pasado una profesora de secundaria me mandó un correo contándome que en la graduación de su instituto, un alumno empezó su discurso diciendo: “No estoy bautizado. Mis padres quisieron que diera Religión cuando era pequeño. Después yo he elegido seguir dando Religión y agradezco lo que he aprendido.” Son experiencias que se agradecen.

-¿Cómo se encuentra el profesorado de Religión?

-El profesorado de Religión es básico y fundamental. Son profesionales preparados, con mucha experiencia, a los que se le piden dos títulos: maestro y maestro de Religión. La inmensa mayoría está comprometida con el contenido con el que trabaja, y se encuentran ya un poco cansados de que sea la Religión, y ellos de rebote, la causa de todos los problemas del sistema educativo español. En la mayoría de los colegios e institutos son valorados, pero también hay gente que lo está pasando muy mal. Muchas veces viven señalados y es una situación que preocupa especialmente a los delegados de enseñanza y a los obispos.

(Ana Medina – Diócesis de Málaga. Fotografía S. Fenosa)