30.05.14

Reduccionismo y otros riesgos para el Sínodo sobre la familia

A las 5:24 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América, Teología de la Liberación

Del Vatican Insider

La instrumentalización es posible. Siempre existe el riesgo. En especial cuando se trata de un debate tan vigente como delicado: la crisis de la familia y cómo la Iglesia debe atender esa situación. Así lo reconoció el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), Carlos Aguiar Retes. No obstante, el arzobispo mexicano aclaró que tanto el Papa como el secretario de Sínodo, el cardenal Lorenzo Baldisseri, tienen “gran claridad” sobre este peligro y saben bien que el problema no puede reducirse a “asuntos periféricos”.

Este tema es una de las prioridades de Francisco. Por eso él mismo decidió convocar dos asambleas del Sínodo para discutirlo. En ellas participarán decenas de obispos de todo el mundo. La primera tendrá lugar en octubre y la segunda en el mismo mes del 2015. En realidad se tratará de una misma reunión en dos partes, las conclusiones de este año se mejorarán y enriquecerán en el tiempo entre uno y otro encuentro.

Aunque todavía faltan unos meses, el debate efectivo ya inició gracias al cuestionario preparatorio enviado a las iglesias particulares del mundo por la Secretaría del Sínodo que aborda, sin cortapisas, todo tipo de situaciones. Y también gracias al encuentro a puertas cerradas sostenido por el pontífice y más de 150 cardenales en febrero pasado.

Apenas unos días atrás, hablando a bordo del avión papal, Jorge Mario Bergoglio expresó su molesta porque muchas personas, incluso sacerdotes y obispos, redujesen todo a la casuística respecto a la posibilidad o no de dar la comunión a las fieles divorciados que se han vuelto a casar.

“El Sínodo será sobre la familia, sus problemas, sobre la riqueza de la familia, la situación actual de la familia. La presentación preliminar que hizo el Cardenal Kasper tenía cinco capítulos. Cuatro sobre las cosas bonitas de la familia desde el aspecto teológico, las problemáticas familiares, el problema pastoral de las separaciones, la nulidad matrimonial, los divorciados y el problema de la comunión”, recordó el Papa.

Lo cierto es que una buena parte de la discusión se ha centrado en este último punto: la eucaristía y los divorciados unidos en segundas nupcias. Y no sólo por culpa de la prensa, sino también por la intervención pública de notables cardenales, prelados e intelectuales católicos.

El martes 27 de mayo la directiva del Celam se reunió con el Papa en la Casa de Santa Marta. Tras el encuentro, Aguiar comentó: “Poder siempre puede ocurrir la instrumentalización, pero creo que se es muy consciente por lo que comentamos con el cardenal Baldisseri y con el Papa. Existe una gran claridad de que el tema se debe abordar a fondo y no desde una periferia, desde un problema concreto. La solución debe ser integral a la crisis que vive la familia”.

“La perspectiva del Sínodo es más amplia, integral, no recoge solamente ese problema concreto (de los divorciados) que es uno solo, real y de urgente atención, pero no es el único ni el fundamental. El central es la crisis por la que pasa la familia en el contexto del mundo de hoy, lo comentamos con el santo padre y le hablamos desde diferentes ópticas sobre la urgencia del problema, para poder atender y acompañar pastoralmente mejor a la familia en las diferentes situaciones que afronta en este tiempo”, añadió.

Durante la reunión en Santa Marta, que duró una hora, los obispos le informaron al Papa que se prepararán al Sínodo con un congreso que reunirá a agentes de pastoral familiar y presidentes de las 22 Conferencias Episcopales de la región, previsto para el mes de agosto.

“Se debe analizar el tema en su globalidad, con un corazón que comprende pero que no deja de decir las verdades del evangelio. Este es un tema en el cual la Iglesia debe hacer un fuerte discernimiento, pero lo fundamental es no perder la situación general de la familia para no limitarnos a casos, a situaciones específicas, que son todas muy dolorosas y a las cuales se les debe presentar el rostro misericordioso de Dios, pero que no deben polarizar todo el debate”, precisó Carlos Collazzi, obispo de Mercedes (Uruguay) y presidente del Comité Económico del Celam.

Interesante declaración.- Entre los varios temas que el arzobispo mexicano de Tlalnepantla tocó con la prensa el mismo día del encuentro de la cúpula del Celam con el Papa, dio una interesante postura respecto de la teología de la liberación. Como hemos abordado ampliamente ese asunto en este espacio, citamos aquí las palabras exactas pronunciadas por Aguiar Retes el martes pasado en la sede de la Pontificia Comisión para América Latina del Vaticano.

“Efectivamente las figuras relevantes de la teología de la liberación ya son personas ancianas, eso es indudable, y esa teología como tal, como la expresión de lo que fue, es también anciana, si no es que ya está muerta. Hoy en día no es ese el tema, la teología de la liberación que había sido planteada con una base sociológica que no cuadraba con la base teológica. Ese fue el punto de quiebre.

“Hubo esfuerzos de teólogos de la liberación que trataron de hacer que, de alguna manera, pudiera iluminar la teología. Eso fue en los años 70, 80, quizás a principios de los 90. Pero hoy, gracias a Dios, tenemos una reflexión teológica mucho más sapiencial, que no deja de lado la necesaria liberación del hombre integral. Es decir, ya no es por la lucha de clases, con la confrontación ricos - pobres, porque como sabemos para la iglesia ese no es el camino para una liberación social.

“La liberación es mostrar el rostro misericordioso de Dios padre, la ternura de Dios entre nosotros, que crezca la condición humana, la humanidad de la persona; que crezca la familia, el seno en donde se educa y crecer a la persona; y tener mucho cuidado en preparar generaciones para que en el futuro puedan tener esta conciencia, siendo líderes en todos los campos, social, económico y político.

“Es una tarea a mediano plazo que hoy el papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium la ha descrito perfectamente. Es una actitud crítica, de discernimiento y de acción pastoral, de la dimensión social de la fe. La fe tiene como consecuencia, si es una fe realmente auténtica un desarrollo positivo en la humanidad entre unos y otros”.