4.06.14

Si sabéis quiénes son mis asesinos, perdonadles

A las 12:12 AM, por Santiago Mata
Categorías : Lugares: Sevilla, Lugares: Córdoba, Lugares: Lleida, Meses: 06. Junio, Lugares: Ávila

Dos mártires de la guerra civil española nacieron un 4 de junio: un carmelita sevillano y un sacerdote diocesano ilerdense.

Los carmelitas mártires de Hinojosa del Duque

Eliseo María Camargo Montes, sacerdote carmelita de 49 años y natural de Osuna (Sevilla), fue asesinado en Hinojosa del Duque (Córdoba) el 18 de agosto de 1936 y beatificado en 2013. Había sido llevado a la cárcel de Hinojosa del Duque después del asalto al convento -de donde ya el 26 de julio sacaron para asesinarlo al sacerdote carmelita José María González Delgado- e incendio de la iglesia del Carmen el 14 de agosto, por un grupo que al entrar atropelladamente hirió de muerte al sacerdote José María Ruiz Cardeñosa, de 34 años, y que luego capturó al sacerdote de 48 años fray Antonio María Martín Povea, a quien, maniatado por la espalda, le hicieron recorrer todo el convento en busca del “dinero y de las armas que los frailes tenían escondidos”. Ya en el claustro alto, junto a la puerta del coro, hallaron al postulante de 43 años fray Pedro Velasco Narbona, y allí mismo acribillaron a los dos. En la madrugada del 18, seleccionaron a 18 católicos y los condujeron a La Cruz de la Media Legua, donde los asesinaron, dejando a fray Eliseo María como último en morir.

Víctima de un ajuste de cuentas de la CNT contra la UGT

Agapito Gorgues Manresa, de 23 años y oriundo de Cervià de les Garrigues (Lleida), fue ordenado sacerdote de la diócesis de Tarragona en junio de 1936 y celebró su primera misa solemne el 12 de julio en su pueblo, donde estaba a la espera de destino. Se refugió en una casa de Alcover y luego en el monte, donde lo descubrieron y el comité revolucionario de la Riba le hizo un pase para volver al pueblo. Dijo a sus familiares que estaba dispuesto al martirio y que “si algún día me matan y sabéis quienes han sido mis asesinos, perdonadles”. Aunque sus amigos quisieron disuadirle, se presentó ante el comité de Cervià, donde discutieron si matarlo o mandarlo a la prisión de Lleida. Al final lo dejaron en casa de sus padres, asegurándole que no le pasaría nada. Desde ese 2 de agosto hasta el 23 de octubre rezó todos los días las tres partes del rosario arrodillado, pues había hecho una promesa, e incluso estando enfermo se levantaba para cumplirla. Ya el 6 de agosto -día en que, según el estado 1 de la localidad en la Causa General (legajo 1462, expediente 24, folio 4) se cometió el primer asesinato en la persona de Bautista Nogués Martí, calificado de “católico” y “concejal”- fueron a detenerlo, pero por estar enfermo lo dejaron. Tras una discusión entre los representantes de la CNT y la UGT en el comité, asaltaron su casa a mediodía del día 23. Aunque el sacerdote y su padre escaparon por la puerta de atrás, a la hora y media encontraron a mosén Agapito en un corral y allí mismo lo mataron.

Cuatro labradores, según el estado 1 de la Causa General, fueron muertos el mismo día, con intervención de algunos del pueblo y “milicianos forasteros”, y ninguno de ellos católico: José Perramón Farré, calificado como independiente; Miguel Gasol Torrent, de “izquierda”; Sebastián Montañola Cuadrat, de “izquierda” y “concejal”, más Miguel Germá Rué, de “izquierda” y “juez suplente”. Un informe del comandante del puesto de la Guardia Civil en Vilosell, fechado el 28 de agosto de 1944 explica lo sucedido porque reinaba “gran tirantez política entre las Sindicales U.G.T. y C.N.T. decidieron ir a la lucha, siendo esta última la que recibió refuerzos de Lérida y otros puntos y, en el tiroteo que ambas sostuvieron, fueron perseguidas y asesinadas cinco personas”, sin que se pueda saber los responsables porque “como carecían de organización táctica, cada uno se tomaba su iniciativa”, aunque da por responsables a cuatro miembros del comité por la CNT que nombra y da por huidos a Francia, más otro en prisión, y a los de la UGT también huidos a Francia.

Más sobre los 1.523 mártires de la guerra civil española, en “Holocausto católico”.