Al recibir un premio de la Generalidad catalana

El arzobispo anglicano Desmond Tutu pide a Cataluña que se declare independiente aunque España no quiera

 

El arzobispo anglicano sudafricano Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz ha asegurado hoy que es preferible el acuerdo y el consenso a una declaración unilateral de independencia, aunque ha reconocido esta fórmula como la «segunda mejor opción». Tras recibir el XXVI Premi Internacional Catalunya de manos del presidente de la Generalidad, Tutu ha remarcado: «Parece de sentido común decir que si la mayoría de los siete millones de catalanes tienen ansias de independencia, el Gobierno central español debería escuchar».

4/06/14 12:39 PM


(Agencias/InfoCatólica) En un discurso aderezado de anécdotas, el arzobispo anglicano ha defendido que los partidos deberían estar discutiendo la mejor forma para lograr la independencia de los catalanes, respecto al resto de España, y qué tipo de relación beneficiaría a más personas.

«Tiene más sentido articular el plan futuro que permita relacionarse, que el deterioro y el riesgo de que Cataluña declare unilateralmente la independencia», ha dicho Tutu, que ha recordado el hito que supuso para el territorio la manifestación de 2012, en que más de un millón de ciudadanos salieron a la calle para manifestar sus ansias de autodeterminación.

También se ha referido a la cadena humana por la independencia que protagonizó el territorio un año después, y ha lamentado el rechazo del Congreso de los Diputados a la iniciativa del Parlament para reclamar una competencia legal para convocar un referéndum sobre la independencia.

Equipara a los que cuidan enfermos de Sida con los secesionistas catalanes

Tutu ha agradecido el «gran premio» recibido, y lo ha aceptado en nombre de muchas causas, como las personas comprometidas en salvar a chicas atrapadas en matrimonios con abusos del África Subsahariana y de aquellos que se oponen a la legislación homofóbica de Uganda.

También en nombre de los que luchan contra el cierre de Guantánamo, los que trabajan por la salud de los refugiados de Siria, las mujeres que cuidan a niños con Sida y aquellos que apoyan el derecho de los catalanes de «determinar su futuro de forma pacífica».