Critica abiertamente las tesis del cardenal Kasper

El vicario general de Chur recuerda que no pueden comulgar todos aquellos que estén en pecado mortal

 

El P. Martin Grichting, vicario general de la diócesis suiza de Chur, ha publicado un artículo, publicado en español en el blog de Sandro Magister, con motivo de la polémica sobre el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar. El sacerdote, que condena claramente las tesis del cardenal Kasper, cree que debería de prohibirse la comunión en más casos, de tal forma que esos fieles «ya no serían las únicas ovejas negras `discriminadas´ porque, como es sabido, no existe sólo el sexto mandamiento; hay diez».

14/06/14 9:30 AM


(InfoCatólica) El vicario de Chur recuerda que San Pío X «dictó algunas condiciones para la comunión frecuente. Los fieles no tienen que recibirla por costumbre, por vanidad o por respetos humanos; sobre todo, deben estar libres de pecados graves o tener la intención de no pecar más, según la palabra de San Pablo: `Que cada uno reconozca el cuerpo del Señor y no coma o beba su propia condena al recibirlo indignamente´ (1 Cor 11, 27-29)».

Sin embargo, el sacerdote constata que «las condiciones para recibir la comunión sacramental, que en la época de Pío X aún se consideraban obvias, no han vuelto casi a ser recordadas por la Iglesia en los últimos decenios».

Ante lo cual, propone lo siguiente:

Es necesario por tanto que haya, también en referencia a los “vueltos a casar” con rito civil - pero no solo -, un cambio de mentalidad. Si las condiciones mencionadas por el Papa Pío X para acercarse a la comunión sacramental se aplicaran aún en la praxis pastoral, la cuestión sobre la comunión sacramental de los «vueltos a casar» con rito civil se plantearía en un contexto más amplio y más favorable para ellos. Estos fieles ya no serían las únicas ovejas negras discriminadas porque, como es sabido, no existe sólo el sexto mandamiento; hay diez.

En relación a las tesis del cardenal Kasper, el P. Grichting es contundente:

El modo de proceder del cardenal Kasper ignora principios teológicos de la doctrina de la Iglesia sobre el sacramento de la penitencia, el matrimonio y la eucaristía. Es obvio que no se pueden sacrificar estos principios para “salvar” a la Iglesia. Si el debate permanece en este estrecho margen, corre el riesgo de bloquearse.

Y propone:

Queda, por tanto, como única solución desarrollar y poner en marcha una pastoral específica para los fieles “vueltos a casar” que respete la doctrina de la Iglesia. La Iglesia debe ocuparse, además, del empobrecimiento litúrgico que se ha creado en los últimos decenios. Por último, debe volver a estudiar y poner en discusión a nivel de Iglesia universal la cuestión del acercamiento digno y fructuoso a los sacramentos.