17.06.14

Ataron el cuerpo de la mártir a dos camiones para destrozarlo


Cinco mártires de la guerra civil española nacieron un 17 de junio: un terciario capuchino sevillano -que fue general de su congregación-, un dominico riojano, una franciscana misionera coruñesa, una cooperadora laica de las adoratrices gerundense y un sacerdote tarraconense hijo de la Sagrada Familia.

Lo desvalijaron antes de matarlo

José Arahal de Miguel (padre Bienvenido María de Dos Hermanas), de 49 años y natural de Dos Hermanas (Sevilla), profesó como terciario capuchino de la Virgen de los Dolores en 1905, hizo sus votos perpetuos seis años más tarde y se ordenó sacerdote en 1920. Desde 1927 a 1932 fue general de la congregación. Cuando el 20 de julio de 1936 la Escuela de Reforma de Santa Rita de Madrid es asaltada, el padre Bienvenido sigue con su hábito y es el último en abandonarla. El 31 de julio, y acompañado a la fuerza por dos milicianos, hubo de acudir al Banco de Vizcaya primero, y luego al de España, a sacar los fondos de la Escuela. Tras quitarle el dinero, el 1 de agosto fue asesinado en la Pradera de San Isidro. Fue beatificado en 2001.

Misionero en China y Filipinas

Manuel Moreno Martínez, sacerdote dominico de 74 años y natural de Rincón de Soto (La Rioja), era prior del convento de Ocaña (Toledo), en el que había profesado por primera vez en 1878. Ordenado sacerdote en Manila en 1885, predicó luego durante 26 años en China, seis años más en Filipinas y volvió a España en 1917. dejando fama de santo como confesor de las dominicas de Olmedo (Valladolid). En 1935 fue elegido prior de Ocaña. Ante el peligro revolucionario, planeaban llevar a Portugal a los religiosos más ancianos de ese convento, cuando fue asaltado el 22 de julio, por lo que Moreno proveyó de dinero a sus 31 compañeros y les dejó marchar donde creyeran conveniente. Los asaltantes saquearon el convento, profanaron la iglesia, quemaron las imágenes y el archivo. Moreno se refugió con el padre Maximino Fernández y fray Eduardo González en una casa hasta el 5 de agosto, cuando decidió ir a Madrid para buscar albergue para todos. En la estación de Ocaña les dieron un salvoconducto, pero en el tren correo de Cuenca les detuvieron y, llegados a la estación de Atocha, una vez vacío el recinto, los fusilaron, mientras gritaban: “¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Iglesia Católica!” Fue el mismo 5 de agosto de 1936. El padre Maximino Fernández quedó herido, pero no moriría hasta el día 15. Con el prior Moreno murieron en Atocha el padre Víctor García Ceballos, de 56 años -también había profesado en Ocaña en 1898 y era sacerdote desde 1906, tras muchas peripecias volvió a Ocaña en 1934-, y Eduardo González Santo Domingo, de 52 años, hermano cooperador que había profesado en 1914 y acababa de ser asignado al convento de Ocaña. Todos fueron beatificados en 2007.

Anciana y enferma, no se conformaron con matarla

María Consuelo Remiñan Carracedo (sor Isabel), de 60 años y oriunda de Seavia (La Coruña), era franciscana misionera de la Madre del Divino Pastor, fue asesinada en Madrid el 28 de octubre de 1936 y beatificada en 2013. Había hecho en 1912 la profesión perpetua. Padecía escrofulismos (lupus tuberculoso en la cara), lo que le producía fístulas en la piel, motivo por el cual ingresó en marzo de 1936 en el Hospital de la Venerable Orden Tercera de San Francisco (V.O.T.), el más antiguo de Madrid, en la calle San Bernabé. Ante los disturbios revolucionarios, con las otras religiosas se refugió en un piso que los superiores habían dispuesto en la calle Arenal. Permaneció allí algún tiempo, pero los registros se sucedían y creyendo estar mejor defendida en el hospital, decidió volver. En la calle fue reconocida y detenida. Según unos murió apedreada, y se dice que su cuerpo fue atado parte a un camión y parte a otro para destrozarlo.

Mercedes Tuní Ustech, de 48 años y natural de Gironal, era cooperadora laica de las esclavas adoratrices del Santísimo Sacramento con las que fue asesinada en Vicálvaro el 10 de noviembre de 1936 y beatificada en 2007 (ver artículo del aniversario). No se conserva foto suya.

Más sobre los 1.523 mártires de la guerra civil española, en “Holocausto católico”.