Después de recorrer la Plaza de San Pedro saludando a los miles
de peregrinos llegados de todas partes del mundo, el Papa dedicó
la Audiencia de este miércoles al pueblo de Dios. “La Iglesia es
una realidad muy amplia, abierta a toda la humanidad, y con una
historia muy antigua”.
El Santo Padre recordó que Dios “quiso formar un pueblo, para
que llevara su bendición a toda la tierra”, así subraya : “su
amor es la clave de todo”. Habló de la paciencia de Dios
comparándola con la paciencia de un padre con su hijo “que no se
cansa de educar”. El Papa exhortó a los fieles a rezar pidiendo
continuar en “la secuela del Señor”.
(MZ-RV)
Palabras del Papa en español:Queridos
hermanos y hermanas:
Hoy comienzo una serie de catequesis sobre la Iglesia. Es como
un hijo que hable de su madre, de su familia, porque la Iglesia
no es una ONG, ni debe restringirse al clero y al Vaticano. La
Iglesia es una realidad muy amplia, abierta a toda la humanidad,
y con una historia muy antigua. Fue fundada por Cristo, pero
hunde sus raíces en el Antiguo Testamento. Tres puntos quiero
indicar sobre esta historia: lo primero que llama la atención es
que al inicio Dios no llamó a Abraham solo, como individuo
aislado, sino que acogió también su casa, su familia, sus
siervos. Quiso formar un pueblo, para que llevara su bendición a
toda la tierra. Lo segundo es que no es Abraham quien convoca
ese pueblo; no es una obra humana para la que se pide la
bendición de Dios, es Dios quien toma la iniciativa. Su amor es
la clave de todo. El tercer punto non hace caer en la cuenta
que, pese a ponernos en camino, como Abraham, muchas veces
fallamos, nos resistimos. Es la historia de la fidelidad de Dios
y de la infidelidad del pueblo. Es la paciencia de Dios la que
no se cansa de educarnos, como un padre a su hijo. El
reconocernos pecadores nos permite acoger su misericordia; esto
hace crecer la Iglesia, no nuestros méritos, sino la experiencia
cotidiana del amor de Dios.
Saludo del Papa a un grupo de enfermos
antes de la Audiencia
Como hizo ya el pasado miércoles, antes de comenzar la Audiencia
General en la Plaza de San Pedro, el Papa se detuvo unos minutos
en el Aula Pablo VI para saludar a un copioso grupo de enfermos
que pudieron seguir la audiencia desde una pantalla gigante,
instalada en el aula, resguardados así del sol y del calor de la
plaza. Escuchemos su saludo:“Les agradezco la visita, ¡eh!
Espero que tengan una buena Audiencia aquí, con las pantallas
gigantes, y que recen para que no llueva, ¡eh!, ¿lo harán? ¡Así
la gente de fuera no se moja! Ahora doy a todos la bendición.
Recemos antes a la Virgen. (Ave María) Recen por mí, no lo
olviden, ¡eh! ¡Gracias!”