22.06.14

Los 800 niños arrojados a la fosa séptica de Tuam, otro mito sobre la malvada [católica] Irlanda

Ha debido ser duro, pero lo han reconocido: la historia de los 796 niños arrojados a una fosa séptica en Irlanda no es verdad. La primera en reconocerlo oficialmente es uno de sus primeros divulgadores, la agencia de noticias AP (The Associated Press):

En las noticias publicadas los días 3 y 8 de junio sobre los niños enterrados en tumbas sin identificar después de morir en un antiguo orfanato irlandés para hijos de madres solteras, The Associated Press (AP), informó erróneamente que los niños no habían recibido bautismo católico, los documentos muestran que muchos de los niños del orfanato habían sido bautizados.

AP también informó incorrectamente que la enseñanza católica de la época era negar el bautismo y la sepultura cristiana a los hijos de madres solteras; aunque eso pudiese haber ocurrido en algún caso en la práctica, no era la enseñanza de la Iglesia. Además en la noticia del 3 de junio, AP citó a una investigadora que dijo que creía que la mayoría de los restos de los niños que murieron allí fueron enterrados en una fosa séptica abandonada; la investigadora ha aclarado que sin la excavación y el análisis forense es imposible saber cuántos restos contiene el depósito. La noticia también tiene un error de fecha, el orfanato se abrió en 1925, no en 1926.

Ya conté en su momento los numerosos errores (intencionados) de la historia, su anticatolicismo no tan larvante. Muchos medios de comunicación reprodujeron el bulo, incluso algunos medios católicos la bobería de que la Iglesia enseñaba a no bautizar a los hijos de madres solteras y que no debían ser enterrados en suelo sagrado, introduciendo la duda de que quizá algunas cosas de la historia eran ciertas. Pues no.

AP, en un gesto que le honra, ya admitió que no dijo la verdad. ¿Lo harán el resto? Lo dudo.

Mi anterior artículo terminaba:

Podemos terminar como empezamos, ¡periodistas!, abandonen prejuicios y dígannos la verdad, y, sí, recen por esos niños, pudieron nacer y seguramente fueron bautizados.

Cuando se descubra que las religiosas actuaron, como siempre, con amor por los más desfavorecidos, con heroísmo, a ustedes no les importará. Nosotros nos quedaremos llorando a esos niños, que a buen seguro tuvieron la suerte de encontrar un poco de amor y cuidado, y que desgraciadamente no fue suficiente.

¿Alguno tendrá la hombría de restituir la honra robada, de repara la calumnia?