23.06.14

 

Dos gemelos varones de 20 días de vida que habían nacido prematuros necesitaban una transfusión. Sus padres se negaban por formar parte de los testigos de Jehová. Pero las autoridades del Hospital Oñativia, de la localidad bonaerense de Rafael Calzada, donde los bebés permanecen internados, acudieron a la Justicia y lograron que un juez autorizara rápidamente la práctica médica, que finalmente se realizó. Los bebés evolucionaban bien el pasado 20 de junio, según explicaba Rafael Calzada en el diario argentino Clarín.

El 29 de mayo pasado, con sólo 29 semanas de edad gestacional nacieron los gemelos, uno con 1.200 gramos de peso y el otro de 1.000, contó Silvia Marzo, directora del Oñativia. “Prematuros tan extremos como estos bebés muy frecuentemente necesitan ser trasfundidos durante alguna etapa de la evaluación clínica”, aseguró la médica. Y detalló: “Lo que se evalúa es el nivel de los glóbulos rojos en la sangre, en relación al estado clínico de los chicos. En este caso eran bebés que necesitaban oxígeno y respirador artificial por lo que se necesitaban una cantidad de hematocritos adecuada para el mejor transporte del oxígeno en sangre”.

Marzo contó que al enterarse de la creencia religiosa de los padres de los gemelos, la primera medida fue tratar de hacerles entender que la transfusión era necesaria debido al grave estado de los bebés, pero ellos se negaron rotundamente a permitirla. “Por ello, decidimos respetar el derecho superior de los niños y junto al área legal del hospital dar intervención a la Justicia”, relató Marzo.

Por su parte, Claudio Torresblanca, titular del área técnica y legal del hospital, aseguró que la jefa de neonatología, Gabriela Febreiani, le había informado sobre el estado de salud de los gemelos y también lo había puesto al tanto de que al pedir la autorización para la transfusión, mediante un consentimiento firmado, los padres, amparados en una objeción religiosa, la habían negado.

Se recurrió entonces al asesor de menores de turno, que en ese momento era Ebers Najle, de los tribunales de Lomas de Zamora. “Encontramos una contradicción bioética entre la autonomía de voluntad de los padres respecto de la patria potestad de sus hijos y el derecho a la salud de los niños”, manifestó Torresblanca, quien además detalló que, en consecuencia, se redactó una medida autosatifactiva, que es un proceso inminente ante actos u omisiones que causen o puedan causar perjuicios, en este caso a la salud.

Finalmente, el juez de familia número 5, Gustavo Lullo, dictó un fallo “haciendo lugar a la medida autosatisfactiva, facultando a la directora del hospital Oñativia, Silvia Marzo, a la transfusión sanguínea en la medida que fuera necesaria”.

Con la autorización de la Justicia, se realizó la transfusión a uno de los bebés y ocho días más tarde al otro gemelo, explicó el representante legal del hospital. Los bebés a los veinte días de vida ya no necesitaban oxígeno ni respirador artificial y se alimentaban por la boca sin necesidad de suero intravenoso.

“Si bien aún les queda un largo camino de recuperación, la evolución es realmente positiva”, aseguraron sobre los nenes en el Oñativia, y remarcaron: “Los padres hubieran preferido no hacer la transfusión, pero están contentos con la mejora de sus bebés”.