24.06.14

 

El Instituto Nacional de Estadística ha publicado las cifras “demográficas” del pasado año. Más que demográficas habría que calificarlas de “catastróficas”, porque demuestran que este país va camino del abismo.

Cada vez nacen menos niños. Cada vez hay menos mujeres en edad de tener niños. Cada vez hay menos matrimonios. Cada vez se retrasa más la edad de casarse. Y como la ciencia avanza que es una barbaridad, cada vez hay menos muertes, porque la gente vive más años.

Una nación que no tiene hijos, que prefiere matarlos en las clínicas abortistas antes que dejarles nacer, no merece sobrevivir. Una nación que no protege económica, legislativa y socialmente la institución familiar, que se dedica a experimentar con leyes inicuas, no merece sobrevivir.

Una nación que ha renegado de su historia, de sus raíces cristianas, de un pasado lleno de mártires, de una unidad que se ha entregado en manos de un cantonalismo vergonzante -llamado estado autonómico-, cuya monarquía renuncia a los símbolos de su pasada catolicidad, no merece sobrevivir.

No hará falta que Dios envíe ninguna plaga. No hará falta que Dios castigue a esta España apóstata. Ella sola se morirá. Las generaciones que hoy se niegan a tener hijos, o no pueden por razones económicas, serán eliminadas antes de tiempo vía sedaciones en hospitales, vía doctores de la muerte. Todo ello con la complicidad de los escasos hijos que han tenido. Los que viven entregados al aborto morirán por la eutanasia.

Sí, quedará un remanente fiel, que crea de verdad en Dios, que no se habrá entregado en manos de un catolicismo tibio, vergonzoso, pseudo-liberal. Pero seguramente ese remanente sea también perseguido, legal y socialmente, tanto desde fuera de la Iglesia como incluso desde dentro. Es bastante probable que gran parte de los miembros de esa Iglesia, en nombre de una misericordia bastarda, decidan ser un elemento decorativo más del espectáculo. Hablará poco para no molestar. No será testigo de la verdad.

Ánimo, españoles. Vais derechitos hacia el abismo. Seguid votando muerte. Seguid dejando atrás lo poco o mucho que os quede de fe. Recogeréis muerte pues en la muerte vivís.

Luis Fernando Perez Bustamante