CARTA DEL OBISPO

TIEMPO DE VACACIONES Y JORNADA DE RESPONSABILIDAD EN EL TRÁFICO

 

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SANTANDER | 04.07.2014


Queridos hermanos:

            Tiempo de vacaciones. Hemos comenzado el tiempo de verano con el que llegan para muchos las tan necesarias y reconfortantes vacaciones. Todos necesitamos, cada cierto tiempo, unos días de reposo físico, psicológico y espiritual.

            Las vacaciones son días donde se intensifica el bienestar y se vive el ocio y la evasión. “Evadirse” puede ser útil, a condición de que no se huya de los sanos criterios morales, de sí mismo y de los demás, del respeto al cuerpo y a la salud y, sobre todo, de Dios en quien hallamos el verdadero descanso y reposo.

            Por ser tiempo de descanso, en vacaciones deben cuidarse más los momentos de interioridad, de reflexión personal, de silencio y de escucha. Las múltiples ocupaciones y afanes de la vida ordinaria y del trabajo, con frecuencia, no nos dejan espacio para algo tan fundamental como el silencio interior. La gente de hoy apenas tiene tiempo para pensar y meditar con calma y prisas. Vivimos en una sociedad agitada y sin sosiego, que nos hace perder la capacidad de prestar atención a las necesidades del prójimo, e incluso la capacidad de encontrarnos a solas con nosotros mismos y con Dios.

Responsabilidad en el tráfico. Por otra parte, en estos días de verano, miles de personas se desplazan de un lugar a otro para iniciar sus vacaciones o regresar de las mismas, en los días llamados de ‘salida y retorno de vacaciones’, sin olvidarnos de los que diariamente lo hacen por motivos laborales y sociales.

Para que la esperanza de llegar al destino no quede frustrada por los accidentes de tráfico, es necesario poner en juego cuanto esté de nuestra parte en favor de la seguridad de las personas que viajan en nuestro vehículo y en los de los demás. Es verdad que en España los accidentes han disminuido en la última década. Por ello felicitamos a las administraciones correspondientes y a cuantas personas e instituciones han colaborado a ello. Con todo, es necesario seguir redoblando los esfuerzos, por parte de cada uno y desde las instituciones públicas y privadas, para reducir las cifras de accidentes hasta donde sea posible. Salvar una sola vida humana bien merece la pena.

Hay que reiterar una vez más el deber para todos de la prudencia en la guía y en el respeto de las normas del código vial. ¡Unas buenas vacaciones comienzan precisamente por esto.

La Iglesia en España celebra la Jornada de responsabilidad en el tráfico, el domingo 6 de julio, en torno a la festividad de San Cristóbal, Patrón de los conductores y automovilistas. En este día se nos invita especialmente a preocuparnos de este tema y a sentir como compañero de camino a Jesús igual que los discípulos de Emaús: Jesús se acercó y se puso a caminar con ellos”(Lc 24, 15).

            Con mi afecto de siempre, gratitud y bendición,

 

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander