NOTA DE PRENSA
Guillermo Ballenato: “El estudiante gana en autonomía y eficacia cuando mejora sus habilidades de comunicación, organización, aprendizaje o cooperación”
El profesor Guillermo Ballenato, responsable de la Orientación Psicopedagógica y del Programa de Mejora Personal de la Universidad Carlos III de Madrid, clausura el Curso de Verano sobre Educación que la Universidad Católica de Valencia organiza en Santander.
SANTANDER | 11.07.2014
El psicólogo Guillermo Ballenato, responsable de la Orientación Psicopedagógica de la Universidad Carlos III de Madrid y profesor de la Universidad de Valladolid, ha destacado “la importancia de potenciar en los estudiantes competencias transversales tales como la comunicación y oratoria, el aprendizaje, el trabajo en equipo, la organización y gestión del tiempo, o la inteligencia emocional”. Es preciso desarrollarlas durante todo el periodo educativo dado que “permiten potenciar la autonomía y la eficacia, y facilitan la labor de los/as alumnos/as tanto en el ámbito académico como posteriormente en el entorno laboral”.
Este experto en Psicología Educativa y autor de varios libros que abordan el desarrollo de estas habilidades, ha clausurado hoy el curso de verano titulado “La tutoría: Acompañar en el crecimiento personal”, que la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” ha venido impartiendo en el Seminario Monte Corbán de Santander desde el pasado 7 de julio.
“Estas capacidades -señala el profesor Ballenato- tienen un carácter general y permiten complementar la formación específica propia de las materias, itinerarios y carreras que se realizan. Los estudios a nivel internacional avalan la necesidad de su desarrollo, como quedó reflejado en las propuestas de Bolonia y en su inclusión entre las prioridades educativas a nivel europeo”.
“El Programa de Mejora Personal de la Universidad Carlos III de Madrid va a cumplir dos décadas apoyando el objetivo del desarrollo personal y la formación integral de los estudiantes. Tenemos el privilegio de contemplar directamente la utilidad de estas propuestas”, comentó. Durante su conferencia se ha detenido de un modo especial en los elementos clave para el desarrollo de estas competencias en los estudiantes.
Este psicólogo ha recordado que “todas las personas vinculadas a la educación tienen una importante labor en este sentido. Un seminario o un curso monográfico pueden ser útiles al estudiante, pero es esencial que se trabajen las competencias en todos los ámbitos; que pueda recibir orientaciones claras y precisas desde diversos profesionales y en diferentes contextos”, ha expresado.
En referencia a la destreza comunicacional, “más allá de mejorar la comunicación oral y escrita, es necesario alcanzar una verdadera comprensión de su importancia como herramienta de intercambio social. La armonía en la interacción puede ser tan relevante como la claridad. Así, elementos como la escucha, la positividad o la preparación resultan críticos, al igual que en las intervenciones en público, en las que aspectos como la comunicación no verbal o el autocontrol cobran especial relevancia”, ha añadido.
Respecto al trabajo en equipo, el ponente reflexionaba sobre las sinergias que se generan: “En la construcción compartida, el resultado del grupo supera de forma notable la mera suma de las aportaciones individuales” Es preciso “vivenciar el proceso de construcción del equipo, comprender el papel de las interacciones y motivaciones individuales, el liderazgo compartido y su evolución durante la vida del grupo, así como las estrategias de prevención y solución de conflictos”, ha destacado.
Así mismo, en lo que a organización se refiere, afirma que “deberíamos despertar una conciencia profunda del verdadero valor del tiempo y de su gestión. La vida está hecha de tiempo. ¿Sabemos en qué se nos va, cómo ser más eficaces o cómo optimizar los recursos?”. “Los estudiantes pueden ayudarse de recursos como la programación semanal, la ponderación de actividades o el seguimiento diario de las mismas”, ha aseverado Ballenato.
“Con frecuencia, el deseo del docente vocacional por impartir su a menudo extensa materia termina por relegar a un segundo plano el trabajo en paralelo de estas competencias, restándoles un tiempo necesario y muy valioso. Afortunadamente cada vez más centros abordan con naturalidad, desde edades muy tempranos, exposiciones en público, trabajos cooperativos o aprendizajes autónomos. Asumir, incorporar e integrar decididamente estas habilidades supondría una verdadera revolución pedagógica”.
“Entre la lógica, la memoria o el razonamiento, debe haber un espacio reservado para la inteligencia emocional. Tiempo para desarrollar valores y crecer como personas. La tutoría puede ayudar a la adecuada gestión de pensamientos, emociones y conductas. El desarrollo de habilidades sociales o de la empatía requiere de recursos especiales. La propia palabra y la conducta del educador o del orientador sirven en muchos casos de modelo y de ejemplo: la palabra enseña y el ejemplo arrastra”, concluye el profesor Ballenato, citando ese inspirador aforismo latino.
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