Católicos
El equipo de “Un Dios prohibido” busca nuevas posibilidades

“El primer beato gitano o un anarquista moderado son dos de las historias que tienen fuerza de sobra para una película”

El equipo que elaboró la película Un Dios prohibido acaba de regresar de recoger su último premio internacional en Roma.

Aunque aún  están trabajando en la promoción de esta película sobre los mártires de la Guerra Civil, desvelan a Religión Confidencial algunas ideas en las que no les importaría trabajar, como la vida del primer beato gitano, que podría ser canonizado brevemente, o la historia de un anarquista que trató de hacer lo correcto en medio de la Guerra Civil.


 

El último de los galardones que avalan su trayectoria es el Premio a la Mejor Película en el V Festival Mirabile Dictu, considerado el Óscar del cine católico. Pero es solo uno de la larga cadena de reconocimientos a la película española Un Dios prohibido. Religión Confidencial ha hablado con su director, Pablo Moreno, sobre los proyectos que tiene un equipo que aún se sorprende con el éxito obtenido con una película sobre los mártires de la Guerra Civil.

“Sabíamos que la película tenía un gran potencial, pero no esperábamos que fuese tratada con tantísimo cariño por parte del público, que fuese tan solicitada y que ganase los premios y reconocimientos que está ganando”, explica Moreno cuando recuerda la larga trayectoria de esta película que tanto ha sorprendido a crítica y a público.

Tienen muchos sueños por delante y no pocas ideas. De hecho, reconoce que con todo el trabajo de documentación que tuvieron que hacer para preparar Un Dios prohibido, surgieron otras muchas y buenas ideas. La de los mártires claretianos fue la elegida para arrancar, pero se toparon con una historia suficiente en cada historia secundaria: “Descubrimos una historia muy grande, tan grande que daba vértigo mirar y pensar por dónde comenzar. Juanjo Días Polo, nuestro guionista, hizo un gran trabajo de síntesis, extrayendo lo mejor y encajándolo de forma maravillosa en un guión, pero efectivamente cada pequeña historia por minúscula que apareciese en la película, merecía una adaptación o película propia”.

De entre las muchas historias que descubrió en esas búsquedas, hay dos que, para Moreno, son susceptibles de convertirse en película: “La del tío Pelé, el primer gitano Beato, esa es una historia que da de sobra para una película y tiene una gran fuerza. Y la historia de Eugenio Sopena, el Anarquista moderado, es una historia apasionante de un hombre que intenta ser coherente a sus ideas y hacer lo correcto hasta el final”.

Será más adelante porque ahora los sueños de esta productora están centrados en la promoción de la película Un Dios Prohibido. Para él, esta película ha demostrado que “mucha gente busca este tipo de cine, que habla no sólo a los sentidos sino también a nuestra alma. Es un diálogo profundo y enriquecedor independientemente del credo del film o del espectador”. No es un cine sobre temas religiosos sino un cine en el que la cuestión religiosa lo empapa todo.