Una imagen de Santiago como peregrino

La iglesia de Santiago de Lorca recupera a su titular en el día de su fiesta

 

La iglesia de Santiago, del siglo XVIII, la más dañada por los seísmos de mayo de 2011 y aún en fase de rehabilitación, recuperó ayer la imagen de su titular, una talla del apóstol que vuelve a presidir el altar mayor y que también acaba de ser restaurada de los desperfectos que le causaron los terremotos. Decenas de fieles siguieron los trabajos de colocación de la talla de José Gerique en el templo, que abrirá de forma parcial en otoño.

27/07/14 11:42 AM


(La Verdad/InfoCatólica) La talla, una imagen de Santiago como peregrino, escoltado por cuatro ángeles que entre nubes juguetean con su sombrero, es una obra en madera policromada del imaginero José Gerique que fue realizada después de que otra imagen anterior del santo resultara destruida durante el incendio y saqueo de la iglesia durante la Guerra Civil.

El gran tamaño de la composición impidió que los terremotos la destruyeran por completo, aunque el desplome de la cúpula del templo la desgajó en ocho fragmentos, rompió las alas de los ángeles, parte de la peana y de una de las figuras del grupo escultórico, que sufrió abrasiones y arañazos generalizados en toda la policromía.

La empresa Lorquimur, que se encarga de la restauración del templo, ha sufragado los gastos de la rehabilitación de la talla de Santiago, que ayer volvió a ser colocada, en coincidencia con el día de su festividad, en la hornacina principal de la iglesia, completamente desnuda ahora, y sobre la que en breve será colocado un retablo en madera similar al que destruyó otro incendio a principios del siglo XX.

El párroco de la iglesia, Eduardo Sánchez, no ocultó ayer su satisfacción por el resultado de la restauración, ante las decenas de fieles que asistieron al momento de su colocación en el lugar preferente del templo. Será reabierto de forma parcial a principios de otoño, aunque la rehabilitación total aún no ha concluido. Las ruinas de la iglesia de Santiago se convirtieron en todo un icono de los daños causados por los terremotos en el patrimonio histórico de la ciudad y su imagen dio la vuelta al mundo cuando las puertas del templo destruido fueron abiertas horas después de los seísmos para que vieran su estado los Reyes de España, entonces Príncipes de Asturias.