8.09.14

 

Una feligresa de la parroquia, una Rafaela cualquiera, para entendernos, anda de vacaciones por Cataluña. Yo sé que cuando está de viaje intentan ir a misa cada día y sobre todo cada sábado o domingo a un templo diferente para conocer iglesias y de paso hacer turismo.

El sábado acudieron a misa a la parroquia de L’Escala, un precioso pueblo de la Costa Brava. Misa en catalán, cosa que le parece perfecta. A la entrada pudo tomar una hojita con las lecturas en castellano y el rato de la homilía pues desconecta y aprovecha para leer la hoja parroquial que edita la diócesis de Gerona.

Pues hete aquí que el sábado encontró, como separata, una reflexión escrita desde la propia parroquia de L’Escala se supone que por el señor cura párroco, y si no desde luego publicada con su consentimiento. Me la ha hecho llegar escaneada por si ella lo había entendido mal. Le llamó la atención que en ella se afirmara que la comunión no es vertical, que decir que los sacerdotes viven la comunión si están en sintonía con el obispo era un error, que la comunión es siempre entre iguales, que vivir la comunión es servirnos unos a otros. También le sorprendió leer que el vínculo de la comunidad no ha de estar en un culto mediatizado por un sacerdote, sino en el espíritu de fraternidad y servicio entre todos.

Me decía esta Rafaela, ¿no decimos que la Eucaristía es fuente, centro y culmen de la vida cristiana? Pues ahora parece que andamos todos equivocados menos el mosén.

Pero lo que le ha sacado especialmente de sus casillas es que el autor de la reflexión dijera que la falta de sacerdotes es del todo providencial, vamos que es una suerte andar tan escasos de curas. Porque me decía esta Rafaela que han visto por la zona pueblitos donde se celebra una vez al mes, más aún, en la propia parroquia de L’Escala, un pueblo con más de diez mil habitantes en invierno y ni te cuento en verano, de lunes a viernes tampoco hay misa, apenas una celebración de esas “en ausencia de presbítero”. Pues por lo visto es una enorme suerte.

Se me ha ocurrido entrar en la web del obispado de Gerona. 383 parroquias y 12 anejos. No llegan a doscientos los sacerdotes con cargo pastoral. Siete seminaristas. Pues el mosen de L’Escala tan feliz, qué suerte, qué providencial.

La Rafaela de turno me decía: le doy la razón en lo de que es una suerte andar escasos de sacerdotes. Para que digan lo que dice este señor…

Me preguntaba esta feligresa que si conozco al párroco de L’Escala. Pues no, ni me he molestado en buscarlo. Tampoco creo que fuera tan difícil. Es igual. Cuento lo que ella me manda. Al final, tristeza. Una población de diez mil habitantes y ni misa diaria. Por lo visto, providencial.