Mensaje al encuentro interreligioso que se celebra en Amberes

El Papa pide que los jefes de las religiones cooperen para resolver conflictos y buscar la paz

 

Ayer domingo dio comienzo el encuentro interreligioso, «La Paz es el Futuro», organizado por la Comunidad de San Egidio en la ciudad belga de Amberes, y que coincide con los 100 años del comienzo de la Primera Guerra Mundial. El congreso contó con un videomensaje que envió el papa Francisco a los organizadores y a los participantes. El Santo Padre aseguró que ha llegado el tiempo en el que los jefes religiosos cooperen eficazmente parar curar heridas, resolver conflictos y buscar la paz.

8/09/14 7:57 AM


(Zenit/InfoCatólica) «Agradezco a la diócesis de Amberes y a la Comunidad de San Egidio –dijo el Santo Padre– por haber organizado este encuentro en el cual hombres de diferentes tradiciones religiosas han venido para una peregrinación de oración y de diálogo, inspirados en el 'espíritu de Asís'».

El Papa ha subrayado como la guerra nunca sea un medio satisfactorio para reparar las injusticias. «La guerra arrastra a los pueblos a una espiral de violencia que después se demuestra difícil de controlar; demuele lo que generaciones han trabajado para construir, y preparar el camino a injusticias y conflictos aún peores», indicó.

Espíritu de Asís

El papa «Francisco invitó además a que «nuestras variadas tradiciones religiosas puedan en el espíritu de Asís, dar una contribución a la paz. Yo espero que estos días de oración y de diálogo sirvan para recordar que la búsqueda de la paz y de la comprensión a través de la oración puedan crear relaciones duraderas de unidad y prevalecer sobre las pasiones de la guerra».

«Ha llegado el tiempo –prosiguió el Papa– en el cual los jefes de las religiones cooperen con eficacia a la obra de curar las heridas, resolver los conflictos y buscar la paz». Porque indica: «La paz es el signo seguro del empeño por la causa de Dios».

El Santo Padre indica además su confianza hacia los representantes allí reunidos: «Los jefes de las religiones llamados a ser hombres y mujeres de paz, tienen la posibilidad de promover una cultura del encuentro y de la paz, cuando otras alternativas fallan o vacilan».

«Tenemos que ser -concluye el Pontífice- constructores de la paz y nuestras comunidades tienen que ser escuelas de respeto y de diálogo con aquellas de otros grupos étnicos o religiosos».