Con el fin de contener la propagación del virus del Ébola, Manos Unidas ha enviado dos nuevas partidas de ayuda de emergencia a Sierra Leona, por un importe total de 95.062 euros. La sensibilización, la capacitación del personal sanitario y la formación de grupos de voluntarios que  lleven a cabo tareas informativas entre la población son esenciales para detener el avance de una enfermedad que ha afectado ya a cerca de 4.000 personas. El virus no da tregua en los países afectados. Cada día supone un nuevo desafío para quienes trabajan sin descanso, ocupándose de los afectados y de la población más vulnerable. “Estamos planeando un encuentro sobre el ébola entre sacerdotes y representantes de otras religiones”, comenta Peter Konteh, director ejecutivo de Caritas en Freetown. Después de un largo día de trabajo y cuando estaba a punto de retirarse a casa a descansar, Peter Konteh recibió una llamada telefónica, que puso fin de golpe a la perspectiva de descanso. “Alguien ha muerto detrás de nuestro recinto –escribe-  y tiene que confirmarse si ha sido a causa del ébola. Hemos llamado al Ministerio de Sanidad, pero hasta que llegue la ambulancia se nos va a hacer muy tarde”. “Mientras os escribo me encuentro desesperado. No sé si nos van a poner en cuarentena. Todo depende del resultado del test que le hagan al muerto”, lamenta. “Por favor, rezad por nosotros”. Sensibilización puerta a puerta Precisamente, una de las partidas de emergencia se ha enviado a Caritas Freetown, para apoyar un proyecto que se localiza en 34 comunidades de los 2 distritos rurales de la provincia oeste de Sierra Leona, comunidades que rodean a la capital del país, donde todavía no se ha llevado a cabo ningún tipo de concienciación. Caritas Freetown ya tiene sanitarios voluntarios trabajando en las comunidades y serán ellos los que se encarguen de diseminar la información acerca de la enfermedad. La campaña se realizará en las cinco lenguas de la zona, de forma personal y por medio de mensajes en soporte físico (pósters), por megafonía y a través de la radio. Ademásse entregará material higiénico para lavar manos, ropa y otras superficies que hayan estado en contacto con casos sospechosos o con cadáveres. El número estimado de beneficiarios directos es de unas 197.098 personas. El importe del proyecto es de 81.180 euros. Kenema, la ciudad fantasma Por su parte, la hermana mexicana Elisa Padilla, describe la situación en la zona de Kenema. “Retiramos a las hermanas de Kenema porque las cosas están mas serias por esos rumbos. A las veces parece que la ciudad fuera un gran cementerio por la gran tristeza que se respira. Hay 8 checkpoints solo dentro de Kenema tratando de tomar la temperatura a quien pasa evitando que quien esta infectado siga pasándola a otros…”. La segunda emergencia que se ha aprobado en Manos Unidas se va a destinar a la sensibilización en tres mancomunidades del distrito de Bo, en la provincia sur, fronteriza con la de Kenema. Por ello, la organización local, Pelewahun Rural Development, quiere realizar labores de sensibilización comunitaria y una campaña casa por casa en las comunidades, con la intención de lograr la aceptación de la realidad de la enfermedad y llevar un seguimiento de los casos sospechosos y de las muertes acontecidas en las comunidades. Y entrega de un kit sanitario para 10 puestos de salud en las mancomunidades de Valunia, Badja y Komboya. El proyecto, que tiene un importe de  13.882 euros, va a beneficiar directamente a 2.500 personas. A estas dos acciones de emergencia hay que sumar la enviada el pasado mes de agosto: 16.000 euros, que beneficiarán a 27.000 personas en la diócesis de Bo.   (Manos Unidas)