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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 21 de septiembre de 2014

Primera Plana

El avión del Papa aterrizó en Albania
Después de 21 años un papa vuelve a la tierra de las águilas. Con el lema: Junto a Dios, con la esperanza que no desilusiona nunca

10.30 - Francisco en Albania: 'Nadie se escude en Dios para cometer violencias'
El santo padre elogia el clima de respeto y confianza recíproca entre católicos, ortodoxos y musulmanes, cuando extremistas instrumentalizan la religión para su violencia

10,20 - El presidente de Albania: El respeto se transmitió de una generación a otra
Bujar Nishani: 'De una dictadura que quería cambiar la antropología humana, para crear un nuevo hombre sin Dios, sin libertad, hemos pasado a ser un país de convivencia interreligiosa'

El Pontífice: ¿Por qué voy a Albania?
El papa Francisco lo explicó en el vuelo de regreso del viaje apostólico a Corea

11,00 - El Santo Padre celebra la santa misa en plaza 'Madre Teresa'
Ante miles de personas que asistían, el Papa recordó a los mártires del régimen comunista e invitó a difundir el mensaje del Evangelio

12.40 - Francisco en el ángelus: 'No a la idolatría del dinero'
El Papa invita a los jóvenes: 'Con la fuerza del Evangelio y el ejemplo de los mártires, digan no a la engañosa libertad individualista, no a las dependencias y a la violencia'

16,15 - El Papa: 'Dialogar desde la propia identidad religiosa, sin relativismo'
En la Universidad Católica: 'Cuando se expulsa a Dios, se acaba por adorar ídolos'. La verdadera libertad religiosa rehuye a la tentación de la intolerancia y del sectarismo. Encontrar caminos hacia una justicia social más compartida

17,00 - El Papa en Albania: hablan dos testimonios de la persecución
En la catedral, antes de rezar las Visperas. El santo padre abraza al anciano sacerdote diocesano y a la monja estigmatina

17,30 - El Papa en Albania: 'He tocado a dos mártires'
El Santo Padre improvisa unas palabras: Hay de nosotros si buscamos otra consolación fuera del Señor. Ellos no se vanaglorian porque el Señor los hacía ir adelante

18,30 - El Papa en Albania: La bondad logra renunciar a la venganza
En el Centro de Asistencia 'Betania' se dirige a los operadores sanitarios. 'En el sacrificarse por los otros se encuentra la alegría'

Mirada al mundo

Italia: comunidad islámica pide liberen a rehenes
El imán de Florencia y presidente de la Unión de las Comunidades Islámicas en Italia hace llamamiento en árabe e italiano que será pasado en televisiones de Oriente Medio


Primera Plana


El avión del Papa aterrizó en Albania
Después de 21 años un papa vuelve a la tierra de las águilas. Con el lema: Junto a Dios, con la esperanza que no desilusiona nunca

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - Hace 21 años, Juan Pablo II visitó Albania. Este domingo el boeing A320 de Alitalia que llevaba al papa Francisco, aterrizó en el aeropuerto internacional 'Madre Teresa' de la ciudad de Tirana, pocos minutos antes de las 9 de la mañana. El vuelo procedente del aeropuerto internacional Leonardo Da Vinci, de la ciudad de Fiumicino, a 25 kilómetros de Roma, partió a las 7,30. Es el cuarto viaje internacional del Santo Padre, y primero en Europa. 

Al dejar el territorio italiano, el santo padre Francisco hizo llegar al presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, el siguiente telegrama:

“En el momento en el cual parto hacia el viaje apostólico a la República de Albania, me da gusto dirigirme a usted y a todos los italianos con un saludo afectuoso y con mis mejores deseos de paz y serenidad.

En el aeropuerto el Pontífice ha sido recibido en la aeronave por el nuncio apostólico, Ramiro Molines Inglés. Al pié de la escalera le esperaba el primer ministro Edi Rama, además del arzobispo de Tirana, Rrok Mirdita, y el presidente del episcopado, Angelo Massafra.

En desde el aeropuerto el Santo Padre partió en una mercedes gris hacia la ciudad de Tirana, capital de Albania, a 18 kilómetros de distancia. Albania el país más pobre de la Unión Europea, con una población de mayoría musulmana, en la que conviven sin problema personas de todos los credos. 

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10.30 - Francisco en Albania: 'Nadie se escude en Dios para cometer violencias'
El santo padre elogia el clima de respeto y confianza recíproca entre católicos, ortodoxos y musulmanes, cuando extremistas instrumentalizan la religión para su violencia

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - Una vez concluida la visita de cortesía al presidente de la República, el santo padre Francisco encontró en el salón Scanderbeg del Palacio Presidencial de Tirana, a las autoridades civiles, al cuerpo diplomático y a algunos líderes religiosos del país. 

Después del discurso del presidente, Bujar Nishani, el Santo Padre pronunció las palabras que reportamos a continuación.

Señor Presidente
Señor Primer Ministro
Distinguidos Miembros del Cuerpo Diplomático Excelencias, Señoras y Señores

Estoy muy contento de encontrarme con ustedes en esta noble tierra de Albania, tierra de héroes, que sacrificaron su vida por la independencia del país, y tierra de mártires, que dieron testimonio de su fe en los tiempos difíciles de la persecución. Les agradezco la invitación a visitar su patria, llamada “tierra de las águilas”, y gracias también por la festiva acogida.

Ha pasado ya casi un cuarto de siglo desde que Albania ha encontrado de nuevo el camino arduo pero apasionante de la libertad. Gracias a ello, la sociedad albanesa ha podido iniciar un camino de reconstrucción material y espiritual, ha desplegado tantas energías e iniciativas, se ha abierto a la colaboración y al intercambio con los países vecinos de los Balcanes y del Mediterráneo, de Europa y de todo el mundo. La libertad recuperada les ha permitido mirar al futuro con confianza y esperanza, poner en marcha proyectos y tejer nuevas relaciones de amistad con las naciones cercanas y lejanas.

El respeto de los derechos humanos --respeto es una palabra fundamental-- entre los cuales destaca la libertad religiosa y de pensamiento, es condición previa para el mismo desarrollo social y económico de un país. Cuando se respeta la dignidad del hombre, y sus derechos son reconocidos y tutelados, florece también la creatividad y el ingenio, y la personalidad humana puede desplegar sus múltiples iniciativas en favor del bien común.

Me alegro de modo especial por una feliz característica de Albania, que debe ser preservada con todo cuidado e interés: me refiero a la convivencia pacífica y a la colaboración entre los que pertenecen a diversas religiones. El clima de respeto y confianza recíproca entre católicos, ortodoxos y musulmanes es un bien precioso para el país y que adquiere un relieve especial en este tiempo en que, de parte de grupos extremistas, se desnaturaliza el auténtico sentido religioso y en que las diferencias entre las diversas confesiones se distorsionan e instrumentalizan, haciendo de ellas un factor peligroso de conflicto y violencia, en vez de una ocasión de diálogo abierto y respetuoso y de reflexión común sobre el significado de creer en Dios y seguir su ley.

Que nadie piense que puede escudarse en Dios cuando proyecta y realiza actos de violencia y abusos. Que nadie tome la religión como pretexto para las propias acciones contrarias a la dignidad del hombre y sus derechos fundamentales, en primer lugar el de la vida y el de la libertad religiosa de todos.

Lo que sucede en Albania demuestra en cambio que la convivencia pacífica y fructífera entre personas y comunidades que pertenecen a religiones distintas no sólo es deseable, sino posible y realizable de modo concreto. En efecto, la convivencia pacífica entre las diferentes comunidades religiosas es un bien inestimable para la paz y el desarrollo armonioso de un pueblo. Es un valor que hay que custodiar y hacer crecer cada día, a través de la educación en el respeto de las diferencias y de las especificas identidades abiertas al diálogo y a la colaboración para el bien de todos, mediante el conocimiento y la estima recíproca. Es un don que se debe pedir siempre al Señor en la oración. Que Albania pueda continuar siempre en este camino, sirviendo de ejemplo e inspiración para muchos países.

Señor Presidente, tras el invierno del aislamiento y las persecuciones, ha llegado por fin la primavera de la libertad. A través de elecciones libres y nuevas estructuras institucionales, se ha consolidado el pluralismo democrático que ha favorecido también la recuperación de la actividad económica. Muchos, movidos por la búsqueda de trabajo y de mejores condiciones de vida, sobre todo al comienzo, tomaron el camino de la emigración y contribuyen a su modo al progreso de la sociedad albanesa. Otros muchos han descubierto las razones para permanecer en su patria y construirla desde dentro. El trabajo y los sacrificios de todos han contribuido a mejorar las condiciones generales.

La Iglesia católica, por su parte, ha podido retomar una existencia normal, restableciendo su jerarquía y reanudando los hilos de una larga tradición. Se han edificado o reconstruido lugares de culto, entre los que destaca el Santuario de la Virgen del Buen Consejo en Scutari; se han fundado escuelas e importantes centros educativos y de asistencia, para toda la ciudadanía. La presencia de la Iglesia y su acción es percibida justamente como un servicio no sólo para la comunidad católica sino para toda la Nación.

La beata Madre Teresa, junto a los mártires que dieron testimonio heroico de su fe --a ellos va nuestro reconocimiento más alto y nuestra oración-- ciertamente se alegran en el Cielo por el compromiso de los hombres y mujeres de buena voluntad para que florezca de nuevo la sociedad y la Iglesia en Albania.

Sin embargo, ahora aparecen nuevos desafíos a los que hay que responder. En un mundo que tiende a la globalización económica y cultural, es necesario esforzarse para que el crecimiento y el desarrollo estén a disposición de todos y no sólo de una parte de la población. Además, el desarrollo no será auténtico si no es también sostenible y ecuo, es decir, si no tiene en cuenta los derechos de los pobres y no respeta el ambiente. A la globalización de los mercados es necesario que corresponda la globalización de la solidaridad; el crecimiento económico ha de estar acompañado por un mayor respeto de la creación; junto a los derechos individuales hay que tutelar los de las realidades intermedias entre el individuo y el Estado, en primer lugar la familia. Albania afronta hoy estos desafíos en un marco de libertad y estabilidad que hay que consolidar y que representa un buen augurio para el futuro.

Agradezco cordialmente a cada uno por la exquisita acogida y, como hizo san Juan Pablo II, en abril de 1993, invoco sobre Albania la protección de María, Madre del Buen Consejo, confiándole las esperanzas de todo el pueblo albanés. Que Dios derrame sobre Albania su gracia y su bendición. 

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10,20 - El presidente de Albania: El respeto se transmitió de una generación a otra
Bujar Nishani: 'De una dictadura que quería cambiar la antropología humana, para crear un nuevo hombre sin Dios, sin libertad, hemos pasado a ser un país de convivencia interreligiosa'

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - El presidente de Albania, Bujar Nishani, al dirigir sus palabras al santo padre Francisco, en el salón Scanderbeg del Palacio Presidencial de Tirana, definió la jornada de hoy como 'un gran evento histórico para todos los albaneses, en Albania y en el mundo'.

Le agradeció “de corazón” por haber elegido este país en su primer viaje a Europa y le recordó que 'somos un pueblo antiguo con una fuerte conciencia nacional' que le agradece a Dios 'en maneras diversas porque tenemos diversas culturas y religión'.

Añadió que hemos estado en paz y armonía y nuestras religiones, son la musulmana, ortodoxa y católica, 'las cuales saben dialogar'.

Esto, añadió el presidente, no es sólo reciente, porque las religiones lograron pasar todos los procesos históricos respetandose unos a los otros, 'llegando en 1912 a nuestra independencia'. O sea que no existe discriminación, intolerancia, extremismo, sino 'respeto recíproco que ha pasado de generación a generación'.

Recordó también las décadas trágicas del comunismo, porque 'hemos pasado 50 años de una dictadura que quería cambiar la antropología humana, para crear un nuevo hombre sin Dios, sin libertad, proclamado un estado ateo'. Y como los católicos y las otras comunidades religiosas resistieron de manera heroica a la dictadura 'creando un fundamento para este Estado'. Y que las últimas palabras que pronunciaban los católicos que fueron ejecutados eran 'viva Albania y viva el Papa', porque en nombre del binomio de patria y fe, miles de clérigos dieron su vida.

Gracias a los albaneses y a su fe dijo, 'a todos los albaneses, como hijos de un mismo Dios', su país renación en 1990 de las cenizas.

Indicó que la historia de los católicos de Albania 'es una parte importante en la historia de la Iglesia', y precisó que en 1469 se registra la primera escritura en idioma albanés: la fórmula de la bendición del bautismo. Citó además a Madre Teresa de Calcuta, asegurando que 'nosotros somos el pueblo de Madre Teresa'.

Enumeró también una serie de hechos históricos que muestran la solidaridad entre la Santa Sede y Albania, con el líder Scándemberg contra los turcos, a la independencia nacional hace un siglo y escuchando la voz de la esperanza, como la de Juan Pablo II, en abril de 1993, durante su visita a Albania para favorece el florecer de la Iglesia católica y la remarcar la importancia de la convivencia interreligiosa.

El presidente Bujar Nishani, dirigiéndose al Santo Padre le dijo: 'Siempre escucho sus predicaciones en plaza San Pedro”' y las calificó como 'una doctrina verdadera de paz para la estabilidad del mundo. Contra las pobrezas, contra las guerras, contra la corrupción y egocentrismo'. Indicó también que 'la convivencia entre las religiones es un tema que usted toca e importante para nuestra democracia albanesa'.

Llegando al final de sus palabras recordó un lema de su país: 'La casa del albanés es la casa del amigo y de Dios', y añadió que 'por lo tanto hoy es doblemente vuestra'. Recordó también como del país más aislado de Europa han tomado el estatus de candidatos a la Unión Europea, y como un país oficialmente ateo, hoy es un país de solidaridad entre las religiones.

Concluyó agradeciendo 'por este honor que hoy nos hizo, y le aseguramos que Albania siente el privilegio que nos hizo con esta visita histórica'.

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El Pontífice: ¿Por qué voy a Albania?
El papa Francisco lo explicó en el vuelo de regreso del viaje apostólico a Corea

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - En el vuelo de regreso del viaje apostólico que el santo padre Francisco realizó a la República de Corea, el 18 de agosto pasado, al dialogar con los periodistas recordó que el viaje a Albania tiene dos motivos importantes.

“Primero porque lograron formar un gobierno --y pensemos a los Balcanes-- un gobierno de unidad nacional entre islámicos, ortodoxos y católicos, con un consejo interreligioso que ayuda tanto y está tan bien equilibrado. Y esto va bien y es armónico".

El santo padre añadió que "la presencia del Papa quiere decirle a todos los pueblos: 'Se puede trabajar juntos'. Yo lo he sentido como una ayuda en favor de ese noble pueblo".

"Y hay algo más --explicó el papa Francisco-- si pensamos a la historia de Albania, que fue desde el punto de vista religioso, el único de los países comunistas que en su Constitución tenía el ateísmo práctico. Si uno iba a misa, era anticonstitucional. Y me comentaba uno de los ministros, que fueron destruidas -y quiero ser preciso- 1.820 iglesias. ¡Destruidas!, ortodoxas, católicas. Y en aquel tiempo otras iglesias fueron transformadas en cines, teatros, salas de baile..."
Y el Papa concluyó: "Yo he sentido que debía ir”.

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11,00 - El Santo Padre celebra la santa misa en plaza 'Madre Teresa'
Ante miles de personas que asistían, el Papa recordó a los mártires del régimen comunista e invitó a difundir el mensaje del Evangelio

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - Después de haber dejado en Palacio Presidencial, donde el santo padre Francisco encontró a las autoridades, se dirigió en un auto descubierto hacia la cercana plaza Madre Teresa, para celebrar allí la santa misa. A su llegada el alcalde de Tirana, Lulzim Xhelal Basha, le entregó las llaves de la ciudad. 

A las 11 inició la santa misa, en la plaza Madre Teresa, donde miles de personas se congregaron para participar, y permanecieron a pesar de la lluvia que cayó al inicio de la eucaristía. En su homilía hecha en italiano, el Santo Padre recordó el sacrificio de tantos sacerdotes y fieles martirizados de manera atroz por el régimen comunista y precisó que se abre una nueva fase, en la que todos tienen que sentirse llamados a difundir el mensaje del Evangelio.

A continuación el texto.

El Evangelio de hoy nos dice que Jesús, además de llamar a los Doce Apóstoles, llamó a otros setenta y dos discípulos y los envió a anunciar el Reino de Dios en los pueblos y ciudades (cf. Lc 10, 1-9. 17-20). Él vino a traer al mundo el amor de Dios y quiere que se difunda por medio de la comunión y de la fraternidad. Por eso constituyó enseguida una comunidad de discípulos, una comunidad misionera, y los preparó para la misión, para “ir”. El método misionero es claro y sencillo: los discípulos van a las casas y su anuncio comienza con un saludo lleno de significado: «Paz a esta casa» (v. 5). No es sólo un saludo, es también un don: la paz. Queridos hermanos y hermanas de Albania, también yo vengo hoy entre ustedes a esta plaza dedicada a una humilde y gran hija de esta tierra, la beata Madre Teresa de Calcuta, para repetirles ese saludo: paz en sus casas, paz en sus corazones, paz en su Nación.

En la misión de los setenta y dos discípulos se refleja la experiencia misionera de la comunidad cristiana de todos los tiempos: El Señor resucitado y vivo envía no sólo a los Doce, sino también a toda la Iglesia, envía a todo bautizado a anunciar el Evangelio a todos los pueblos. A través de los siglos, no siempre ha sido bien acogido el anuncio de paz de los mensajeros de Jesús; a veces les han cerrado las puertas. Hasta hace poco, también las puertas de su País estaban cerradas, cerradas con los cerrojos de la prohibición y las exigencias de un sistema que negaba a Dios e impedía la libertad religiosa. Los que tenían miedo de la verdad y de la libertad hacían todo lo posible para desterrar a Dios del corazón del hombre y excluir a Cristo y a la Iglesia de la historia de su País, si bien había sido uno de los primeros en recibir la luz del Evangelio. En la segunda lectura que hemos escuchado se mencionaba a Iliria que, en tiempos del apóstol Pablo, incluía el territorio de la actual Albania.

Pensando en aquellos decenios de atroces sufrimientos y de durísimas persecuciones contra católicos, ortodoxos y musulmanes, podemos decir que Albania ha sido una tierra de mártires: muchos obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos, ministros de otras religiones, pagaron con la vida su fidelidad. No faltaron pruebas de gran valor y coherencia en la confesión de la fe. ¡Fueron muchos los cristianos que no se doblegaron ante la amenaza, sino que se mantuvieron sin vacilación en el camino emprendido! Me acerco espiritualmente a aquel muro del cementerio de Escútari, lugar-símbolo del martirio de los católicos, donde fueron fusilados, y con emoción ofrezco las flores de la oración y del recuerdo agradecido e imperecedero. El Señor ha estado a su lado, queridos hermanos y hermanas, para sostenerlos; Él los ha guiado y consolado, y los ha llevado sobre alas de águila, como hizo con el antiguo pueblo de Israel, como hemos escuchado en la primera lectura. El águila, representada en la bandera de su País, los invita a tener esperanza, a poner siempre su confianza en Dios, que nunca defrauda, sino que está siempre a nuestro lado, especialmente en los momentos difíciles. 

Hoy las puertas de Albania se han abierto y está madurando un tiempo de nuevo protagonismo misionero para todos los miembros del pueblo de Dios: todo bautizado tiene un lugar y una tarea que desarrollar en la Iglesia y en la sociedad. Que todos se sientan llamados a comprometerse generosamente en el anuncio del Evangelio y en el testimonio de la caridad; a reforzar los vínculos de solidaridad para promover condiciones de vida más justas y fraternas para todos. Hoy he venido agracecerles por su testimonio, y para animarlos a hacer crecer la esperanza dentro de ustedes y a su alrededor; a involucrar a las nuevas generaciones; a nutrirse asiduamente de la Palabra de Dios abriendo sus corazones a Cristo: su Evangelio les indica el camino. Que su fe sea alegre y radiante; muestre que el encuentro con Cristo da sentido a la vida de los hombres, de todos los hombres.

En espíritu de comunión con los obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos, los animo a impulsar la acción pastoral y a seguir buscando nuevas formas de presencia de la Iglesia en la sociedad. En particular, me dirijo a los jóvenes: no tengan miedo de responder con generosidad a Cristo, que los invita a seguirlo. En la vocación sacerdotal o religiosa encontrarán la riqueza y el gozo de darse a sí mismos para servir a Dios y a sus hermanos. Muchos hombres y mujeres esperan la luz del Evangelio y la gracia de los Sacramentos. Este es un pueblo jóvenes con muchos jóvenes, y donde hay juventud hay esperanza.

Iglesia que vives en esta tierra de Albania, gracias por todo el ejemplo de tu fidelidad al Evangelio. Muchos de tus hijos e hijas han sufrido por Cristo, incluso hasta el sacrificio de la vida. Que su testimonio sostenga tus pasos de hoy y de mañana en el camino del amor, la libertad, la justicia y sobre todo en el camino de la paz. Amén. 

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12.40 - Francisco en el ángelus: 'No a la idolatría del dinero'
El Papa invita a los jóvenes: 'Con la fuerza del Evangelio y el ejemplo de los mártires, digan no a la engañosa libertad individualista, no a las dependencias y a la violencia'

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco al concluir la misa este domingo 21 en la Plaza Madre Teresa, en Tirana, la capital de Albania, rezó el ángelus y dirigió las siguientes palabras a los varios miles de personas allí presentes. 

«Queridos hermanos y hermanas:

Antes de que acabe esta celebración, me gustaría dirigir un saludo a todos ustedes, venidos de Albania y de otros países vecinos. Les agradezco su presencia y el testimonio que dan de su fe.

En especial a ustedes, jóvenes, dicen que Albania es el país con más jóvenes en Europa. Los invito a cimentar su existencia en Jesucristo: quien pone su fundamento en Cristo edifica sobre roca, porque Él siempre permanece fiel, incluso aunque nosotros seamos infieles (cf. 2 Tm 2,13). Jesús nos conoce mejor que nadie; cuando nos equivocamos, no nos condena, sino que nos dice: «Anda, y en adelante no peques más» (Jn 8,11).

Queridos jóvenes, ustedes son la nueva generación de Albania, el futuro de la patria. Con la fuerza del Evangelio y el ejemplo de los mártires, digan no a la idolatría del dinero, no a la idolatría del dinero, no a la engañosa libertad individualista, no a las dependencias y a la violencia. Digan sí, en cambio, a la cultura del encuentro y de la solidaridad, sí a la belleza inseparable del bien y de la verdad; sí a la vida entregada con magnanimidad y fidelidad en las pequeñas cosas. Así construirán una Albania y un mundo mejor, siguiendo también el ejemplo de vuestros antecesores.

Dirijámonos ahora a la Virgen Madre, que veneran sobre todo con el título de “Nuestra Señora del Buen Consejo”. Me acerco espiritualmente a su Santuario de Escútari, al que tanta devoción tienen, y pongo en sus manos toda la Iglesia en Albania y todo el pueblo albanés, particularmente las familias, los niños y los ancianos, que son la memoria via del pueblo. La Virgen María los lleve, “juntos con Dios, hacia la esperanza que no defrauda nunca”».  

Angelus Domini...

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16,15 - El Papa: 'Dialogar desde la propia identidad religiosa, sin relativismo'
En la Universidad Católica: 'Cuando se expulsa a Dios, se acaba por adorar ídolos'. La verdadera libertad religiosa rehuye a la tentación de la intolerancia y del sectarismo. Encontrar caminos hacia una justicia social más compartida

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - Después celebrar de la misa y el ángelus, en la plaza Madre Teresa, el papa Francisco tuvo un encuentro con los obispos albaneses. Hacia las 13,30, el Santo Padre almorzó con los obispos albaneses, en la nunciatura apostólica.

Hacia las 16 horas, el papa Francisco se dirigió a la Universidad Católica Nuestra Señora del Buen Consejo, para encontrar a los líderes de otras religiones y denominaciones cristianas.

Participaron al encuentro los resposnables de las seis mayores comunidades religiosas presentes en el país: musulmana, bektaski, católica, ortodoxa, evangelista, y judía. De un lado estaban sentados los obispos y de otro las autoridades de las otras religiones, lo que al Papa le permitió bromear hacia el final de sus palabras, indicando que no eran como dos equipos de fútbol contrarios. 

El encuentro ha sido introducido por el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Ángelo Masssafra (OFM) arzobispo deScutari-Pult, quien dirigió unas palabras al Papa.

A continuación reportamos las palabras del Santo Padre.

«Queridos amigos:

Me alegro mucho de este encuentro con los responsables de las principales confesiones religiosas presentes en Albania. Mi saludo respetuoso a cada uno de ustedes y a las comunidades que representan; y gracias de corazón a Mons. Massafra por sus palabras de presentación e introducción. Es importante que estén aquí juntos: es signo del diálogo que viven día a día, intentando establecer entre ustedes relaciones fraternas y de colaboración por el bien de toda la sociedad. Gracias por lo que hacen.

Albania ha sido tristemente testigo de la violencia y de las tragedias que se pueden producir si se excluye a Dios a la fuerza de la vida personal y comunitaria. Cuando, en nombre de una ideología, se quiere expulsar a Dios de la sociedad, se acaba por adorar ídolos, y enseguida el hombre se pierde, su dignidad es pisoteada, sus derechos violados. Ustedes saben bien a qué atrocidades puede conducir la privación de la libertad de conciencia y de la libertad religiosa, y cómo esa herida deja a la humanidad radicalmente empobrecida, privada de esperanza y de ideales.

Los cambios que se han producido a partir de los años 90 del siglo pasado han tenido también como efecto positivo la creación de las condiciones para una efectiva libertad religiosa. Esto ha hecho posible que las comunidades reaviven tradiciones que nunca se habían apagado del todo, a pesar de las feroces persecuciones, y ha permitido que todos, también desde sus propias convicciones religiosas, puedan colaborar positivamente en la reconstrucción moral, antes que económica, del país.

En realidad, como dijo san Juan Pablo II en su visita a Albania , «la libertad religiosa [...] no es sólo un don precioso del Señor para cuantos tienen la gracia de la fe: es un don para todos, porque es la garantía fundamental para cualquier otra expresión de libertad [...]. Nada como  la fe nos recuerda mejor que nadie que, si tenemos un único creador, todos somos hermanos. La libertad religiosa es un baluarte contra todos los totalitarismos y una aportación decisiva a la fraternidad humana» (Mensaje a la Nación de Albania, 25 de abril de 1993).

Pero inmediatamente es necesario añadir: «La verdadera libertad religiosa rehúye la tentación de la intolerancia y del sectarismo, y promueve actitudes de respeto y diálogo constructivo». No podemos dejar de reconocer que la intolerancia con los que tienen convicciones religiosas diferentes es un enemigo particularmente insidioso, que desgraciadamente hoy se está manifestando en diversas regiones del mundo.

Como creyentes, hemos de estar atentos a que la religión y la ética que vivimos con convicción y de la que damos testimonio con pasión se exprese siempre en actitudes dignas del misterio que pretende venerar, rechazando decididamente como no verdaderas, por no ser dignas ni de Dios ni de los hombres, todas aquellas formas que representan un uso distorsionado de la religión. La religión auténtica es fuente de paz y no de violencia. Nadie puede usar el nombre de Dios para cometer violencia. Matar en nombre de Dios es un gran sacrilegio. Discriminar en nombre de Dios es inhumano.

Desde este punto de vista, la libertad religiosa no es un derecho que garantiza únicamente el sistema legislativo vigente –lo cual es también necesario–: es un espacio común, un ambiente de respeto y colaboración que se construye con la participación de todos, también de aquellos que no tienen ninguna convicción religiosa. Me permito indicar dos actitudes que pueden ser especialmente útiles en la promoción de la libertad religiosa. La primera es ver en cada hombre y mujer, también en los que no pertenecen a nuestra tradición religiosa, no a rivales y menos aún a enemigos, sino a hermanos y hermanas.

Quien está seguro de sus convicciones no tiene necesidad de imponerse, de forzar al otro: sabe que la verdad tiene su propia fuerza de irradiación. En el fondo, todos somos peregrinos en esta tierra, y en este viaje, aspirando a la verdad y a la eternidad, no vivimos, ni individualmente ni como grupos nacionales, culturales o religiosos, como entidades autónomas y autosuficientes, sino que dependemos unos de otros, estamos confiados los unos a los cuidados de los otros. Toda tradición religiosa, desde dentro, debería lograr dar razón de la existencia del otro.

La segunda actitud es el compromiso en favor del bien común. Siempre que de la adhesión a una tradición religiosa nace un servicio más convencido, más generoso, más desinteresado a toda la sociedad, se produce un auténtico ejercicio y un desarrollo de la libertad religiosa, que aparece así no sólo como un espacio de autonomía legítimamente reivindicado, sino como una potencialidad que enriquece a la familia humana con su ejercicio progresivo. Cuanto más se pone uno al servicio de los demás, más libre es.

Miremos a nuestro alrededor: cuántas necesidades tienen los pobres, cuánto les falta aún a nuestras sociedades para encontrar caminos hacia una justicia social más compartida, hacia un desarrollo económico inclusivo. El alma humana no puede perder de vista el sentido profundo de las experiencias de la vida y necesita recuperar la esperanza. En estos ámbitos, hombres y mujeres inspirados en los valores de sus tradiciones religiosas pueden ofrecer una ayuda importante, más aún, insustituible. Es un terreno especialmente fecundo para el diálogo interreligioso.

Y otra cosa, este fantasma de que todo es relativo, el relativismo. Hay un principio claro: no se puede dialogar si no se parte de la propia identidad, sin identidad no puede existir diálogo, sería un diálogo fantasma, no sirve. Cada uno pertenece a la propia identidad religiosa y el Señor sabe como conduce la historia, vamos al diálogo con la propia identidad no fingiendo como si uno tuviera otra, eso no sirve, es relativismo. 

Lo que nos acomuna es el camino de la vida, es la buena voluntad desde la propia identidad, de hacer el bien a nuestros hermanos y hermanas. Hacer el bien, y así como hermanos vamos juntos. Cada uno de nosotros ofrece al otro el testimonio de la propia identidad, el diálogo con el otro. Después el diálogo puede ir adelante sobre temas teológicos, y esto es muy lindo. Per lo más importante es caminar juntos sin traicionar la propia identidad, sin disfrazarla, sin hipocresía. A mi me hace bien pensar a esto.

Queridos amigos, les animo a mantener y a desarrollar la tradición de buenas relaciones entre las comunidades religiosas presentes en Albania, y a sentirse unidos en el servicio a su querida patria.

Con un poco de, sentido del humor podríamos decir que esto se parece a un partido de fútbol, de un lado los católicos y del otro los de otras religiones. Todos juntos por el futuro de la patria y de la humanidad sigan a ser signo para este país y para los demás países, de que son posibles las relaciones cordiales y de fecunda colaboración entre hombres de diversas religiones. Y por favor recen por mí. Lo necesito, tanto. Gracias».

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17,00 - El Papa en Albania: hablan dos testimonios de la persecución
En la catedral, antes de rezar las Visperas. El santo padre abraza al anciano sacerdote diocesano y a la monja estigmatina

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - Después de la visita a la Universidad del Nuestra Señora del Buen Consejo, el Santo Padre se dirigió a la catedral de San Pablo, para celebrar las vísperas con lo sacerdotes y religiosas, los seminaristas y los miembros de los diversos movimientos laicales.

El arzobispo de Tirana, Mons. Rrok K. Mirdita, dirigió unas palabras y le siguió el testimonio de un sacerdote y una religiosa, muy ancianos que narraron la persecución sufrida por el régimen comunista.

Padre Ernesto Simoni, sacerdote diocesano, 84, se dirigió a los presentes y recordó con la llegada al poder del partido comunista comenzaron a detener y asesinar a varios sacerdotes, los cuales murieron diciendo 'Viva Cristo Rey'. Sus superiores diocesanos fueron fusilados, indicó. 

Añadió que después de 8 años de sacerdocio le descubrieron, arrestaron y llevaron a la cárcel, en situación inhumana; y le decían: 'Te golpeamos porque tu predicas a Cristo', porque querían que renegara. Cuando estaba por morir, lo dejaron libre.
Recordó también cuando en la cárcel le pusieron un falso preso para hacerlo hablar contra el comunismo y poder así condenarlo. Estuvo preso por 18 años y en la celda había escrito: 'Mi vida es Jesús'. Después pasó a los trabajos forzados.
Con la caída del comunismo y el regreso de la libertad religiosa ahora es párroco y asiste a 118  pueblos.

Maria Caleta, una religiosa Estigmatina, contó que su párroco fue encarcelado ocho años, y al ser liberado porque estaba muriendo, regresó donde sus fieles, pero encuentra que no existía más su parroquia. Hoy ese párroco se encuentra con un proceso de canonización abierto.

Ella estuvo siete años en la congregación de las estigmatinas, hasta que los comunistas cierran la comunidad y dispersan a las religiosas. Ella con otras personas intenta mantener la fe. 'A veces no estaba segura si no me espiaban, pero seguía difundiendo la fe' dijo. Después llegó la época de los trabajos forzados. Un día por la calle una señora de una familia comunista le pidió que bautizara a su hijo, y ella temía fuera una trampa, pero tomó el agua en la calle y lo bautizó. Narró el deseo que tenía de ir a una misa, de recibir el sacramento. Y cuando piensa se asombra de haber podido hacer eso poco que hizo. 

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17,30 - El Papa en Albania: 'He tocado a dos mártires'
El Santo Padre improvisa unas palabras: Hay de nosotros si buscamos otra consolación fuera del Señor. Ellos no se vanaglorian porque el Señor los hacía ir adelante

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - En la catedral de Tirana, a continuación del testimonio del anciano sacerdote y de la religiosa estigmatina, el Santo Padre encabezó el rezo de las Vísperas.

Concluida la oración el santo padre Francisco puso de lado el discurso preparado y se lo dejó al obispo para que después se los diera, e improvisó algunas palabras. 

Citando el texto de las vísperas dijo:

En estos dos meses me he preparado para esta visita, leyendo la historia de la persecución en Albania y para mi fue una sorpresa, no imaginaba que vuestro pueblo hubiera sufrido tanto. Y después hoy en la calle desde el aeropuerto hasta la plaza, todos esas fotos. Se ve que este pueblo conserva la memoria de estos mártires que han sufrido tanto. 

Pueblo de mártires, y al inicio de esta celebración he tocado a dos. Lo que puedo decirles es lo que ellos dijeron con su vida, con sus palabras simples. Contaban las cosas con una simplicidad y con tanto dolor. Y nosotros podemos preguntarles, ¿cómo hicieron para sobrevivir a tanta tribulación? Y nos dirán esto que hemos escuchado en esta frase en la segunda frase del libro de los Corintos: "Dios es Padre misericordios y Dios de toda consolación. Ha sido él que nos ha consolado", con esta simplicidad. 

Ellos han sufrido demasiado, físicamente, psíquicamente esta angustia de la incerteza: si serían fusilados o no... Y vivían así, con aquella angustia. Y el Señor les consolaba. Pienso a Pedro en la cárcel con las cadenas. Toda la Iglesia rezaba por él. El Señor consoló a Pedro. En los mártires y a estos dos que hemos escuchado hoy, el Señor les consoló porque había gente en la Iglesia, en el pueblo de Dios, tantas viejitas santas y buenas, tantas monjas de clausura que rezaban por ellos. , personas y ancianas rezaban por ellos.

Este es el misterio de la Iglesia, cuando la Iglesia le pide al Señor que consuele a su pueblo, lo consuela ampliamente y también escondidamente. Consuela en la intimidad del corazón, y consuela con la fortaleza.

Ellos, estoy seguro, no se vanaglorian de lo que han vivido porque saben que el Señor les hacía ir hacia adelante. Pero nos dicen algo: que para nosotros que fuimos llamados por el Señor para seguirlo de cerca, la única consolación es Él

Ay de nosotros si buscamos otra consolación. Ay de los sacerdotes, religiosos, religiosas, novicias, consagrados cuando buscan consolaciones lejos del Señor. Hoy no quiero apalearlos, o quiero ser el verdugo, pero sepan que si buscan consolaciones en otra parte no serán felices.

Más aún, no podrán consolar a nadie porque tu corazón no estuvo abierto a la consolación del Señor. Y concluyo, como dice el gran Elías al pueblo de Israel: rengueando con las dos piernas.

'Sea bendito Dios Padre, Dios de toda consolación, el cual nos consuela en cada tribulación nuestra, para que podamos consolar también a aquelos que se encuentran el cualquier tipo de alficción, con la consolación con la cual fuimos consolados nosotros mismos, por Dios'. 

Es lo que han hecho estos dos, sin pretensiones, sin vanagloriarse, dándonos el servicio de consolarnos. Aunque digan 'somos pecadores', más aún: 'Pecadores pero el Señor estuvo con nosotros'. Este es el camino, no desanimarse. Disculpen si les uso hoy como ejemplo, porque cada uno tiene que ser ejemplo para los otros. Y vayamos a casa pensando: hoy hemos tocado a mártires. 

El texto escrito que estaba preparado y que les dejó para que lo lean después es el siguiente:

«Queridos hermanos y hermanas: 

Me alegro de poder tener este encuentro con ustedes en su querida tierra; doy gracias al Señor y les agradezco a todos su acogida. Así les puedo expresar mejor mi apoyo a su tarea evangelizadora.

Cuando su país salió de la dictadura, las comunidades eclesiales se pusieron en marcha de nuevo y reorganizaron la acción pastoral, afrontando con esperanza el futuro. Quiero expresar especialmente mi reconocimiento a aquellos pastores que pagaron un alto precio por su fidelidad a Cristo y por su decisión de permanecer unidos al Sucesor de Pedro. Fueron valientes ante las dificultades y las pruebas. Todavía se encuentran entre nosotros sacerdotes y religiosos que sufrieron cárcel y persecución, como la hermana y el hermano que han compartido su propia experiencia. Los abrazo conmovido y alabo a Dios por su fiel testimonio, que estimula a toda la Iglesia a seguir anunciando el Evangelio con alegría.

A partir de esta experiencia, la Iglesia en Albania puede crecer en espíritu misionero y en entrega apostólica. Conozco y valoro cómo se oponen decididamente a las nuevas formas de “dictadura” que amenazan con esclavizar a los individuos y a las comunidades. Si el régimen ateo intentaba acabar con la fe, estas dictaduras, de forma más encubierta, pueden hacer desaparecer la caridad. Me refiero al individualismo, a la rivalidad y a los enfrentamientos exacerbados: es una mentalidad mundana que puede contagiar también a la comunidad cristiana. No se desanimen ante estas dificultades, no tengan miedo de mantenerse en el camino del Señor. Él está siempre a su lado y los asiste con su gracia para que se apoyen unos a otros, para que sean comprensivos y misericordiosos y acepten a cada uno como es, para que cultiven la comunión fraterna.

La evangelización es más eficaz cuando cuenta con iniciativas compartidas y con una sincera colaboración entre las diversas realidades eclesiales y entre los misioneros y el clero local: esto requiere determinación para no cejar en la búsqueda de formas de trabajo común y de ayuda recíproca en los campos de la catequesis, de la educación católica, así como en la promoción humana y en la caridad. En estos ámbitos, es valiosa también la aportación de los movimientos eclesiales, dispuestos a planificar y trabajar en comunión con sus Pastores y entre ellos. Es lo que veo aquí: obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, una Iglesia que quiere caminar en fraternidad y en unidad.

Cuando el amor a Cristo está por encima de todo, incluso de las legítimas exigencias particulares, entonces es posible salir de uno mismo, de nuestras “minucias” personales y grupales, y salir al encuentro de Jesús en los hermanos; sus llagas son todavía visibles hoy en el cuerpo de tantos hombres y mujeres que tienen hambre y sed, que son humillados, que están en la cárcel o en los hospitales. Y precisamente tocando y sanando con ternura esas llegas, es posible vivir en profundidad el Evangelio y adorar a Dios vivo en medio de nosotros.

¡Son muchos los problemas que se presentan cada día! Todos ellos los estimulan a lanzarse con pasión a una generosa actividad apostólica. Sin embargo, sabemos que nosotros solos no podemos hacer nada: «Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles” (Sal 127,1). Esta certeza nos invita a dar cada día el espacio debido al Señor, a dedicarle tiempo, a abrirle el corazón, para que actúe en nuestra vida y en nuestra misión. Lo que el Señor promete a la oración confiada y perseverante supera cuanto podamos imaginar (cf. Lc 11,11-12): además de lo que pedimos, nos da también el Espíritu Santo. La dimensión contemplativa es así indispensable en medio de los compromisos más urgentes e importantes. Cuanto más nos llama la misión a ir a las periferias existenciales, más siente nuestro corazón la íntima necesidad de estar unido al de Cristo, lleno de misericordia y de amor.

Y teniendo en cuenta que aún se necesitan más sacerdotes y consagrados, el Señor les repite también hoy a ustedes: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies» (Mt 9,37-38). No podemos olvidar que esta oración está precedida por una mirada: la mirada de Jesús que ve la abundancia de la cosecha. ¿Tenemos también nosotros esta mirada? ¿Sabemos reconocer la abundancia de los frutos que la gracia de Dios ha hecho crecer y la labor que hay que hacer en el campo del Señor? De esta mirada de fe sobre el campo de Dios, nace la oración, la petición cotidiana e insistente al Señor por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Ustedes, queridos seminaristas, y ustedes, queridos postulantes y novicios, son fruto de esta oración del pueblo de Dios, que siempre precede y acompaña su respuesta personal. La Iglesia de Albania tiene necesidad de su entusiasmo y de su generosidad. El tiempo que hoy dedican a una sólida formación espiritual, teológica, comunitaria y pastoral, dará fruto oportuno en su futuro servicio al pueblo de Dios. La gente, más que maestros, busca testigos: testigos humildes de la misericordia y de la ternura de Dios; sacerdotes y religiosos configurados con Cristo Buen Pastor, capaces de comunicar a todos la caridad de Cristo.

En este sentido, junto a ustedes y a todo el pueblo de Albania, quiero dar gracias a Dios por tantos misioneros y misioneras, cuya acción ha sido determinante para que la Iglesia resurja en Albania y todavía hoy sigue teniendo gran relevancia. Ellos han contribuido notablemente a consolidar el patrimonio espiritual que obispos, sacerdotes, personas consagradas y laicos albaneses conservaron en medio de durísimas pruebas y tribulaciones. Pensemos en el gran trabajo hecho por los institutos religiosos para el relanzamiento de la educación católica: este trabajo merece reconocimiento y apoyo.

Queridos hermanos y hermanas, no se desanimen ante las dificultades; siguiendo las huellas de sus antepasados, den testimonio de Cristo con perseverancia, caminando “juntos con Dios, hacia la esperanza que no defrauda”. En este camino, siéntanse siempre acompañados y sostenidos por el afecto de toda la Iglesia. Les agradezco de corazón este encuentro y encomiendo a cada uno de ustedes y a sus comunidades, sus proyectos y esperanzas a la Santa Madre de Dios. Los bendigo afectuosamente y les pido, por favor, que recen por mí».

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18,30 - El Papa en Albania: La bondad logra renunciar a la venganza
En el Centro de Asistencia 'Betania' se dirige a los operadores sanitarios. 'En el sacrificarse por los otros se encuentra la alegría'

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) -  Después de rezar las vísperas en la catedral de Tirana, el santo padre Francisco se dirigió al Centro de asistencia 'Betania' en la localidad deBubq Fushe-Kruje, a unos treinta kilómetros de la capital de Albania.

En la Iglesia dedicada a San Antonio de Padua, el papa Francisco encontró a los niños, al persona y a los volulntarios del centro. Participaron también operadores albaneses de otros centros de asistencia. El Papa donó al Centro, una imagen de San Antonio de Padua.

Después del saludo de una operadora de la Asociación Betania, responsable de la estructura, y el testimonio de un joven crecido en el Centro, el papa Francisco dirigió a los presentes las siguientes palabras.  

"Queridos hermanos del Centro Betania:

Les agradezco de corazón su gozosa acogida. Y, sobre todo, les agradezco la hospitalidad que cada día dan a tantos niños y adolescentes necesitados de atención, de ternura, de un ambiente sereno y de personas amigas, que sean también verdaderos educadores, ejemplos de vida, y en las que encuentren apoyo.

En lugares como éste, todos confirmamos nuestra fe, se nos hace más fácil creer, porque vemos la fe hecha caridad concreta. La vemos dar luz y esperanza a situaciones de gran dificultad; vemos que se enciende de nuevo en el corazón de personas tocadas por el Espíritu de Jesús, que decía: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí».

Esta fe que actúa en la caridad mueve las montañas de la indiferencia, de la incredulidad y de la indolencia, y abre los corazones y las manos para hacer el bien y difundirlo. La Buena Noticia de que Jesús ha resucitado y está vivo en medio de nosotros pasa a través de gestos humildes y simples de servicio a los pequeños.

Además, este Centro demuestra que es posible la convivencia pacífica y fraterna entre personas de distintas etnias y diversas confesiones religiosas. Aquí las diferencias no impiden la armonía, la alegría y la paz; es más, se convierten en ocasión para profundizar en el conocimiento y en la comprensión mutua.

Las diversas experiencias religiosas se abren al amor respetuoso y operante con el prójimo; cada comunidad religiosa se expresa con el amor y no con la violencia, no se avergüenza de la bondad. Quien cultiva la bondad en su interior recibe a cambio una conciencia tranquila, una alegría profunda aun en medio de las dificultades y de las incomprensiones. Incluso ante las ofensas recibidas, la bondad no es debilidad, sino auténtica fuerza, capaz de renunciar a la venganza.

El bien es premio en sí mismo y nos acerca a Dios, Sumo Bien. Nos hace pensar como Él, nos hace ver la realidad de nuestra vida a la luz de su proyecto de amor para cada uno de nosotros, nos permite disfrutar de las pequeñas alegrías de cada día y nos sostiene en las dificultades y en las pruebas. El bien paga infinitamente mejor que el dinero, que nos defrauda porque hemos sido creados para recibir y comunicar el amor de Dios, y no para medir las cosas por el dinero y el poder. Es un peligro que nos asesina a todos.

Queridos hermanos, en su saludo, la Directora ha recordado las etapas que ha recorrido su asociación y las obras que han nacido de la intuición de la fundadora, la Señora Antonietta Vitale –a la que saludo cordialmente y agradezco su acogida–, ha subrayado la ayuda de los bienhechores y el desarrollo de las diversas iniciativas. Ha hablado de la gran cantidad de niños amorosamente acogidos y atendidos.

Mirjan, por su parte, ha dado testimonio de su experiencia personal, de su entusiasmo y gratitud por un encuentro que ha transformado su existencia y le ha abierto nuevos horizontes, con nuevos amigos y con un Amigo todavía más grande y mejor que los demás: Jesús. Ha dicho una cosa muy significativa a propósito de los voluntarios que colaboran aquí; ha dicho: «Desde hace 15 años se sacrifican con alegría por amor a Jesús y a nosotros». Es una frase que revela cómo entregarse por amor a Jesús produce alegría y esperanza, y cómo servir a los hermanos se transforma en reinar con Dios.

Estas palabras de Mirjan-Paolo pueden resultar paradójicas para buena parte de nuestro mundo, que no acaba de comprenderlas y busca encontrar la clave de la propia existencia en las riquezas terrenas, en el poder y en la pura diversión, donde sólo encuentra alienación y confusión.

El secreto de una existencia plena es amar y entregarse por amor. Ahí se encuentra la fuerza para “sacrificarse con alegría”, y el compromiso más exigente se convierte en fuente de mayor alegría. Así no asustan las opciones de vida definitivas, que aparecen, a su verdadera luz, como un modo de realizar plenamente la libertad personal.

Que el Señor Jesús y su Madre, la Virgen María, bendigan su Asociación, este Centro Betania y los otros centros que la caridad ha hecho surgir y la Providencia crecer. Que bendigan a todos los voluntarios, a los bienhechores y a todos los niños y adolescentes aquí acogidos. Su patrón, san Antonio de Padua, los acompañe en el camino. Continúen con confianza sirviendo al Señor Jesús en los pobres y en los abandonados, y pidiéndole que los corazones y las mentes de todos se abran al bien, a la caridad operante, fuente de auténtica alegría. Les pido, por favor, que recen por mí y de corazón los bendigo".

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Mirada al mundo


Italia: comunidad islámica pide liberen a rehenes
El imán de Florencia y presidente de la Unión de las Comunidades Islámicas en Italia hace llamamiento en árabe e italiano que será pasado en televisiones de Oriente Medio

Por Redacción

ROMA, 21 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - La Unión de las Comunidades Islámicas en Italia (UCOOII), ha realizado un llamamiento en árabe e italiano, pidiendo la liberación de las dos cooperadoras italianas secuestradas en Siria el 31 de agosto pasado,Vanessa Marzullo y Greta Ramellie, y por el también secuestrado sacerdote jesuita, padre Dall’Oglio.

Lo indicaron diversos medios de Italia, precisando que el comunicado en idioma árabe será difundido en las principales televisiones mediorientales, comoAl Jazeera yAl Arabiya, mientras que el llamamiento en idioma italiano se dirige a las comunidades locales, para sensibilizar su preocupación delante de la situación en Siria e Irak.

El presidente de la UCOOII, Elzir Izzedin, se dirige a los secuestradores y les dice: «Dirijo un llamado a ustedes que dicen ser musulmanes: liberen a nuestros tres rehenes. Ellos han trabajado en Italia a favor de los intereses y de la liberación del pueblo sirio, y han ido a Siria para ayudarlo contra el régimen”.

“Invito --prosigue el llamamiento-- a los creyentes, o a los que al menos dicen serlo, para que liberen a estos nuestros compatriotas italianos. Nuestra fe común en Dios nos impone el respeto hacia el prójimo, hacia quien es diverso, del hombre en general, y su custodia. Por lo tanto invito, como imán de Florencia y como presidente de la Unión de las Comunidades Islámicas de Italia a liberarlos”.

La UCOII nació en enero de 1990 con la intención de dar servicios a las comunidades musulmanas, como una representación delante de las instituciones del Estado italiano. 

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