ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 27 de septiembre de 2014

LA FRASE DEL SÁBADO 27 DE SEPTIEMBRE

La grandeza de un alma se mide por lo que ama. (San Bernardo de Claraval)


Primera Plana

Francisco: el beato Álvaro enseña que en la sencillez y cotidianidad encontramos la santidad
El Santo Padre envía una carta al monseñor Javier Echevarria, Prelado del Opus Dei, con motivo de la beatificación de Álvaro del Portillo

Don Álvaro del Portillo ya es beato
Miles de personas procedentes de los cinco continentes han participado en Madrid en la celebración eucarística de beatificación

'Venimos a dar gracias a don Álvaro por lo que ha hecho por nuestro hijo'
Entrevista a Susana Wilson, madre de José Ignacio Ureta, el niño que fue sanado por la intercesión del nuevo beato

El papa Francisco

El Papa: Remar en la Barca de Pedro, también con viento en contra
El Santo Padre presidió la liturgia de agradecimiento, a los 200 años de la reconstitución de la Compañía de Jesús

Francisco: La Eucaristía es un encuentro que transforma
El Santo Padre recibe a los participantes de la Asamblea Plenaria del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales

El Papa pide a los venezolanos no tener miedo de la paz
El Santo Padre ha enviado un mensaje con ocasión Semana Internacional de la Paz celebrada en Venezuela

El gracias de Francisco a la Gendarmería Vaticana
El cuerpo de seguridad pontificia celebra su 198 aniversario en la fiesta de san Miguel Arcángel

Iglesia y Religión

En Facebook, más que mensajes, dar nuestro testimonio
Entrevista al Mons. Celli. En el sínodo de la Familia estará el tema de las redes sociales. Y el mensaje de la JM de las Comunicaciones Sociales será 'comunicación y familia'.

México: otro sacerdote asesinado
Su cadáver, encontrado en un río, presentaba signos de tortura

Rome Reports

Todo sobre la Virgen María en una aplicación para móviles (Vídeo)
Una app para móviles y tablets permite conocer todo sobre la Virgen María

Francisco celebra en Roma los 200 años de la restauración de los jesuitas (Ví­deo)
El Papa presidirá una ceremonia en la iglesia de 'Il Gesù'

Un documental muestra el lado más social de monseñor Álvaro del Portillo (Vídeo)
Trabajar para los demás presenta 10 iniciativas impulsadas por él en América Latina

Espiritualidad

San Simón de Rojas - 28 de septiembre
«Religioso trinitario. Excelso apóstol del rosario, conocido como el padre Avemaría, fundador de la Congregación de Esclavos del Dulce Nombre de María. Una figura notable en el Madrid de los Austrias»


Primera Plana


Francisco: el beato Álvaro enseña que en la sencillez y cotidianidad encontramos la santidad
El Santo Padre envía una carta al monseñor Javier Echevarría, Prelado del OpEl Santo Padre envía una carta al monseñor Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, con motivo de la beatificacióus Dei, con motivo de la beatificación de Ãlvaro del Portillo

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - "La beatificación del siervo de Dios Álvaro del Portillo, colaborador fiel y primer sucesor de san Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei, representa un momento de especial alegría para todos los fieles de esa Prelatura, así como también para ti, que durante tanto tiempo fuiste testigo de su amor a Dios y a los demás, de su fidelidad a la Iglesia y a su vocación". Con estas palabras inicia la carta que el santo padre Francisco ha enviado a monseñor Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, con motivo de la beatificación de Álvaro del Portillo. El mensaje del Papa ha sido leído al iniciar la celebración eucarística de la beatificación, que ha tenido lugar en Madrid este sábado, 27 de septiembre.  Por eso, hoy Francisco se ha unido a "vuestra alegría" y da "gracias a Dios que embellece el rostro de la Iglesia con la santidad de sus hijos".

Por otro lado, el Santo Padre  ha indicado que don Álvaro aprendió de san Josemaría Escrivá, a enamorarse cada día más de Cristo. "Sí, enamorarse de Cristo. Éste es el camino de santidad que ha de recorrer todo cristiano: dejarse amar por el Señor, abrir el corazón a su amor y permitir que sea él quien guíe nuestra vida", afirma en la carta.

Del mismo modo, Francisco explica que le gusta recordar la jaculatoria que el siervo de Dios repetía con frecuencia, "¡Gracias, perdón, ayúdame más!" Son palabras --observa el Papa-- que nos acercan a la realidad de su vida interior y su trato con el Señor, y que pueden ayudarnos también a nosotros a dar un nuevo impulso a nuestra propia vida cristiana.

En primer lugar, gracias. "Álvaro del Portillo era consciente de los muchos dones que Dios le había concedido, y daba gracias a Dios por esa manifestación de amor paterno. Pero no se quedó ahí; el reconocimiento del amor del Señor despertó en su corazón deseos de seguirlo con mayor entrega y generosidad, y a vivir una vida de humilde servicio a los demás", precisa el Papa.

En segundo lugar, perdón. Francisco explica en su carta que don Álvaro, "a menudo confesaba que se veía delante de Dios con las manos vacías, incapaz de responder a tanta generosidad. Pero la confesión de la pobreza humana no es fruto de la desesperanza, sino de un confiado abandono en Dios que es Padre". También recuerda que "el siervo de Dios Álvaro sabía de la necesidad que tenemos de la misericordia divina y dedicó muchas energías personales para animar a las personas que trataba a acercarse al sacramento de la confesión, sacramento de la alegría".

Y finalmente, ayúdame más. Tal y como recuerda el Pontífice, "en el corazón del nuevo beato latía el afán de llevar la Buena Nueva a todos los corazones. Así recorrió muchos países fomentando proyectos de evangelización, sin reparar en dificultades, movido por su amor a Dios y a los hermanos". Y es que, reconoce el Papa que "quien está muy metido en Dios sabe estar muy cerca de los hombres".

¡Gracias, perdón, ayúdame! En estas palabras --afirma el Papa-- se expresa la tensión de una existencia centrada en Dios. De alguien que ha sido tocado por el Amor más grande y vive totalmente de ese amor.

Finalmente, el Obispo de Roma, en su carta al prelado del Opus Dei, afirma que el nuevo beato "nos envía un mensaje muy claro, nos dice que nos fiemos del Señor, que él es nuestro hermano, nuestro amigo que nunca nos defrauda y que siempre está a nuestro lado". Y añade que "nos anima a no tener miedo de ir a contracorriente y de sufrir por anunciar el Evangelio. Nos enseña además que en la sencillez y cotidianidad de nuestra vida podemos encontrar un camino seguro de santidad".

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Don Álvaro del Portillo ya es beato
Miles de personas procedentes de los cinco continentes han participado en Madrid en la celebración eucarística de beatificación

Por Rocío Lancho García

ROMA, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - La Iglesia católica ya cuenta con un nuevo beato. En Madrid, ha sido beatificado Don Álvaro del Portillo, ingeniero, sacerdote, obispo y primer sucesor del Fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá. El nuevo beato, fue uno de los protagonistas del Concilio Vaticano II, como impulsor del papel de los laicos en la Iglesia y de la identidad del sacerdote en la sociedad actual.

Esta mañana, en la calle Valdebebas han concelebrado más de 150 obispos de todo el mundo y 17 cardenales, presididos por el delegado del papa Francisco, el prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, el cardenal Amato. También ha estado presente en la eucaristía, José Ignacio Ureta, niño curado por intercesión del nuevo beato, y su familia. Ellos han sido los encargados de llevar las reliquias del nuevo beato al altar. Niños, mayores, familias y jóvenes, cerca de 300 mil personas procedentes de 80 países de los cinco continentes han estado presentes para vivir en familia esta fiesta para la prelatura del Opus Dei y para toda la Iglesia.

La colecta de la eucaristía de la celebración de la beatificación se destinará a cuatro proyectos sociales en África: un hospital en Nigeria, un programa contra la desnutrición infantil en Costa de Marfil, la ampliación de tres dispensarios médicos en R.D. Congo y becas para que sacerdotes africanos estudien en la Universidad de la Santa Cruz en Roma. Todos estos proyectos -explican desde la oficina de comunicación del Opus Dei- fueron impulsados por Álvaro del Portillo.

Durante la homilía, el cardenal Amato ha destacado la gran humildad del nuevo beato. Así, ha indicado que "el nuevo beato fue llamado desde joven a seguir a Cristo, para ser después un diligente ministro de la Iglesia y proclamar en todo el mundo la gloriosa riqueza de su misterio salvífico". Por otro lado, ha recordado que "son muchas las virtudes –como la fe, la esperanza y la caridad– que el beato Álvaro vivió de modo heroico. Practicó estos hábitos virtuosos a la luz de las bienaventuranzas de la mansedumbre, de la misericordia, de la pureza de corazón". Y ha añadido "los testimonios son unánimes. Además de destacar por la total sintonía espiritual y apostólica con el santo fundador, se distinguió también como una figura de gran humanidad".

El purpurado también ha querido recordar del beato que "su delicadeza en el trato iba unida a una riqueza espiritual excepcional, en la que destacaba la gracia de la unidad entre vida interior y afán apostólico infatigable". Del mismo modo ha señalado que "huía de todo personalismo, porque transmitía la verdad del Evangelio y la integridad de la tradición, no sus propias opiniones". La piedad eucarística, la devoción mariana y la veneración por los Santos -ha observado- nutrían su vida espiritual.

Sin embargo, hay una virtud que Monseñor Álvaro del Portillo vivió de modo especialmente extraordinario, considerándola un instrumento indispensable para la santidad y el apostolado, ha precisado el cardenal: "la virtud de la humildad, que es imitación e identificación con Cristo".  Para don Álvaro, la humildad era "la llave que abre la puerta para entrar en la casa de la santidad, mientras que la soberbia constituía el mayor obstáculo para ver y amar a Dios", ha explicado en la homilía.

Para concluir la homilía, el prefecto de la Congregación para las Causa de los Santos, ha subrayado que "ahora más que nunca necesitamos una ecología de la santidad, para contrarrestar la contaminación de la inmoralidad y de la corrupción. Los santos nos invitan a introducir en el seno de la Iglesia y de la sociedad el aire puro de la gracia de Dios, que renueva la faz de la tierra".

Al finalizar la eucaristía, Mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, para dar las gracias "a la Santísima Trinidad por el don que hoy ha hecho a toda la Iglesia". "La trayectoria terrena del beato Álvaro nos muestra que el cumplimiento cabal de los propios deberes marca el camino de la santificación personal, la senda que conduce a la plena unión con Dios, a la que todos debemos aspirar", ha afirmado el prelado. Dando las gracias al Santo Padre "por su paternal mensaje, por su cercanía y por sus claros consejos para la lucha espiritual de los cristianos" y ha pedido a los fieles tener "muy presente la inminente Asamblea del Sínodo de los Obispos. Supliquemos al Espíritu Santo que ilumine a los Padres sinodales en sus reflexiones, para el bien de la Iglesia y de las almas". Asimismo ha agradecido especialmente "a Benedicto XVI, que abrió el camino de esta beatificación con el reconocimiento de las virtudes heroicas de don Álvaro".

Imagino la alegría -ha dicho el prelado- que tendrán en el Cielo los santos Pontífices Juan XXIII y Juan Pablo II, y el próximo beato Pablo VI, a quienes don Álvaro sirvió con fidelidad plena y trató con afecto filial. Del mismo modo ha manifestado su agradado al pensar especialmente "en el gozo de san Josemaría Escrivá de Balaguer, al ver que este hijo suyo fidelísimo ha sido propuesto como intercesor y ejemplo a todos los fieles".

Ha dado las gracias también a los componentes del coro y de la orquesta, a quienes han dedicado horas y horas de trabajo alegre para preparar la celebración, a los profesionales de los medios de comunicación y a los enfermos y a quienes, por diversos motivos, no han podido estar físicamente. "¡Y que el ejemplo y la intercesión del nuevo beato nos impulsen a recorrer sin tregua, llenos de la alegría cristiana, la senda de la santidad!", ha exclamado al concluir sus palabras.

También ha habido espacio para unas palabras del cardenal arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha agradecido el don de la vida del nuevo beato. Y por eso ha señalado que "la huella del nuevo beato está muy presente en Madrid. No sólo ni principalmente por razones históricas. Lo está también por la influencia que su vida y escritos obran en los corazones de tantos fieles de esta Archidiócesis. Y por el bien espiritual y social que hacen tantas iniciativas que a él deben su primera inspiración".

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'Venimos a dar gracias a don Álvaro por lo que ha hecho por nuestro hijo'
Entrevista a Susana Wilson, madre de José Ignacio Ureta, el niño que fue sanado por la intercesión del nuevo beato

Por Iván de Vargas

MADRID, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - El milagro que ha permitido beatificar a monseñor Álvaro del Portillo, el primer sucesor del fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer, es la curación inexplicable del bebé chileno José Ignacio Ureta Wilson, quien a los pocos días de nacer, sufrió un paro cardiaco de más de media hora y una hemorragia masiva. 

Los hechos sucedieron el 2 de agosto de 2003. Sus padres rezaron con gran fe a través de la intercesión de don Álvaro y, cuando los médicos pensaban que el pequeño estaba muerto, de modo totalmente inesperado, el corazón del recién nacido comenzó a latir de nuevo, hasta alcanzar el ritmo de 130 pulsaciones por minuto. Lo más sorprendente del caso es que, a pesar de la gravedad del cuadro clínico, el niño hoy, once años después, desarrolla su vida con absoluta normalidad.

Este sábado José Ignacio ha llevado junto a sus padres, Javier Ureta y Susana Wilson, la reliquia de monseñor Álvaro del Portillo, durante la ceremonia de beatificación, que ha tenido lugar al medio día en el barrio madrileño de Valdebebas y a la que han asistido más de 200.000 personas de 80 países.

ZENIT ha entrevistado a la madre del niño chileno sanado por la intercesión del nuevo beato unos minutos antes de la celebración. 

¿Qué supone para usted participar en la ceremonia de beatificación de don Álvaro?
-- Susana Wilson: Una alegría enorme. Venimos a dar gracias. Estamos muy emocionados. Hoy día, ya empece a llorar... Estamos aquí para dar gracias a don Álvaro por lo que ha hecho por nuestro hijo: un milagro. A eso venimos, a celebrar y a dar gracias.  

¿Cómo está viviendo José Ignacio este momento?
-- Susana Wilson: Está dichoso, feliz. Amaneció de muy buen humor. Está fascinando. Está disfrutándolo todo al máximo. 

Y la familia...
-- Susana Wilson: Son momentos de mucha vida interior, de agradecer, de celebrar. Esto sólo sucede una vez en la vida, es único. Por eso estamos aquí tan contentos. Entre el público, está mi familia acompañándonos. Y nosotros aquí, en el altar, para entregar la reliquia.

¿Le gustaría trasladar algún mensaje a los lectores de ZENIT? 
-- Susana Wilson: Que siempre tengan fe, porque Dios nos acompaña en cada momento. Frente a las dificultades, Dios nunca nos deja solos. Aunque a veces no entendamos lo que nos está pasando, al final de la vida descubriremos que los problemas tienen una explicación. Siempre conllevan un bien para nosotros.  

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El papa Francisco


El Papa: Remar en la Barca de Pedro, también con viento en contra
El Santo Padre presidió la liturgia de agradecimiento, a los 200 años de la reconstitución de la Compañía de Jesús

Por Redacción

ROMA, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco presidió en la tarde de este sábado 27 de septiembre, en la iglesia del Santísimo nombre de Jesús, en Roma, la liturgia de agradecimiento por los 200 años de la reconstitución de la Compañía de Jesús en la Iglesia universal. La reintegración fue autorizada por el papa Pio VII con la bula 'Sollicitudo omnium ecclesiarum' del 7 de agosto 1814. Y un 27 de septiembre como hoy, pero del 1540, fue cuando el papa Pablo III aprobó por primera vez la Compañía”.

En el altar principal de la iglesia 'Del Gesú' había sido puesta la imagen de la 'Madonna della Strada' (Virgen de la Calle), a la cual los jesuitas rezaban desde el comienzo de la Compañía, y lámparas y banderas recordando a los cinco continentes. 

En sus palabras el papa Francisco recordó que “la Compañía que lleva el nombre de Jesús ha vivido tiempos difíciles, de persecución” durante los cuales “los enemigos de la Iglesia lograron obtener la supresión de la Compañía por mi predecesor, Clemente XIV”.

“Hoy recordando su reconstitución --indicó el Santo Padre-- estamos llamados a recuperar nuestra memoria, trayendo a la mente los beneficios recibidos y los dones particulares”.

Y elogió al entonces general de la Compañía, el padre Ricci, que delante de las tentaciones “no se dejó enredar” y propuso a los jesuitas en tiempos de tribulación, “una visión de las cosas que los radicaba aún más en la espiritualidad de la Compañía”. Consideró que esta actitud, llevó a los jesuitas a tener experiencia de la muerte y resurrección del Señor, incluso “delante de la pérdida de todo, incluso de su identidad pública”.

“La Compañía --y esto es bello añadió el Papa-- vivió el conflicto hasta el final, sin reducirlo: vivió la humillación de Cristo humillado, obedeció”. Lo hizo sin buscar salvarse gracias a “un compromiso fácil”, porque no se deben practicar “fáciles irenismos”. Por ello, el padre Ricci, “privilegió la historia respecto a una posible pequeña historia gris, sabiendo que el amor juzga a la historia, y que la esperanza, mismo en la oscuridad, es más grande que nuestras esperas”.

Y el padre Ricci no se defiende sintiéndose “una víctima de la historia, pero pecador”. Porque “reconocerse pecador, evita de ponerse en la condición de considerarse víctima delante de un verdugo”.

El Papa recorrió las principales etapas de la persecución: en 1759 los decretos del marqués de Pombal que la destruyeron en Portugal; en 1761 la tempestad que avanzaba en Francia; en 1760 la expulsión de España; y en 1773 la firma de cierre con el breve Dominus ac Redemptor. El general, indicó que lo importante para la Compañía era “ser fiel hasta el final, fiel al espíritu de su vocación, que es la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas” y exhortó a mantener vivo el espíritu de caridad, de unión, de obedienza, de paciencia, de simplicidad evangélica, de verdadera amistad con Dios. Todo el resto es mundanismo.

Francisco invitó a recordar la historia de su orden religiosa, a la cual “le fue dada la gracia no solamente de creer en el Señor, pero también de sufrir por Él”.

Y así como la nave de la Compañía fue sacudida por las olas, también la barca de Pedro puede serlo hoy. Porque “la noche y el poder de las tinieblas están siempre cerca”. E invitó a los jesuítas a remar, “Remen, sean fuertes, también con el viento contrario. ¡Rememos al servicio de la Iglesia, rememos juntos!” porque “también el Papa rema en la barca de Pedro”. Invitó por lo tanto a rezar “Señor sálvanos; Señor salva a tú pueblo”.

Recordó también que cuando la Compañía fue reconstituida, se puso a disposición de la Sede Apostólica, y retomó su actividad con la predicación y la enseñanza de los ministerios espirituales, la búsqueda científica, la acción social, las misiones y la atención de los pueblos, de quienes sufren y de los emarginados.

“Hoy la Compañía -prosiguió el Papa- enfrenta con inteligencia y operosidad también el trágico problema de los refugiados y de los prófugos, y se esfuerza con discernimiento integrar el servicio de la fe y la promoción de la justicia, en conformidad con el Evangelio.

Recordando “que la bula de Pio VII que reconstituía la Compañía, fue firmada el 7 de agosto de 1814 en la basílica de Santa María la Mayor”, donde san Ignacio celebró su primera misa en la Navidad de 1538. Y concluyó: “María, nuestra Señora, Madre de la Compañía, estará conmovida de nuestros esfuerzos por estar al servicio de su Hijo. Ella nos custodie y nos proteja siempre”.

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Francisco: La Eucaristía es un encuentro que transforma
El Santo Padre recibe a los participantes de la Asamblea Plenaria del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco ha afirmado que el 51º Congreso Eucarístico Internacional ofrece la oportunidad de experimentar y comprender la Eucaristía como un encuentro que transforma con el Señor, en su palabra y en su sacrificio de amor, para que todos podamos tener vida, y vida en abundancia. Lo ha indicado este sábado, en la audiencia a los participantes de la Asamblea Plenaria del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales.

El Papa ha recordado en su discurso que el próximo Congreso Eucarístico Internacional se celebrará en enero del 2016 en Cebú, Filipinas. A propósito, ha señalado que en esos días "el mundo católico tendrá fijos los ojos del corazón en el sumo misterio de la Eucaristía para dibujar renovado y apostólico celo misionero".

La Eucaristía tiene el puesto central en la Iglesia porque es ésta la que "hace la Iglesia", ha indicado. Asimismo ha precisado que el tema elegido para el próximo Congreso Eucarístico Internacional es muy significado "Cristo en vosotros, esperanza de la alegría". Este lema --ha afirmado el Pontífice-- da luz sobre la unión entre la Eucaristía, la misión y la esperanza cristiana.

El Papa  ha subrayado que "hoy hay una carencia de esperanza en el mundo, por esto, la humanidad necesita escuchar el mensaje de nuestra esperanza en Jesucristo. La Iglesia proclama este mensaje con ardor renovado, utilizando nuevos métodos y nuevas expresiones".

Por otro lado, ha precisado que "con el espíritu de la nueva evangelización, la Iglesia lleva este mensaje a todos y, de forma especial, a aquellos que, aún estando bautizados, se han alejado de la Iglesia y viven sin hacer referencia a la vida cristiana".

Francisco ha recordado en su discurso que "el encuentro con Jesús en la Eucaristía será fuente de esperanza para el mundo si, transformados por el poder del Espíritu Santo e imagen de áquel que encontramos, acogemos la misión de transformar el mundo donando la plenitud de la vida que nosotros mismos hemos recibido y experimentado, llevando esperanza, perdón, sanación y amor a quien lo necesita, en particular a los pobres, desheredados y oprimidos, compartiendo la vida y las aspiraciones y caminando con ellos en la búsqueda de una auténtica vida humana en Cristo Jesús".

Para finalizar, el Santo Padre ha confiado desde ahora el Congreso Eucarístico Internacional a la Virgen María.

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El Papa pide a los venezolanos no tener miedo de la paz
El Santo Padre ha enviado un mensaje con ocasión Semana Internacional de la Paz celebrada en Venezuela

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - "No hay que tener miedo de la paz y de la convivencia. La reconciliación y la unidad no son una derrota o una pérdida, sino una victoria, porque quien sale ganador es el ser humano, creado por Dios para vivir en concordia y en armonía". Este es el mensaje que el santo padre Francisco ha hecho llegar a Venezuela con ocasión de la Semana Internacional de la Paz que se ha celebrado allí del 21 al 26 de septiembre.

El mensaje, enviado al nuncio apostólico en Caracas, monseñor Aldo Giordano, fue leído durante el encuentro interreligioso conclusivo del evento, en el que han participado delegados de la Iglesia católica y evangélica, de la comunidad judía y de la musulmana. De este forma, el Papa ha animado a todos a "redoblar los esfuerzos para que la llama de la paz presente en el corazón de los hombres y de las mujeres de buena voluntad, ilumine con su luz a toda la sociedad". Y así, ha pedido "que el ejemplo de Cristo, que con su muerte ha derribado el muro del odio y de la división, os ayude en el compromiso por una sociedad cada vez más justa y pacífica".

Por su parte, monseñor Giordano ha deseado que este evento pueda ser "un camino en la búsqueda de lo que une para superar lo que divide". Por ello ha indicado que "sabemos que muchas personas de diferentes culturas, naciones, lenguas y religiones de todo el mundo trabajan y rezan por la paz. Estamos unidos a todos lo que aman la paz y trabajan por la paz, para que los hombrse y mujeres puedan vivir como hermanos y no como adversarios y enemigos".

Finalmente ha reconocido que "estamos cerca de todas las personas que son víctimas en tantos países del mundo de la mano asesina, cobarde y desequilibrada de otras personas".

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El gracias de Francisco a la Gendarmería Vaticana
El cuerpo de seguridad pontificia celebra su 198 aniversario en la fiesta de san Miguel Arcángel

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco ha presidido la Misa en ocasión de la fiesta de san Miguel Arcángel, patrón del cuerpo de la Gendarmería, en su 198 aniversario de la fundación. Ayer por la tarde tuvo lugar en el Jardín Cuadrado de los Museos Vaticanos la recepción del saludo abierto por Domenico Giani, comandante del cuerpo. Monseñor Angelo Becciu, sustituto de la Secretaria de Estado, leyó el mensaje del Papa.

Francisco ha renovado a los gendarmes su "profunda gratitud" por el "fiel y generosos servicio desarrollado con discreción, profesionalidad y tanto amor a la Iglesia y al Papa", indica la nota de Radio Vaticano.

Por tanto, ha asegurado a todo el Cuerpo de la Gendarmería su "constante bondad unida al ánimo de seguir su apreciada obra con serenidad, paciencia y espíritu de servicio". Al finalizar el mensaje pontificio, Francisco pide "queridos gendarmes confiad siempre en la bondad y en la fidelidad del Señor que siempre que está cerca de nosotros y nunca nos traiciona. Confiad en la protección materna  de la Virgen María y de vuestro patrón san Miguel Arcángel".

En la víspera del viernes, en el jardín cuadrado de los Museos Vaticanos, se realizó una ceremonia con la participación de unas mil personas, recordando la conmemoración. 

Leer también: ¿Qué es la Gendarmería Vaticana? 

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Iglesia y Religión


En Facebook, más que mensajes, dar nuestro testimonio
Entrevista al Mons. Celli. En el sínodo de la Familia estará el tema de las redes sociales. Y el mensaje de la JM de las Comunicaciones Sociales será 'comunicación y familia'.

Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - El tema de la comunicación entrará de lleno en el sínodo de la familia, será una de gran importancia, y lo veremos en el mensaje por la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que este próximo lunes será publicado. Lo indicó el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, el arzobispo Claudio María Celli.

Indicó también que las redes sociales no son solamente un instrumento sino también un ambiente en donde la gente vive y trabaja. Recordó que el papa Francisco invitó a los católicos a estar en ellas y que es necesario más que poner mensajes religiosos, a dar el propio testimonio. Esto puede acercar a mucha gente a la Iglesia, si bien es necesario después acercar a estas personas físicamente a la comunidad cristiana en la que se accede a los sacramentos.

Excelencia, se acaban de realizar dos congresos sobre comunicación con obispos. ¿Por qué?
-- Mons. Celli: Estos seminarios se insertan en el diálogo colaborativo que existe entre el Pontificio Consejo de las Comunicaciones y el CELAM. Esta iniciativa de realizar seminarios de obispos comenzaron hace ya algún tiempo, Ya hicimos dos en Brasil el año pasado, y uno en Argentina para los obispos del Cono Sur; otro en Cuba. Este año en cambio hemos hecho uno en Bolivia, Cochabamba, para los obispos de Perú y Bolivia. El segundo fue en Bogotá para los obispos de Colombia, Ecuador y Venezuela. En cambio en noviembre haremos uno en México con toda la Conferencia Episcopal. Y siempre en noviembre estaremos en Managua, con todos los obispos de Centroamérica y Caribe.

¿Cuál es el tema de fondo?
-- Mons. Celli: Es ayudar a los obispos a entender lo que está sucediendo en el mundo de la comunicación, y entender que las actuales tecnologías comunicativas no son solamente instrumentos, sino oportunidades que crean un nuevo ambiente existencial. Y esto es el gran descubrimiento. No un instrumento más en la mano, sino que esas tecnologías son un ambiente de vida en donde los hombres trabajan y viven. Por ejemplo hoy un jovencito europeo pasa de 3 a 5 horas delante del computer. Y este ambiente de vida es una red, y lo son las redes sociales.

Entonces nuestro problema es ayudar a los obispos a entender que la comunicación hoy en día no es más solamente un instrumento, como tener una radio, televisión o un diario. Sino ver como las nuevas tecnologías crean desafíos y oportunidades a la Iglesia para anunciar el Evangelio.

¿Y los católicos como deben reportarse con las redes sociales?
-- Mons. Celli: El papa Francisco lo dice claramente: no tengan miedo de entrar en las redes sociales. Es verdad, no es una invitación ingenua, si bien el Papa conoce perfectamente los límites y peligros de las redes sociales. Pero dice: estén presentes y den testimonio. Y de manera muy simpática dice no que se trata de bombardear las redes de mensajes religiosos. No hacer proselitismo, sino dar testimonio. Por ello las personas tienen que dar testimonio de los valores en los que creen, con la propia presencia, con los propios juicios, con los propios valores, con su evaluación de las cosas. Es verdad que mucha gente conocerá a Jesucristo en las redes sociales. Porque muchos hombres y mujeres de hoy no pondrán nunca un pié en una Iglesia, pero podrán encontrar al Señor en las redes sociales. Esto es un desafío.

O sea dar testimonio ¿verdad?
-- Mons. Celli: Un laico por ejemplo puede expresar un juicio, evaluaciones sobre la vida de hoy, sobre un hecho, una noticia, sobe cómo él reacciona delante de la vida. Porque ya Pablo VI decía: 'El mundo hoy cree más en los testimonios que en los maestros. Y si cree al Maestro lo hace porque Jesús es un testimonio. Hay una frase muy linda que usaba el papa Benedicto XVI y que Francisco ha retomado: 'La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo' y sobre esto insisto mucho. En Facebook, por ejemplo, es necesario volver presente el propio testimonio, los propios sentimientos. El Papa pide ser auténticos y dar valor a los valores.

¿Y las web que hacen anuncio formal?
-- Mons. Celli: Sí, también están las que hacen un anuncio formal. Conocí gente, por ejemplo en un congreso en a un tal que había descubierto al Señor visitando un sitio web monástico, pero dijo en público que 'si hoy he recuperado mi fe fue gracias a ese sitio web'. Pero no tenemos que hacer los predicadores ambulantes, no se bombardea con los mensajes religiosos. Contrariamente sería suficiente tener un computer que cada tantos minutos envía una frase del Evangelio. No es esto, sino el testimonio dado con el propio ejemplo y estilo de vida.

¿Es suficiente el ambiente digital?
-- Mons. Celli: Segunda cosa importante: no puedo volverme un discípulo del Señor únicamente en internet. Debo tener una comunidad concreta que me acoja. No puedo imaginar que mi vida cristiana sea ligada solamente a internet. Puedo iniciar a conocer, a entender, puedo abrir panoramas en mi mente y corazón, pero después necesito encontrar una comunidad concreta con la cual caminar. Baste pensar en los sacramentos, no los puedo encontrar en internet.

¿Entonces, cómo pasar de lo digital a una comunidad real?
-- Mons. Celli:  Y aquí hay que encontrar gente que me ayuda a hacer este pasaje de internet a la comunidad real. Por ejemplo invitar a uno a los propios encuentros en una comunidad. Este es el gran desafío.

¿En el sínodo de la familia, su dicasterio dirá algo sobre familia y comunicación?
No hay que tener una visión reduccionista del sínodo, que tocará también el tema del evangelio de la familia. Y le puedo anticipar que el próximo tema de la Jornadas Mundiales de la Comunicación Social será comunicación y familia. El papa desea que el tema de la comunicación entre en el tema de la familia. Teniendo dos sínodos delante de nosotros, el del mes de octubre y el del 2015, es innegable que el tema familia será fundamental. Ya verá el tema, que será publicado este lunes próximo. El tema del mensaje será publicado en el día de la fiesta de los Arcángeles.

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México: otro sacerdote asesinado
Su cadáver, encontrado en un río, presentaba signos de tortura

Por Redacción

ROMA, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - Este miércoles se dio a conocer, oficialmente, la muerte del sacerdote Ascensión Acuña Osorio, cura de la parroquia de San Miguel Totolapan, quien apareció muerto en el Río Balsas, en el Estado de Guerrero, tras varios días de estar desaparecido.

El lunes pasado encontraron flotando en el río el cuerpo de un hombre cerca del poblado de La Tinaja; luego, el Ministerio Público de Guerrero confirmó que se trataba del sacerdote incardinado en de la diócesis de Ciudad Altamirano, en una de las regiones más violentas del país.

La Pastoral de comunicación de Diócesis de Ciudad Altamirano, lo informó a ZENIT en un comunicado enviado anoche, firmado por Jaime Septién.

Hasta el momento, “se desconoce el móvil del asesinato”, como suele encubrir su ineficacia la corporación policiaca de Guerrero, aunque se descarta que haya sido un robo, pues según informes de prensa, el cuerpo del padre Ascensión Acuña presentaba huellas de tortura.
El padre Ascensión nació el 11 de mayo de 1972 en Palmar Grande, Estado de México.  Fue ordenado sacerdote el 16 de agosto de 1998 en Ciudad Altamirano, por monseñor Carlos Garfias Merlos, actual arzobispo de Acapulco, en el mismo Estado de Guerrero.

Estudió la licenciatura en Teología Dogmática y en la diócesis de Ciudad Altamirano, fue párroco en la parroquia San Miguel Arcángel --en San Miguel Totolapan--, vicario de la foranía San José, impartió clases en el Seminario Mayor y en la Escuela de Laicos; fue coordinador diocesano de movimientos y en junio de 2014 recibió el encargo de ser el vicario de pastoral de la diócesis.

En un boletín de prensa, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero informó que inició la averiguación previa por el homicidio en agravio del párroco José Ascensión Acuña Osorio, quien fue encontrado sin vida en el cauce del río Balsas, a la altura de la comunidad de Santa Cruz de Las Tinajas, perteneciente al municipio de San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente.

Derivado de una denuncia anónima realizada a la línea de emergencias 066, personal del Ministerio Público y agentes de la Policía Ministerial se trasladaron al lugar del hallazgo del cuerpo, y procedieron a su levantamiento y lo llevaron a las instalaciones del Servicio Médico Forense de la ciudad de Iguala, para practicarle la necropsia de ley, en la cual se determinó que la causal de muerte fue por ahogamiento. 

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Rome Reports


Todo sobre la Virgen María en una aplicación para móviles (Vídeo)
Una app para móviles y tablets permite conocer todo sobre la Virgen María

Por Redacción

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Francisco celebra en Roma los 200 años de la restauración de los jesuitas (Ví­deo)
El Papa presidirá una ceremonia en la iglesia de 'Il Gesù'

Por Redacción

ROMA, 27 de septiembre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

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Un documental muestra el lado más social de monseñor Álvaro del Portillo (Vídeo)
Trabajar para los demás presenta 10 iniciativas impulsadas por él en América Latina

Por Redacción

ROMA, 27 de septiembre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

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Espiritualidad


San Simón de Rojas - 28 de septiembre
«Religioso trinitario. Excelso apóstol del rosario, conocido como el padre Avemaría, fundador de la Congregación de Esclavos del Dulce Nombre de María. Una figura notable en el Madrid de los Austrias»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 27 de septiembre de 2014 (Zenit.org) - Nació en Valladolid, España, el 28 de octubre de 1552. Sus padres se habían afincado allí y regentaban una carnicería. Era el tercero de cinco hermanos. Heredó de Constanza, su madre, el amor a la Virgen. Tanto es así que los cronistas aseguran que «Ave María» fueron las primeras palabras que pronunció cuando tenía catorce meses. Fueron también las que escoltaron su entrada en el cielo, puesto que ellas sellaron sus labios al final de su vida. Siendo un adolescente, y obviando la oposición familiar, solicitóelingreso en la Orden trinitaria. Cumplió este sueño en 1566. Más adelante, tras cuatro años de noviciado, profesó en 1572.

Fue tartamudo hasta esta época de su vida, ya que antes de llegar a Salamanca para continuar su formación se detuvo en Paradinas de San Juan y en el desaparecido santuario-convento se veneraba a la Virgen de las Virtudes; le dedicó una novena y se curó de manera instantánea. Fue el lugar que eligió para oficiar su primera misa. Después partió a Toledo porque el capítulo provincial le había encomendado impartir las materias de filosofía y teología como lector de artes del convento. Ejerció la docencia hasta 1587, simultaneando esta actividad con la de formador; uno de los novicios era san Juan Bautista de la Concepción. También desempeñó el oficio de visitador apostólico en Castilla y en Andalucía de manera edificante, aceptando por obediencia estas misiones ya que por tendencia natural hubiera declinado las que revestían alta responsabilidad.

La inocencia evangélica del santo, figura señera en la corte de los Austrias, conmovió al monarca español Felipe III –quien lo escogió como consejero y preceptor de sus hijos–, y a su esposa Margarita de Austria. Ambos tomaron contacto con él a través de la condesa de Altamira que conoció a Simón cuando pasó por el convento trinitario madrileño en 1601. El juicio personal del rey, después de haberlo observado en las distancias cortas, era sin duda esclarecedor; sintetizaba la admirable virtud que había apreciado en él: «No he visto hombre que menos sepa a mundo». Que su devoción a la Virgen fue proverbial lo prueban las numerosas obras que emprendió en su honor. Entre otras cosas, logró que el «Ave María» fuese esculpida en el frontispicio del Palacio Real de Madrid. Por esta jaculatoria que continuamente brotaba de sus labios fue denominado «Padre Avemaría». Este saludo lo plasmó en la multitud de estampas que repartió dentro y fuera de España. Fiel observante del santo rosario, tuvo a la Virgen como modelo para su vida, y transmitió por doquier su anhelo de ser esclavo suyo considerando que todos los que se abrazasen a Ella podrían unirse más estrechamente con la Santísima Trinidad.

En 1612, con el beneplácito del rey Felipe III, fundó la Congregación de Esclavos del Dulcísimo Nombre de María que aglutinaba personas de todas condiciones, incluidos los miembros de la realeza y nobleza; éstos, que fueron los primeros afiliados, en nombre de la Virgen asistían a los pobres. «Si a Dios, que pide en el pobre, no le das, no recibirás», decía. En este afán de transmitir su devoción por la Madre de Dios, escribió un oficio para la festividad del Santo Nombre de María destinado a su Orden, que fue aprobado por la Santa Sede. Inocencio XI lo hizo extensivo después a toda la Iglesia. A Simón se debe también el rosario de 72 cuentas blancas y cordón azul en honor de la Inmaculada Concepción que realizaba con sus propias manos y repartía a diestro y siniestro. Con el número de cuentas significaba los años que pudo vivir la Virgen.

Además de su incansable tarea de difundir el amor a María y a la confesión, se ocupó de los cautivos a los que enviaba las cantidades que recaudaba para ellos. Se sentía profundamente conmovido por la muerte a manos de violentos berberiscos de tres hermanos religiosos que habían emprendido viaje para la redención de estos prisioneros. Los enfermos, los pobres, los presos de la cárcel de Madrid, los condenados, los niños abandonados para los que fundó una casa de acogida y, en general, los marginados por cualquier causa, estaban en su orden de preferencia; ejercitaba con todos su acción caritativa y misericordiosa. Fue un gran confesor y maestro de la oración. A ella le dedicaba expresamente varias horas diarias, aunque vivía en una constante presencia de Dios. Por eso se ha dicho que «todo cuanto predicaba, todo lo alcanzaba en la oración». Ensambló maravillosamente contemplación y acción apostólica.

Felipe IV, que subió al trono en 1621, lo nombró confesor de su esposa, la reina Isabel de Borbón, y de su hermana Ana María Mauricia; ésta contraería matrimonio más tarde con Luís XIII de Francia. Simón se comprometió con el monarca a cumplir el compromiso, siempre y cuando no contraviniese los que conllevaba su condición religiosa, ni cercenar su acción apostólica con los pobres y esclavos. Además, no quiso ser tratado con deferencias, ni ser remunerado por ello.

En julio de 1624 fue testigo de un hecho deleznable, sacrílego, que sucedió en un templo donde se profanó una Sagrada Forma. El inmenso dolor que le produjo pudo ser el detonante de su imparable declive. Hasta que se produjo su deceso, acaecido el 29 de septiembre de ese año, mantuvo una intensa actividad. Dos días antes de quedar postrado con carácter irreversible, los religiosos le vieron en el coro orando unos instantes ante un cuadro de la Virgen de los Desamparados. Ya se había despedido de todos ellos. Clemente XIII lo beatificó el 19 de mayo de 1766. Juan Pablo II lo canonizó el 3 de julio de 1988, Año Mariano.

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