Los Cardenales Agostino Vallini
(Vicario general del Santo Padre para la diócesis de Roma) y
Santos Abril y Castelló (Arcipreste de la
basílica liberiana) han celebrados en las basílicas de San Juan de
Letrán y Santa María Mayor dos misas de acción de gracias
por el nuevo beato Álvaro del Portillo, beatificado en
Madrid el pasado sábado 27.
El Cardenal
Vallini ha recordado como
“el beato Álvaro del Portillo vivió siempre con la certeza de que
Dios no nos abandona nunca y que busca siempre a sus hijos,
especialmente a aquellos que se han perdido. Así era la confianza
que el nuevo beato tenía en Dios. Una confianza parecida a la que
san Josemaría depositaba en Álvaro del Portillo, tanta que lo
escogió como su confesor apenas ordenado sacerdote. Álvaro del
Portillo buscaba siempre descubrir la voluntad de
Dios, esforzándose durante toda su vida por seguirla, viviendo una
santidad accesible a todos, porque se desarrollaba en la vida
cotidiana”.
Por su parte, el Cardenal
Santos Abril, recordó que
el nuevo beato “supo encarnar la bondad de Dios” y “anunció el
mensaje cristiano en obras y de verdad, haciéndose eco de la
belleza de las enseñanzas del Concilio Vaticano II”. Unas
enseñanzas que “se encontraban constantemente en su predicación y
en su empeño pastoral: especialmente la llamada universal a la
santidad, el papel insustituible de los laicos y su libertad, la
vocación y misión de los sacerdotes”, aseguró.
Veneración de las
reliquias del beato Álvaro
Desde el lunes 29 y hasta mañana 2
de octubre, los fieles romanos y quienes han llegado a Roma desde
otros países, podrán acudir a la basílica de San Eugenio (viale
delle Belle Arti 10), donde se han colocado provisionalmente los
restos mortales del nuevo beato, para facilitar la afluencia de
fieles.
Según Mara Celani, portavoz de los
actos romanos para la beatificación, en la tarde del lunes pasaron
por esta basílica unas 20.000 personas. Numerosos fieles iban
pasando por la urna donde se encuentra el beato, estampas,
rosarios, fotografías, papeles con peticiones, etc. Durante todo
el día, se han sucedido concelebraciones eucarísticas de
sacerdotes que desean celebrar la Misa junto a los restos mortales
del nuevo beato.