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Cómo gestionar una crisis de comunicación en la Iglesia: de la ‘manifa’ en el Vaticano a la visita de Juan Pablo II a Alí Agca

Yago de la Cierva presenta un libro con propuestas y experiencias para gestionar controversias mediáticas. Una clave: convertirse en fuente de información

La mejor manera de gestionar una crisis es tomar la iniciativa y convertirse en protagonista de la información sin esperar a que los acontecimientos se sucedan. Esta es una de las tesis que defiende Yago de la Cierva en ‘La Iglesia, casa de cristal’, un libro donde repasa las claves para gestionar situaciones controvertidas en ámbitos eclesiales.

 

La obra, que acaba de llegar a las librerías, presenta la doctrina académica y corporativa sobre comunicación de crisis aplicada a la Iglesia Católica. Sigue, por tanto, la estructura clásica de la comunicación institucional: análisis, programación, implementación y evaluación. También incorpora el estudio de casos recientes y numerosos ejemplos.

En agosto de 2001, el Vaticano tuvo que enfrentarse a un suceso controvertido. Una mujer llamada María Sung comenzó a manifestarse en la plaza de San Pedro. Se había casado con Emmanuel Milingo, ex arzobispo católico, en una ceremonia de la autodenominada Iglesias de la Reunificación.

La Santa Sede decidió reaccionar con contundencia y salió al paso de un hecho que comenzaba a dañar la imagen de la Iglesia. El portavoz del Vaticano denunció la existencia de una campaña de manipulación por parte de la secta Moon, artífice de aquella estrategia, y anunció medidas legales en caso de que siguiera manifestándose. Las concentraciones se acabaron al día siguiente.

De la Cierva también menciona la importancia de los “gestos” a la hora de conseguir la atención de los medios de comunicación.

El ejemplo más claro es la visita que Juan Pablo II efectuó a la cárcel de Rebibbia, en diciembre de 1983, para encontrarse con Alí Agca, el terrorista que había intentado acabar con su vida. Ese gesto, explica el autor, obtuvo veinte veces más impacto en los diarios y la televisión que la encíclica ‘Dives in misericordia’, publicada por el Papa un año antes.

Utilizando estos y otros casos reales, De la Cierva analiza cómo las crisis provocan una avalancha de datos, informaciones verdaderas o falsas, urgencias y un sinfín de comentarios críticos. “Para que no sean otros los que deciden el desarrollo de los acontecimientos –advierte-, lo único que se puede hacer es reaccionar”.

El Papa emérito Benedicto XVI, pocas semanas después de una polémica visita que realizó a Turquía en 2006, comentó con el padre Lombardi:

-- “Experiencias como los viajes del Papa a Alemania y a Turquía han sido para mí muy instructivas. He entendido que muchas veces hay que asumir la iniciativa, y que las aclaraciones pertinentes de alguien de la Santa Sede con autoridad pueden evitar que las noticias tomen una orientación equivocada. Además, es importante comprender cuál es el momento de hacerlo y el estilo con el que hacerlo”.

Otra de las cuestiones que destaca el autor es lograr cuanto antes el control comunicativo. Eso implica, insiste Yago de la Cierva, “dar información sin esperar a que me la pidan, porque la oferta de información minimiza el daño de imagen a la institución”.

El libro se dirige, fundamentalmente, a quienes trabajan en departamentos de comunicación de diócesis, órdenes y congregaciones religiosas, movimientos apostólicos, universidades, hospitales, colegios, catedrales, fundaciones, ONGs y asociaciones de todo tipo.

 ‘La Iglesia, casa de cristal’, de Yago de la Cierva, ha sido editado por la Biblioteca de Autores Cristianos.