Tras el nombramiento de Mons. Celso Morga como Arzobispo coadjutor de Mérida- Badajoz, la publicación Iglesia en Camino habla con él de cómo ve a la Archidiócesis y de sus prioridades pastorales

-¿Cómo se encuentra tras el nombramiento y qué hace durante estos días?

Gracias a Dios me encuentro muy bien y me estoy dedicando a gente que me pide algunas entrevistas y preparándome para ir para la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.

-¿Qué concepto tiene de esta Archidiócesis?

Me parece que es una Iglesia particular muy abierta en el sentido de acogedora sin problemas particularmente graves. Tengo la impresión, de que es una Archidiócesis que funciona con normalidad y que habrá cosas por hacer. Yo voy a ser un número de una gran lista de obispos que me han precedido, actualmente don Santiago, que es el Arzobispo residencial y el Obispo a todos los efectos. Yo voy allí para ponerme a su servicio, para ayudarle en lo que él me indique.

-Aunque la Iglesia está para evangelizar y ese es el objetivo de la persona que la pastorea, ¿dónde pone usted los acentos?

Yo quiero poner el acento sobre todo en los sacerdotes, a los que me he dedicado todos estos años, quiero acercarme a ellos, ser amigo, interesarme por sus problemas, sus ilusiones y su trabajo ministerial. Después el Seminario, la pastoral de las vocaciones y todo lo que es la pastoral de las familias, estamos ahora en el Sínodo de las familias, es una realidad muy importante, fundamental para la Iglesia y para toda la sociedad. Aparte de esto, sé que hay un problema grave de paro, como en toda España, personas que lo están pasando mal. Yo quisiera, en la medida de mis posibilidades, hacer algo por todas estas personas. Me gustaría dedicarme también mucho a los enfermos, a la gente que está en los hospitales, a los ancianos, a todas estas personas que quizás son más descartados en la sociedad y que para nosotros los cristianos, son Cristo, en ellos servimos a Cristo. Quiero que ellos sean privilegiados en la atención pastoral.

-La impresión de los que serán sus diocesanos es que es usted una persona con mucha perspectiva de la Iglesia por las responsabilidades que ha tenido en el Vaticano. Ese bagaje le ayudará a afrontar su nuevo cargo.

Creo que sí. Aquí tienes la perspectiva de la Iglesia universal, para ello Roma es un lugar muy privilegiado, pero de alguna forma las cosas se ven un poco desde lejos, a través de documentos, de los papeles. Ahí lo voy a ver en directo, voy a poder ejercer mi ministerio como obispo, con personas reales, concretas y eso me ilusiona. Ejercer el ministerio episcopal en Roma ha sido muy sui géneris, estás sirviendo a la Iglesia pero desde una perspectiva un poco particular, sin embargo ahí estaré en medio de la vida, trabajando en la pastoral normal, en la que trabajan todos los obispos, todos los sacerdotes.

La perspectiva de Iglesia universal me va a ayudar indudablemente porque llevo aquí 27 años, pero a la vez tengo muchas ganas de ejercer mi ministerio episcopal “en directo”.

-¿Qué nos pide a nosotros, a la diócesis que lo va a acoger?

Yo lo que pido es acogida para una persona que viene de fuera y tampoco tiene experiencia directa como obispo y que sean comprensivos con mis defectos, mis limitaciones, que van a ser evidentes en seguida, cada uno lleva consigo un bagaje de limitación. Me gustaría que me dierais un poco de ventaja, empezar el partido con 2 a 0. Voy a tener esa oportunidad que me decía el Santo Padre el otro día, la oportunidad de contar con don Santiago, con toda su experiencia, con todo lo que él sabe, y eso me va a facilitar muchísimo poder conoceros.

Yo voy, de verdad, con toda mi buena voluntad. Quiero ser un buen pastor, una imagen de Cristo como todo buen sacerdote y eso es lo que deseo con todo mi corazón, pero también os pido comprensión, darme un poco de ventaja en el partido.

(Juan José Montes – Iglesia en camino)