El 13º Encuentro Continental de los responsables de la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL), con el lema “Redes para una cultura del encuentro”, se celebra del 17 al 21 de noviembre en Lima, siendo la primera vez que la acoge la capital peruana. A continuación se entrevista a Mons. Urcey, Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).

-¿Cómo acoge este evento la Conferencia Episcopal?

-La Conferencia Episcopal Peruana acoge y apoya este evento con mucho entusiasmo y alegría. Desde sus inicios la Conferencia Episcopal y los obispos de Perú han apoyado el desarrollo y promoción del proyecto RIIAL. Durante estos meses ha puesto a disposición de los organizadores la ayuda de nuestro personal profesional y calificado, así como las instalaciones y recursos informáticos como soporte al encuentro.

-¿Quiénes están inmersos en la preparación de este evento?

-Además, algunos obispos, el personal de la CEP, los asesores y agentes pastorales diocesanos de comunicación y RIIAL de algunas diócesis vienen colaborando con mucho ánimo en la organización local que, por encargo de la Secretaria General, coordina Monseñor Ricardo García García, presidente de la Comisión Episcopal Iglesia en Diálogo con la Sociedad; todo ello por medio de un real trabajo en red.

-¿Qué esperan ofrecer a los participantes como anfitriones?

-Brindaremos todas las facilidades del caso en infraestructura, tecnología para las comunicaciones durante el evento, personal técnico de soporte y recursos logísticos para que el encuentro sea un éxito.

-¿Cuál es el significado de esta reunión?

-Para nuestra Iglesia peruana es la oportunidad para el intercambio de experiencias con otras conferencias episcopales, diócesis del continente y de otros países de Europa; esperamos lograr el diseño de estrategias comunes, la construcción de redes de comunión dentro de la Iglesia entre los agentes de pastoral; todo esto, con el fin de facilitar la comunicación entre los más alejados y desprovistos, aquellos que están en las “periferias existenciales”, como nos pide el Papa Francisco.