ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 28 de noviembre de 2014

La frase del día viernes 28

Cada uno de nosotros vive con pequeñas o grandes idolatrías, pero el camino que nos lleva a Dios pasa por un amor que es exclusivo a Él, como Jesús nos lo enseñó. 
El papa Francisco

 


El papa Francisco

Programa del viaje del Papa a Turquí­a
El avión que lleva al Santo Padre partió a las 9 desde el aeropuerto Da Vinci en Fiumicino

Francisco ha llegado a Turquí­a
El vuelo A320 de Alitalia aterrizó a las 12,48 locales, en el aeropuerto Esemboğa de Ankara

El Papa a Erdogan: La libertad religiosa frena el fundamentalismo
En su primer discurso en Turquí­a, el Santo Padre hace un llamamiento por la paz en Oriente Medio, pide no resignarse a los conflictos y elogia la acogida de los refugiados de Siria e Irak

Francisco: La amistad es posible no obstante las diferencias
En la Presidencia para Asuntos Religiosos de Turquía recuerda que 'los dirigentes religiosos tienen la obligación de denunciar las violaciones de la dignidad y los derechos humanos'

El patriarca Bartolomé I recibirá al Papa en Estambul
Los lí­deres de la Iglesia católica y ortodoxa firmarán el domingo una histórica declaración conjunta

Iglesia y Religión

¿Qué se espera el Papa para el Año de la Vida consagrada?
En una carta a los religiosos del mundo, Francisco indica objetivos y expectativas para este "Año de gracia" que inicia el 30 de noviembre y concluye el 2 de febrero de 2016

Mirada al mundo

Turquí­a es un hogar poco acogedor para los cristianos
La situación es difí­cil tanto para los residentes como para los refugiados de Iraq y Siria

Cáritas hace un llamamiento a la paz y solidaridad con el pueblo palestino
Pide a las partes en conflicto que cesen las provocaciones y creen un entorno propicio para unas 'negociaciones significativas'

España: un acto polí­tico no autorizado en la Catedral de Córdoba
Izquierda Unida reclama que el principal templo de la diócesis sea un espacio público y promueve un recurso sobre su propiedad

Rome Reports

Papa con Erdogan: Contra el fanatismo y el fundamentalismo, solidaridad y respeto a las libertades (Vídeo)
Dijo que una respuesta militar no es la solución a los conflictos en Oriente Medio

Francisco en el avión a Turquía reconoce los esfuerzos del país por ayudar a los refugiados (Vídeo)
En Turquía hay más de un millón y medio de refugiados de Siria e Irak

Francisco en el Mausoleo de Atatürk: Que Turquía sea un lugar de encuentro (Vídeo)
Durante el vuelo destaca la labor humanitaria de Turquía por acoger a miles de refugiados

Espiritualidad

¿Cuál es el significado de los colores litúrgicos en la Misa?
Catequesis para toda la famila

Beato Bernardo Francisco Hoyos - 29 de noviembre
«Joven jesuita español. Su breve existencia se caracterizó por una intensa vida mística. Fue agraciado con numerosos favores sobrenaturales. Es el impulsor del culto al Sagrado Corazón de Jesús que extendió en España y América»

Documentación

Turquía: texto completo del discurso del Papa a las autoridades

Turquía: Texto completo del discurso del Papa en la Presidencia de Asuntos Religiosos


El papa Francisco


Programa del viaje del Papa a Turquí­a
El avión que lleva al Santo Padre partió a las 9 desde el aeropuerto Da Vinci en Fiumicino

Por Redacción

ROMA, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Viernes 28 de noviembre
9:00 El Papa parte desde el aeropuerto Leonardo Da Vinci en Fiumicino
13:00 Llega al aeropuerto Esemboğa de Ankara - Acogida oficial
Visita al mausoleo de Atatürk
Palacio Presidencial – ceremonia de bienvenida – visita de cortesía al presidente de la República – encuentro con autoridades
Discurso del Papa
Audiencia con el primer ministro
Visita al presidente de Asuntos religiosos en Diyanet

Sábado 29 de noviembre 
9:30 El Santo Padre parte desde el aeropuerto Esemboğa de Ankara
10:30 Llega al aeropuerto Atatürk de Estambul
Visita al mausoleo de Santa Sofía 
Visita a la mezquita Sultán Ahmet
Santa misa en la catedral católica del Espíritu Santo - Homilía del Santo Padre
Oración ecuménica en la iglesia patriarcal de San Jorge
Encuentro privado con su santidad Bartolomé I en el Palacio Patriarcal.

Domingo 30 de noviembre
Santa misa en privado en la Delegación Apostólica
Liturgia en la iglesia patriarcal de San Jorge
Bendición ecuménica y firma de la Declaración conjunta
Almuerzo del Santo Padre con su santidad Bartolomé I, en el patriarcado ecuménico
Discurso del Santo Padre
16:45 Despedida en el aeropuerto Atatürk de Estambul
17:00 Despega el avión
18:40 Llegada al aeropuerto romano de Ciampino

(Uso horario
Roma: +1 UTC
Ankara: +2 UTC
Estambul: +2 UTC)

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Francisco ha llegado a Turquí­a
El vuelo A320 de Alitalia aterrizó a las 12,48 locales, en el aeropuerto Esemboğa de Ankara

Por Iván de Vargas

MADRID, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco acaba de aterrizar en Turquía para una de las visitas más esperadas de su pontificado, y ha sido recibido a su llegada a Ankara por el presidente Recep Tayyip Erdogan.

Las autoridades han realizado un importante despliegue de seguridad. Un millar de policías serán situados a lo largo de las calles y carreteras que utilizará el Pontífice argentino, y desde hace varios días, los agentes tienen autorización para registrar todos los vehículos que circulen por dichas rutas, en busca de elementos sospechosos. Un dispositivo similar está siendo preparado para el día y medio que el Papa pasará en Estambul, este sábado y domingo.

Nada más pisar suelo turco, el Santo Padre visitará el mausoleo dedicado a Atatürk y de allí se dirigirá al nuevo palacio presidencial, donde pronunciará un discurso ante Erdogan y las primeras autoridades del país. 

En su mensaje a la nación, el Pontífice abordará la compleja situación de Turquía, poco solidaria en hacer frente a los fanáticos del Califato Islámico que han asesinado a millares de civiles musulmanes, yazidis y cristianos en los territorios contiguos de Siria e Irak.

El segundo discurso del Papa tendrá lugar en el Departamento de Asuntos Religiosos (Diyanet) ante su presidente Mehmet Gormez y los funcionarios del organismo estatal que controla la actividad de los muftíes y los imanes.

El Santo Padre pernoctará en la capital turca y volará por la mañana a Estambul, que es el verdadero destino en el corazón de Francisco. Allí, el patriarca ecuménico Bartolomé I, que le quiere como a un hermano, acudirá a recibirle al aeropuerto.

En Estambul, el Pontífice visitará el Museo de Santa Sofía y la Mezquita Azul, y celebrará la misa en la Catedral del Espíritu Santo. Más tarde se encontrará con Bartolomé I. El domingo por la mañana celebrará una misa privada en la Delegación Apostólica y por la tarde pronunciará un discurso y cerrará el viaje firmando una histórica declaración conjunta con el Patriarca ortodoxo. 

Antes de terminar su viaje, el Papa mantendrá un encuentro con medio centenar de alumnos del Oratorio Salesiano procedentes de Turquía y de varios países de Oriente Medio y África en la representación pontificia en Estambul. Les hablará de confiar en el futuro en una tierra donde nada es fácil.

Francisco es el cuarto pontífice que realiza una visita oficial a Turquía, después de Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI.

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El Papa a Erdogan: La libertad religiosa frena el fundamentalismo
En su primer discurso en Turquí­a, el Santo Padre hace un llamamiento por la paz en Oriente Medio, pide no resignarse a los conflictos y elogia la acogida de los refugiados de Siria e Irak

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El Santo Padre ha subrayado en su primer discurso en Turquía el papel que este país desempeña en el concierto de las naciones. En el Palacio presidencial y antes las autoridades, el Papa ha hecho un llamamiento por la paz en Oriente Medio pidiendo no resignarse a los continuos conflictos, como si no fuera posible cambiar y mejorar la situación. Además, también ha hablado de la libertad religiosa como uno de los pilares para contraponer al fanatismo

Francisco ha aterrizado a las 13.00 hora local en el aeropuerto de Ankara. Desde allí se ha dirigido directamente Mausoleo de Atatürk, fundador de la Turquía moderna, donde ha colocado una corona de flores y se ha detenido en silencio. En la sala "Tower of National Pact" del Museo, el Santo Padre ha firmado el Libro de Oro con estas palabras: formulo los deseos más sinceros para que Turquía, puente natural entre dos continente, sea no solamente un cruce de caminos, sino también un lugar de encuentro, de diálogo y de convivencia sean entre los hombres y mujeres de buena voluntad de cada cultura, etnia y religión.

Al finalizar la visita al Mausoleo, el papa ha viajado en coche hasta el Palacio Presidencial. Allí ha llegado a las 14.30 y ha tenido lugar la ceremonia de bienvenida con los honores militares y se han escuchado los himnos nacionales. El presidente de la República de Turquía, Recep Tayyip Erdogan y el Papa se han reunido en una sala para un encuentro privado.

A continuación, el Pontífice ha pronunciado en italiano su primer discurso en la nación turca. Manifestando su alegría por visitar este país "puente natural entre dos continentes y entre diferentes expresiones culturales", ha recordado que esta tierra es querida por todos los cristianos por haber sido cuna de san Pablo, por haberse celebrado aquí los siete primeros concilios de la Iglesia, y por la presencia, cerca de Éfeso, de lo que una venerable tradición considera la 'Casa de María'.

Pero, también ha señalado el aprecio por Turquía no se deben sólo a su pasado, sino también a la vitalidad de su presente, la laboriosidad y generosidad de su pueblo, el papel que desempeña en el concierto de las naciones.

El Papa ha asegurado que "necesitamos un diálogo que profundice el conocimiento y valore con discernimiento tantas cosas que nos acomunan, permitiéndonos al mismo tiempo considerar con ánimo lúcido y sereno las diferencias, con el fin de aprender también de ellas".

Asimismo ha indicado que es preciso "llevar adelante con paciencia el compromiso de construir una paz sólida, basada en el respeto de los derechos fundamentales y en los deberes que comporta la dignidad del hombre". Por esta vía "se pueden superar prejuicios y falsos temores, dejando a su vez espacio para la estima, el encuentro, el desarrollo de las mejores energías en beneficio de todos".

Para lograrlo, Francisco ha subrayado que "es fundamental que los ciudadanos musulmanes, judíos y cristianos, gocen – tanto en las disposiciones de la ley como en su aplicación efectiva – de los mismos derechos y respeten las mismas obligaciones". Y así ha afirmado que la libertad religiosa y la libertad de expresión, "impulsará el florecimiento de la amistad, convirtiéndose en un signo elocuente de paz".

Medio Oriente, Europa, el mundo, esperan este florecer, ha observado el Papa. Sobre Oriente Medio ha precisado que es "teatro de guerras fratricidas desde hace demasiados años, que parecen nacer una de otra, como si la única respuesta posible a la guerra y la violencia debiera ser siempre otra guerra y otras de violencias". Por eso, se ha preguntado ¿por cuánto tiempo deberá sufrir aún el Medio Oriente por la falta de paz?

De este modo, Francisco ha afirmado que "no podemos resignarnos a los continuos conflictos, como si no fuera posible cambiar y mejorar la situación".  Porque, "con la ayuda de Dios, podemos y debemos renovar siempre la audacia de la paz".

Dirigiéndose al presidente turco, el Pontífice ha observado que "para llegar a una meta tan alta y urgente, una aportación importante puede provenir del diálogo interreligioso e intercultural, con el fin de apartar toda forma de fundamentalismo y de terrorismo, que humilla gravemente la dignidad de todos los hombres e instrumentaliza la religión".

A propósito ha asegurado que es necesario contraponer al fanatismo y al fundamentalismo, a las fobias irracionales que alientan la incomprensión y la discriminación, la solidaridad de todos los creyentes, que tenga como pilares el respeto de la vida humana, de la libertad religiosa – que es libertad de culto y libertad de vivir según la ética religiosa –, el esfuerzo para asegurar todo lo necesario para una vida digna, y el cuidado del medio ambiente natural.

Asimismo, Francisco ha puesto como ejemplo Siria e Irak, donde "la violencia terrorista no da indicios de aplacarse", donde "se constata la violación de las leyes humanitarias más básicas contra los presos y grupos étnicos enteros", especialmente, aunque no sólo "los cristianos y los yazidíes".

A propósito, el Papa ha recordado que Turquía, acogiendo generosamente a un gran número de refugiados, "está directamente afectada por los efectos de esta dramática situación en sus confines". La comunidad internacional -ha subrayado-  tiene la obligación moral de ayudarla en la atención a los refugiados.

Por otro lado, el Pontífice ha reiterado que "es lícito detener al agresor injusto, aunque respetando siempre el derecho internacional, quiero recordar también que no podemos confiar la resolución del problema a la mera respuesta militar". Por eso, es necesario un gran esfuerzo común, "fundado en la confianza mutua", que "haga posible una paz duradera y consienta destinar los recursos", no a las armas "sino a las verdaderas luchas dignas del hombre: contra el hambre y la enfermedad" en favor del desarrollo sostenible y la salvaguardia de la creación, del rescate de tantas formas de pobreza y marginación.  

Para finalizar su discurso, el Santo Padre ha asegurado que Turquía, por su historia, por su posición geográfica y por la importancia en la región, tiene una gran responsabilidad: "sus decisiones y su ejemplo tienen un significado especial y pueden ser de gran ayuda para favorecer un encuentro de civilizaciones e identificar vías factibles de paz y de auténtico progreso".

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Francisco: La amistad es posible no obstante las diferencias
En la Presidencia para Asuntos Religiosos de Turquía recuerda que 'los dirigentes religiosos tienen la obligación de denunciar las violaciones de la dignidad y los derechos humanos'

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - En su primera tarde en Turquía, el Santo Padre ha llegado al "Diyanet", el departamento para los Asuntos Religiosos, la autoridad religiosa islámica sunita más alta en este país. Allí lo ha recibido el presidente, el profesor Mehmet Gormez, con quien ha mantenido un encuentro privado. Al finalizar, Francisco ha dado su segundo discurso público del viaje.

Una tradición de los viajes papales a otros países la de encontrarse con las autoridades de otras religiones que Francisco sigue en la línea de sus predecesores: "Sin esta apertura al encuentro y al diálogo, una visita papal no respondería plenamente a su finalidad, como yo la entiendo".

El presidente Gormez, no es un religioso sino una autoridad a nivel de ministro que es designado por el Estado. Turquía es una estado laico, aunque su publiación es en un 98 por ciento musulmana. Fue Atatürk, fundador de la Turquía moderna, quien abolió el Califato y sustituyó el ministerio de la Sharia por un organismo estatal central, que es la Diyanet.

Y así, el Papa ha asegurado que las buenas relaciones y el diálogo entre los dirigentes religiosos tiene gran importancia, ya que "representa un claro mensaje dirigido a las respectivas comunidades para expresar que el respeto mutuo y la amistad son posibles, no obstante las diferencias". Y esta amistad adquiere especial significado en tiempos de crisis, como el nuestro, "crisis que en algunas zonas del mundo se convierten en auténticos dramas para poblaciones enteras", ha observado.

La situación en el Medio Oriente es verdaderamente trágica, especialmente en Irak y Siria, ha señalado el Papa. A propósito Francisco ha asegurado que "pienso en tantos niños, en el sufrimiento de muchas madres, en los ancianos, los desplazados y refugiados, en la violencia de todo tipo". Por eso ha proseguido observando que es particularmente preocupante que, sobre todo a causa de un grupo extremista y fundamentalista, enteras comunidades, especialmente – aunque no sólo – cristianas y yazidíes, hayan sufrido y sigan sufriendo violencia inhumana a causa de su identidad étnica y religiosa.

Por eso, el Pontífice ha afirmado que como dirigentes religiosos, "tenemos la obligación de denunciar todas las violaciones de la dignidad y de los derechos humanos". Afirmando que la vida humana, don de Dios Creador, tiene un carácter sagrado, Francisco ha precisado que "la violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena".

Y a la denuncia debe seguir el trabajo común para encontrar soluciones adecuadas, ha observado.  Algo que, "requiere la colaboración de todas las partes". A propósisto, el Santo Padre ha señalado que los musulmanes y los cristianos, "somos depositarios de inestimables riquezas espirituales, entre las cuales reconocemos elementos de coincidencia, aunque vividos según las propias tradiciones". Elementos que, vividos de modo sincero, pueden transformar la vida y dar una base segura a la dignidad y la fraternidad de los hombres, según ha subrayado Francisco en su mensaje.

Y es que "el común reconocimiento de la sacralidad de la persona humana sustenta la compasión, la solidaridad y la ayuda efectiva a los que más sufren".

Por otro lado, el Pontífice ha aprovechado la ocasión para expresar su aprecio "por todo lo que el pueblo turco, los musulmanes y los cristianos, están haciendo en favor de los cientos de miles de personas que huyen de sus países a causa de los conflictos." Esto es un ejemplo concreto -ha asegurado el Papa- de cómo trabajar juntos para servir a los demás, un ejemplo que se ha de alentar y apoyar.

Al finalizar, el Obispo de Roma ha indicado que sigue con satisfacción las buenas relaciones y la colaboración entre la Diyanet y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. Asimismo ha afirmado que espera "que continúen y se consoliden, por el bien de todos, porque toda iniciativa de diálogo auténtico es signo de esperanza para un mundo tan necesitado de paz, seguridad y prosperidad".  

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El patriarca Bartolomé I recibirá al Papa en Estambul
Los lí­deres de la Iglesia católica y ortodoxa firmarán el domingo una histórica declaración conjunta

Por Iván de Vargas

MADRID, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El patriarca ecuménico Bartolomé I, líder espiritual de más de 300 millones de fieles ortodoxos en todo el mundo, recibirá al papa Francisco los días 29 y 30 de noviembre en el Fanar. La visita del Santo Padre a Estambul se debe fundamentalmente a la invitación personal del Patriarca, con ocasión de la festividad de san Andrés, el hermano mayor de san Pedro. Este apóstol es considerado el fundador de la Iglesia de Constantinopla.

La invitación fue formulada al Papa por Bartolomé I en la misa de inicio de pontificado, el 19 de marzo de 2013, la primera vez que un patriarca ortodoxo asistía a esa celebración desde el Gran Cisma de 1054.

"Estamos esperando con impaciencia la visita de nuestro hermano Francisco", ha asegurado el Patriarca. "Va a ser un paso significativo en nuestras relaciones positivas como Iglesias hermanas", ha reconocido Bartolomé I en un breve comunicado.

Por su parte, el Pontífice argentino ha explicado recientemente que su visita a Turquía es "una señal del profundo vínculo que une la sede de Roma y la de Constantinopla y del deseo de superar, en el amor y la verdad, los obstáculos que todavía nos separan".

El sábado 29, el Patriarca asistirá a la celebración de la misa en la Catedral del Espíritu Santo en Estambul, el principal templo católico de la ciudad. Ese mismo día por la tarde, el Santo Padre será recibido en el Fanar, donde participar en una doxología de la paz y de acción de gracias en la Catedral Patriarcal de San Jorge. Tras este momento de oración ecuménica, los líderes de la Iglesia católica y ortodoxa mantendrán una reunión privada.

La mañana del domingo, el Papa asistirá también a la Liturgia Divina en la Catedral Patriarcal. Allí, intercambiará el gesto de la paz con Bartolomé I y juntos bendecirá a los fieles. Después de la Liturgia Divina, firmarán una histórica declaración conjunta. Antes de despedirse, Francisco almorzará con el Patriarca ecuménico en el Fanar.

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Iglesia y Religión


¿Qué se espera el Papa para el Año de la Vida consagrada?
En una carta a los religiosos del mundo, Francisco indica objetivos y expectativas para este "Año de gracia" que inicia el 30 de noviembre y concluye el 2 de febrero de 2016

Por Salvatore Cernuzio

CIUDAD DEL VATICANO, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El Papa, como sucesor de Pedro, escribe a todos los religiosos y religiosas del mundo, en ocasión del Año de la Vida Consagrada que inicia el próximo 30 de noviembre y termina el 2 de febrero de 2016. Pero se dirige a ellos como "hermano", "consagrado a Dios como vosotros", en la carta  escrita el 21 de noviembre y publicada hoy.

Una misiva larga y articulada, en la que el Papa ofrece ideas e indicaciones para vivir este Año, proclamado en ocasión del 50 aniversario de la Constitución dogmática Lumen gentium  sobre la Iglesia y del Decreto Perfectae caritatis. En ella, Francisco indica también los objetivos que tal iniciativa propone, los mismo -escribe- ya indicados por san Juan Pablo II a la Iglesia de tercer milenio en la exhortación post-sinodal Vita consacrata.

Los objetivos

Para vivir plenamente este Año, afirma el Santo Padre, es necesario mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar con esperanza el futuro.

El pasado no para "hacer arqueología o cultivar nostalgias inútiles" sino para recordar los propios inicios "es un modo de mantener viva la identidad" y fortalecer la unidad de la familia. Y es un modo también para descubrir "incoherencias, fruto de las debilidades humanas, a veces quizá también el olvido de algunos aspectos esenciales del carisma", conscientes sin embargo que "todo es instructivo e junto se convierte en llamamiento a la conversión".

Observar el presente es útil sin embargo para entender si el Evangelio es realmente el vademecum para la vida y las elecciones de cada día, explica el Santo Padre. Porque "no basta leerlo (lectura y estudia son de extrema importancia), no basta meditarlo (y lo hacemos con alegría cada día). Jesús nos pide actuar, vivir sus palabras. Además, prosigue el Pontífice, "el Año de la Vida Consagrada nos interroga sobre la fidelidad  a la misión que se nos ha confiado", para debatir si los ministros y las obras cumplidas hasta ahora "responden a cuanto el Espíritu ha pedido a nuestros fundadores" y "son adecuados para perseguir las finalidades en la sociedad y en la Iglesia de hoy". "vivir el presente con pasión -prosigue Francisco- significa convertirse en expertos de comunión". Y "en una sociedad del enfrentamiento, de la convivencia difícil entre culturas diferentes, de la opresión sobre los más débiles, de las desigualdades", es fundamental mostrar "un modelo concreto de comunidad" que vive en "relaciones fraternas" según "la mística del encuentro".

Hablando del futuro, el Papa enumero las dificultades a las que enfrenta la vida consagrada: la disminución de las vocaciones y el envejecimiento, los problemas económicos de la crisis financiera mundial, la internacionalización y la globalización, el relativismo, la marginación, la irrelevancia social... Aún así, afirma, "precisamente en estas incertidumbres actúa nuestra esperanza". Una esperanza que "no se funda en número u obras, sino en Aquel en el hemos puesto nuestra confianza y para el que nada es imposible". Por eso, recomienda el Pontífice, "no cedáis a las tentaciones de los números y de la eficiencia, y menos aún a la de confiar en las propias fuerzas". La invitación va sobre todo a los jóvenes que son el "presente", porque ofrecen "una contribución determinante con la frescura y la generosidad" de su elección, y al mismo tiempo el futuro "por pronto seréis llamados a tomar en vuestras manos la guía de la animación, de la formación, del servicio, de la misión".

Las expectativas

En la segunda parte de la carta, el Obispo de Roma inicia con una pregunta: "¿Qué me espero en particular de este Año de gracia de la Vida consagrada?" Sobre todo, escribe, "que sea siempre verdadero que donde hay religiosos hay alegría". Esto significa que "estamos llamados a mostrar

que Dios es capaz de colmar nuestro corazón y de hacernos felices, sin necesidad de buscar más allá nuestra felicidad". Y que tal alegría se alimente con "la auténtica fraternidad vivida en nuestra comunidad" y con el "don total en el servicio de la Iglesia, de las familias, de los jóvenes, de los ancianos, de los pobres".

"Que entre nosotros no se vean rostros tristes, personas descontentas e insatisfechas", recomienda el Papa. Cierto -admite- "también nosotros, como todos los otros hombres y mujeres, tenemos dificultades, noches del espíritu, desilusiones, enfermedades, pérdida de las fuerzas debido a la vejez". Precisamente en esto es necesario encontrar la "perfecta alegría" de forma que "en una sociedad que ostenta el culto de la eficiencia, de la salud, del éxito", se pueden concretizar las palabras de san Pablo: "Cuando soy débil, es entonces que soy fuerte".

No olvidemos que "la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción", recuerda Francisco citando la Evangelii gaudium. Por tanto "la vida consagrada no crece si organizamos campañas vocacionales bonitas, sino si los jóvenes que nos ven se siente atraídos por nosotros, si nos ven hombre y mujeres felices".

Con esta misma alegría los consagrados están llamados a "despertar el mundo" y a ser "profetas". En tal perspectiva, monasterios, comunidades, centros de espiritualidad, ciudadelas, escuelas, hospitales, casas-familia, deben convertirse cada vez más en "la levadura para una sociedad inspirada en el Evangelio".

De nuevo, un llamamiento a la "comunión" que se ejercita sobre todo dentro de las respectivas comunidades del Instituto. Aquí -subraya el Pontífice- actitudes como críticas, chismes, envidias, celos, antagonismos "no tienen el derecho de habitar". Mientras tienen plena residencia la acogida y la atención recíproca, la comunión de bienes materiales y espirituales, la corrección fraterna y el respeto de las personas más débiles".

Considerada dentro del propio Instituto, tal comunión se abre después al exterior, teniendo en cuenta sobre todo la relación entre personas de culturas diferentes y  el de con miembros de distintos Institutos. "¿No podría ser este Año la ocasión para salir con mayor valentía de los confines de los propios Institutos para elaborar juntos, a nivel local y global, proyectos comunes de formación, de evangelización, de intervenciones sociales?", sugiere Francisco. De esta forma nos preservaríamos "de la enfermedad de la autoreferencialidad".

La invitación, por tanto, es la típicamente 'bergogliana': Salir de sí mismo para ir a las periferias existenciales. Porque "hay una humanidad entera que espera": personas que "han perdido toda esperanza, familias en dificultad, niños abandonados, jóvenes a los que se les embarga cualquier futuro, enfermos y ancianos abandonados, ricos saciados de bienes y con vacío en el corazón, hombres y mujeres en búsqueda del sentido de la vida, sediento de lo divino...".

Frente a tal enfrentamiento generalizado no nos podemos dejar "asfixiar por las pequeñas riñas de casa" o por los problemas personales. "Estos -asegura el Papa- se resolverán si vais fuera y ayudar a los otros a resolver sus problemas y a anunciar la buena noticia. Encontraréis la vida dando vida, la esperanza dando esperanza, el amor amando".

Todo esto debe traducirse en gestos concretos "de acogida de los refugiados, de cercanía a los pobres, de creatividad en la catequesis, en el anuncio del Evangelio, en la iniciación a la vida de oración". Y también en la "racionalización de las estructuras" y en la "reutilización de las grandes casas a favor de obras que respondan más a las actuales exigencias de la evangelización y de la caridad". 

Los horizonte del Año de la Vida Consagrada

Sobrepasando los confines de los Institutos de vida consagrada, el Papa, en la tercera parte de la carta, se dirige a los laicos que, con los consagrados, "comparten ideales, espíritu, misión". A ellos dirige el ánimo para vivir este Año "como una gracia que puede haceros más conscientes del don recibido" para celebrar con toda la "familia". "En algunas ocasiones -escribe el Santo Padre- cuando los consagrados de distintos Institutos se encuentran entre ellos, estar presentes vosotros también como expresión del único don de Dios" para "enriqueceros y apoyaros recíprocamente".

El sucesor de Pedro habla después a todo el pueblo cristiano para que "sea cada vez más consciente del don que es la presencia de tantos consagrados y consagradas, herederos de grandes santos que han hecho la historia del cristianismo".

Este Año debe ser ocasión para expresar gratitud por los "dones recibidos y que aún recibimos" gracias a la santidad de los Fundadores, y para reunirnos al rededor de las personas consagradas, " a gozar con ellos, a compartir sus dificultades, a colaborar con ellos ". "Que sientan vuestro afecto y el calor de todo el pueblo cristiano", recomienda el Papa.

Evidencia también la unión entre familia y vida consagrada, ambas "vocaciones portadoras de riqueza y gracia para todos" espacios de "humanización" y "evangelización". Con humildad, se dirige a los miembros de fraternidad y comunidad pertenecientes a Iglesia de tradición distinta de la católica, que anima con fuerza a participar en las iniciativas propuestas por la Congregación para los Institutos de vida consagrada para que "crezca el conocimiento mutuo, la estima, la colaboración recíproca, de forma que el ecumenismo de la vida consagrada sea de ayuda al más amplio camino hacia la unidad entre todas las Iglesias".

Dos palabras, al finalizar, a los hermanos en el episcopado: "Que este Año sea una oportunidad para acoger cordialmente y con alegría la vida consagrada como una capital espiritual que contribuye al bien de todo el cuerpo de Cristo y no solo de las familias religiosas", escribe el Santo Padre.

Concluye, por tanto, exhortando a los pastores de las Iglesias particulares "a una preocupación especial" en el promover los distintos carismas, ya sean los históricos que los nuevos, "apoyando, animando, ayudando en el discernimiento, haciéndoos cercanos con ternura y amor a las situaciones de sufrimiento y de debilidad en las cuales puedan encontrase algunos consagrados". Todo porque "la belleza y la santidad" de la vida consagrada puedan resplandecer en toda la Iglesia".

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Mirada al mundo


Turquí­a es un hogar poco acogedor para los cristianos
La situación es difí­cil tanto para los residentes como para los refugiados de Iraq y Siria

Por Redacción

ROMA, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - La siguiente reflexión ha sido proporcionada por Sébastien de Courtois, de Ayuda a la Iglesia Necesitada, y ha sido traducida del original en inglés por la hermana María de Guadalupe Rodrigo, de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, misionera en Alepo (Siria).

                                                            ***

Desde el comienzo de la guerra en Iraq en 2003, y especialmente desde el estallido de la guerra en Siria en 2011, Turquía se convirtió en el destino –o vía de paso- para cientos de miles de refugiados. Muchos de ellos cristianos provenientes de Iraq y de Siria, y muchos jóvenes, personas solteras, dispuestas a correr cualquier tipo de riesgos. A principios de noviembre, un barco que transportaba inmigrantes ilegales desde Turquía a Bulgaria naufragó justo después de entrar por el Estrecho del Bósforo, en su camino hacia Bulgaria. 

La mayor parte de los refugiados termina en Estambul, la vasta metrópolis capaz de acoger a tantos pueblos.  

Es difícil saber exactamente cuántos cristianos hay, ya que ni el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ni las mismas Iglesias mantienen algún tipo de recuento de personas conforme a la afiliación religiosa. Acogemos a todos aquellos que están en necesidad y vienen a nosotros”, dijo Monseñor François Yakan, vicario patriarcal para los caldeos en Turquía, a la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada. 

Muchos de los refugiados sueñan con comenzar una nueva vida en Europa o Estados Unidos. Pero eso puede llevarles mucho tiempo. Mientras tanto, en Turquía para los refugiados no existe el derecho oficial al trabajo. 

A veces tienen que esperar años, y esto es terrible para las familias que han quedado divididas y diseminadas en distintas partes del mundo. No puedo poner solución a todas las situaciones”,  dijo el obispo, que trabaja en estrecha colaboración con la ONU, el gobierno turco y con asociaciones humanitarias tanto internacionales como locales.

Los principales países que ofrecen visas son Estados Unidos, Canadá y Australia. Europa ha cerrado sus puertas, excepto en circunstancias muy excepcionales, como sucedió este verano (2014) cuando Francia y Alemania abrieron sus fronteras a cristianos y yazidies expulsados por ISIS de Mosul y de otras ciudades de la llanura del Nínive. 

Amer Bahnan llegó desde Mosul con su familia. Y lleva aquí 18 meses. “La vida se había tornado imposible para mi familia en Iraq. Fui primero a Siria, después al Líbano y finalmente llegué a Turquía”. Amer había sido sometido a cuatro operaciones de corazón. “Hemos estado viviendo en la calle desde 2008… Ya no sabemos adónde ir. En Iraq fuimos despojados de todo, robados; ya no tenemos casa; ni dinero; ni dignidad; ni nada”. 

La mayoría de los refugiados vive en los suburbios, a las afueras de la ciudad, hacinados en bloques de departamentos alquilados, que comparten entre varias familias –muchas veces en condiciones antihigiénicas-. Una mujer cuenta su historia: “Soy viuda, y tengo cinco niños. Hace 16 meses que dejamos Duhok. La Embajada Americana acaba de rechazar mi aplicación”. Ahora quiere intentar ir a Canadá, donde ya están viviendo sus hermanos. Ninguno de su familia ha quedado en Iraq. 

Los Cristianos residentes no están en mejor situación

Se cree que son solo 100,000 los cristianos que viven en Turquía de modo permanente, una muy pequeña fracción del total de 75 millones de habitantes que tiene el país, en su gran mayoría musulmanes sunitas. La proporción de la población cristiana era mucho mayor, pero las cifras descendieron durante el genocidio armenio y los asesinatos en masa de cristianos siríacos ortodoxos entre 1895 y 1915, cuando millones de fieles perecieron. Todavía hoy, hay miles de iglesias y monasterios esparcidos a lo largo del país, muchos de ellos en ruinas y abandonados. 

Hoy en día los cristianos en Turquía son considerados ‘extranjeros’ en su propio país, aun cuando existe libertad de culto. En los últimos años varios clérigos católicos y protestantes fueron asesinados. Hrant Dink, periodista turco de origen armenio, corrió la misma suerte. Defensor del reconocimiento del genocidio de los armenios, y activista a favor de los derechos de las minorías en Turquía fue asesinado en 2007. Una parte importante de la opinión pública de Turquía sigue considerando a los cristianos como sospechosos de querer desestabilizar la nación. 

Es en este marco que el Papa Francisco va a realizar su visita pastoral a este país del 28 al 30 de noviembre. Sin duda uno de sus objetivos será llamar la atención sobre el pasado cristiano turco, atestiguado por las ciudades de Éfeso y Antioquía, que desempeñaron un papel fundamental en la vida y en la misión de San Pablo. Asimismo el Pontífice estrechará aún más las relaciones con el mundo ortodoxo encontrándose con el Patriarca Ecuménico Bartolomé.  

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Sébastien de Courtois escribe para Ayuda a la Iglesia Necesitada, fundación de
la Santa Sede que provee asistencia a la Iglesia sufriente y perseguida en más de 140 países. www.churchinneed.org (USA); www.acnuk.org (UK); www.aidtochurch.org (AUS); 
www.acnireland.org (IRL); www.acn-aed-ca.org (CAN) www.acnmalta.org (Malta)

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Cáritas hace un llamamiento a la paz y solidaridad con el pueblo palestino
Pide a las partes en conflicto que cesen las provocaciones y creen un entorno propicio para unas 'negociaciones significativas'

Por Redacción

MADRID, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Coincidiendo con el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino, que se celebra mañana, Cáritas Jerusalén ha lanzado un mensaje en el que pide el cese de los enfrentamientos y que las partes en conflicto sean capaces de crear un entorno propicio para el inicio de unas "negociaciones significativas".

En un mensaje remitido a todas las Cáritas del mundo, el padre Raed Abusahlia, director general de Cáritas Jerusalén, señala también que "la justicia permitirá a ambos pueblos vivir en la belleza de la paz".

Esta carta tiene un significado especial, puesto que el 2014, a pesar de haber sido declarado por la ONU Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, ha sido uno de los más duros que se ha vivido en los últimos tiempos en Tierra Santa.

Por su interés, difundimos el contenido íntegro del escrito:

"Estimados amigos y colaboradores,

Desde 1948, nosotros, los palestinos hemos sufrido el despojo y el exilio. Nuestra  diáspora suma hoy más de 9 millones de personas en todo el mundo.

Desde 1967, nosotros, los palestinos vivimos bajo la ocupación. Los puestos de control, el muro de separación, la falta de acceso a tierras de cultivo y las violaciones de los derechos son parte de nuestra vida diaria.

Después de décadas de negociaciones infructuosas y ante el avance en la pérdida del territorio, nada ha cambiado. De hecho las cosas van de mal en peor. La separación, la segregación, la violación, la demolición, la animosidad y la falta de respeto por los derechos humanos más básicos van en aumento.

Éste ha sido un año muy difícil para nosotros. La guerra en Gaza, los disturbios en Cisjordania, la continua tensión en Jerusalén han devastado los frágiles recursos de la población palestina en Tierra Santa.

Debido al deterioro de la situación, la falta de progreso en las conversaciones de paz y la expansión de los asentamientos, la desconfianza y enemistad entre las personas crece.  No poder superar la desconfianza sólo condenará a nuevas generaciones de palestinos e israelíes a más conflicto y más sufrimiento.

En este Día Internacional, oremos para que las partes cesen las provocaciones y creemos el contexto que conduzca a negociaciones más significativas.

‘Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios’.

El mensaje que queremos transmitir a nuestros hermanos y hermanas judíos en Israel es que ‘la Justicia para el pueblo palestino es el fruto de la paz y la seguridad. La justicia permitirá a ambos pueblos vivir en la belleza de la paz en Tierra Santa, que debe ser y permanecer Santa’.

Padre Raed Abusahlia, director General de Caritas Jerusalén".

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España: un acto polí­tico no autorizado en la Catedral de Córdoba
Izquierda Unida reclama que el principal templo de la diócesis sea un espacio público y promueve un recurso sobre su propiedad

Por Iván de Vargas

MADRID, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El Cabildo de la Catedral de la ciudad española de Córdoba, ha denunciado que "en la mañana del viernes 28 de noviembre varios representantes de la formación política Izquierda Unida han llevado a cabo sin autorización previa, un acto electoral en el interior del recinto de la Catedral de Córdoba".

En un comunicado remitido a los medios de comunicación, el Cabildo lamenta que "pese a las reiteradas peticiones del personal de seguridad para que dieran fin al acto propagandístico, han permanecido en el interior del Patio de los Naranjos, negándose a suspender el acto político". Asimismo, advierte que lo ocurrido es "una grave falta de respeto hacia la Catedral y, especialmente hacia los cordobeses".

Con este gesto, la plana mayor de esta organización política ha elevado el tono de la provocación en su empecinada ambición por usurpar a la Iglesia la titularidad de la Catedral de Córdoba.

"Estamos en un parque público", ha afirmado el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, que ha proseguido con su comparecencia. "Estamos aquí para decir que queremos que lo que es del pueblo tiene que volver a ser del pueblo", ha añadido.

"Desde 1998 hemos vivido el mayor pelotazo inmobiliario de la Historia, porque entonces la Iglesia comenzó a realizar inmatriculaciones masivas", ha argumentado Lara, al tiempo que ha recordado que IU está promoviendo un recurso ante el Tribunal Constitucional sobre la propiedad del principal templo diocesano.

La titularidad de la Catedral de Santa María de Córdoba, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, ha sido objeto de polémicas interesadas en los últimos meses.

Así, ante los diferentes intentos de confundir a la opinión pública, el Cabildo ha explicado reiteradamente que toda la legislación española, la legislación europea y el Derecho Internacional reconocen y amparan que el legítimo dueño del templo es, desde 1236, la Iglesia católica, tal y como se recoge en numerosos documentos jurídicos e históricos.

La diócesis está conmemorando este año el 775 aniversario de la consagración de la catedral como la sede del Obispo de Córdoba, un auténtico acontecimiento eclesial que tuvo lugar el 20 de junio de 1239.

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Rome Reports


Papa con Erdogan: Contra el fanatismo y el fundamentalismo, solidaridad y respeto a las libertades (Vídeo)
Dijo que una respuesta militar no es la solución a los conflictos en Oriente Medio

Por Redacción

ROMA, 28 de noviembre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

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Francisco en el avión a Turquía reconoce los esfuerzos del país por ayudar a los refugiados (Vídeo)
En Turquía hay más de un millón y medio de refugiados de Siria e Irak

Por Redacción

ROMA, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

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Francisco en el Mausoleo de Atatürk: Que Turquía sea un lugar de encuentro (Vídeo)
Durante el vuelo destaca la labor humanitaria de Turquía por acoger a miles de refugiados

Por Redacción

ROMA, 28 de noviembre de 2014 (Rome Reports) - Para ver el vídeo hacer click aquí.

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Espiritualidad


¿Cuál es el significado de los colores litúrgicos en la Misa?
Catequesis para toda la famila

Por Redacción

MADRID, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Por Xhonane Olivas

En el lugar en donde vivimos, hay una gran afición por el equipo de futbol local. En la temporada de juegos, sus colores oficiales (negro y amarillo oro) se ven por todos lados, incluso, muchas personas se visten con esos colores para mostrar su apoyo al equipo. Y así como este ejemplo, podemos mencionar otros, en donde el uso del color nos indica algo importante, nos da un mensaje o nos enfatiza un significado especial.

De igual manera, nuestra Iglesia utiliza diferentes colores para cada uno de los misterios de nuestro Señor Jesús, de María y los santos alrededor del año litúrgico para ayudarnos a comprender algo. El uso de estos colores “litúrgicos” es una ayuda visual magnífica que nos da un mensaje y nos invita a entrar al misterio que se está celebrando en la Santa Misa.

Y ¿cuáles son los colores litúrgicos que utiliza nuestra Iglesia? ¿Cuál es su significado? Los principales colores son el morado, el blanco y el verde, pero también se utiliza el rojo y el rosa, para ciertos días. Este es su significado:

Blanco – “para el tiempo de Pascua y Navidad, para las fiestas del Señor, de María, de los ángeles y de los santos no mártires”, también para el sacramento del Bautismo, Comunión, Matrimonio y el Orden Sacerdotal. Simboliza “luz, lo divino, gozo, pureza, gloria, gracia”.

Rojo – “para el Domingo de Palmas, las fiestas del Espíritu Santo, de los apóstoles (excepto la de San Juan el 27 de diciembre),… de los mártires y evangelistas”, Viernes Santo, y la fiesta de la Santa Cruz. Simboliza “martirio, amor”.

Verde – “para el tiempo [ordinario] durante el año (períodos después de la Epifanía y de Pentecostés)”. Simboliza “esperanza”.

Morado – “para la Cuaresma, el Adviento, días penitenciales y [de] difuntos”, para el sacramento de la Penitencia y la Unción de los Enfermos. Simboliza “penitencia”.

Rosa – “para algunos domingos (Gaudete – tercero del Adviento; Laetare – cuarto de Cuaresma) y algunas fiestas especiales de la Virgen María.”

Por lo tanto, en cada misa, las vestimentas del sacerdote y el mantel del altar, tendrán el color de la celebración del día (santo, mártir, María o ángeles) o del tiempo litúrgico. Antes de ir a Misa, trato de preguntarles a mis hijos si saben de qué color va a estar vestido el sacerdote. Esto me ha parecido una manera muy práctica para introducirlos al ciclo del año litúrgico (Adviento, Navidad, Tiempo Ordinario I, Cuaresma, Pascua y Tiempo Ordinario II), al significado de los colores asignados a cada uno de estos tiempos y a la respuesta que se espera de nosotros en la celebración. Por ejemplo, el color blanco siempre es una fiesta, por lo tanto, nuestra actitud debe ser de alegría y gozo; el morado nos invita a la preparación de la fiesta, por lo que debemos estar en una actitud de oración y recogimiento; el verde se utiliza para continuar lo que se ha vivido en la fiesta, por lo que nos llama a perseverar en nuestra fe.

Por último, también podemos utilizar los colores litúrgicos en nuestro hogar para ayudar a nuestros hijos a conocer mejor nuestra fe, entender lo que se está celebrando y para que se sientan parte de nuestra Iglesia universal.

Bibliografía

Tomás Parra Sánchez, Diccionario Católico.

Alberto Clavell. La Santa Misa, Centro de la Vida del Cristiano. Ed. Hemisferio. 2001

Miguel y Xhonané Olivas. El Año Litúrgico en Familia. 2014

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Beato Bernardo Francisco Hoyos - 29 de noviembre
«Joven jesuita español. Su breve existencia se caracterizó por una intensa vida mística. Fue agraciado con numerosos favores sobrenaturales. Es el impulsor del culto al Sagrado Corazón de Jesús que extendió en España y América»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Este místico nació el 20 de agosto de 1711 en Torrelobatón, Valladolid. Y en esta región española situada en el corazón de Castilla discurrió su breve existencia. Cuando el jesuita Juan de Loyola publicó su biografía en 1735, emergió con luz propia la intensísima experiencia de amor al Sagrado Corazón de Jesús que había jalonado su vida. No obstante, en esa fecha ya era sobradamente conocido por haber extendido esta devoción en España y en América, secundando en esta acción a la que venían realizando en Francia los santos Margarita María de Alacoque, y su director espiritual, Claudio de la Colombière.

Tuvo la fortuna de contar con unos padres piadosos que le legaron el preciado patrimonio de su fe, le pusieron bajo el amparo de san Francisco Javier y le alentaron en su vocación religiosa. Desde los 9 años y hasta su temprana muerte siempre estuvo con los jesuitas. Con ellos estudió en varias localidades vallisoletanas y se integró en la Compañía a los 14 años, época en la que ya experimentaba favores celestiales. Éste fue uno de los rasgos preponderantes de su existencia, agraciada con una profunda y singular vida interior que recuerda a la de los grandes místicos como Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Una de esas personas cuyo acontecer no parece encerrar grandes misterios, sencilla, inocente, devota de la Virgen María, diligente en la obediencia, dócil a las indicaciones recibidas, con los brazos tendidos siempre a Dios en espíritu de ofrenda, guiado por el santo temor que le precavía de cualquier falta que pudiera ofenderle. Un apóstol que se afligía por las almas que vivían alejadas del amor divino y por las que estaba dispuesto a entregarse: «Se me parte el corazón de dolor, cuando considero hay quien ofenda a mi Dios; y diera mil vidas para sacar una alma de pecado».

El maligno intentó por distintas vías socavar su bondad, y al joven no le faltaron sus zarpazos externos e internos. Atentados contra su vida espiritual a mansalva y agresiones físicas. Quería sembrar en su ánimo la duda haciéndole creer en su impiedad: «¿Dónde va el deshonesto, el soberbio, el blasfemo? Apártese, que, si llega, será luego confundido en el profundo del infierno». Confiaba a su director espiritual el inmenso sufrimiento en el que vivía: «Esta carta va regada con lágrimas que brotan de mis ojos; y me parece que soy la criatura más infeliz que de mujeres ha nacido». Pero era un elegido de Dios y, con su gracia, lo superó todo. Tenía muy presente esta máxima de Santa Teresa: «Sólo se puede seguir o que Dios sea alabado o yo despreciado: de todo me consuelo».

En su biografía hallamos claramente expresado el instante concreto que marcó lo que iba a ser su misión en honor del Sagrado Corazón de Jesús. No cabe tomar como coincidencia, sino como algo providencial lo que le sucedió a los 21 años mientras cursaba teología en Valladolid. Y así lo reconoció él mismo más tarde. Un amigo sacerdote y profesor, algo mayor que él, le pidió el

favor de que tomase de la biblioteca el texto «De cultu Sacratissimi Cordis Iesu», escrito por el padre José de Gallifet, y copiase algunos fragmentos que precisaba para preparar un sermón que tenía encomendado. La lectura de esta obra dedicada a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, y de la que Bernardo no tenía noción alguna, le produjo una conmoción interior inenarrable. En ese mismo momento hizo ofrenda de su vida ante el Sagrario prometiendo que se dedicaría por entero a extender este culto. Al día siguiente a través de una locución divina supo que era elegido para esta misión: «Yo, envuelto en confusión renové la oferta del día antes, aunque quedé algo turbado, viendo la improporción del instrumento y no ver medio para ello». Esa misma jornada durante la oración vivió otro hecho singular. Se le mostró el Sagrado Corazón «todo abrasado en amor, y condolido de lo poco que se le ama. Repitióme la elección que había hecho de este su indigno siervo para adelantar su culto, y sosegó aquel generillo de turbación que dije, dándome a entender que yo dejase obrar a su providencia, que ella me guiaría...». En otra visión el arcángel san Miguel le aseguró su asistencia para llevar a cabo esta misión.

Hacia los 19 años su ascenso espiritual había sido coronado con el «desposorio místico». Los favores sobrenaturales se sucedían unidos a la experiencia de la purificación. En ella se incluía la aludida insidia del maligno, y sus mezquinos intentos de engañarle mediante falsas locuciones y apariciones. Entre tanto, promovía una intensa cruzada a favor del Sagrado Corazón de Jesús en la que implicó a religiosos, comenzando por su propia comunidad. Dirigió cartas a prelados y miembros de la realeza, imprimió estampas, y logró que el pontífice señalara esta fiesta para España. En una de las locuciones Cristo le había asegurado que reinaría en «España, y con más veneración que en otras muchas partes». Hay que decir que el arzobispo de Burgos le apoyó en esta misión desde un primer momento, y ello propició el florecimiento de congregaciones del Corazón de Jesús y la realización de numerosas novenas que acrecentaban la veneración de las gentes.

A través de los jesuitas que se hallaban en América también allí llegaron los ecos de esta cruzada emprendida por Bernardo y de la que únicamente pudo apartarle su muerte. Ésta se produjo en Valladolid el 29 de noviembre de 1735 como consecuencia del tifus. Tenía 24 años y había sido ordenado sacerdote en enero de ese mismo año. Fue beatificado en Valladolid el 18 de abril de 2010. 

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Documentación


Turquía: texto completo del discurso del Papa a las autoridades

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Señor Presidente,
Señor Primer Ministro, Distinguidas Autoridades, Señoras y Señores

Me alegra visitar su país, rico en bellezas naturales y en historia, plagado de huellas de antiguas civilizaciones y puente natural entre dos continentes y entre diferentes expresiones culturales. Esta tierra es bien querida por todos los cristianos por haber sido cuna de san Pablo, que fundó aquí diferentes comunidades cristianas; por haberse celebrado en esta tierra los siete primeros concilios de la Iglesia, y por la presencia, cerca de Éfeso, de lo que una venerable tradición considera la «Casa de María», el lugar donde la Madre de Jesús vivió durante unos años, y que es meta de la devoción de tantos peregrinos de todas las partes del mundo, no sólo cristianos, sino también musulmanes.

Pero las razones de la consideración y el aprecio por Turquía no se deben sólo a su pasado, a sus antiguos monumentos, sino también a la vitalidad de su presente, la laboriosidad y generosidad de su pueblo, el papel que desempeña en el concierto de las naciones.

Es para mí un motivo de alegría tener la oportunidad de continuar con ustedes un diálogo de amistad, estima y respeto, en la línea emprendida por mis predecesores, el beato Papa Pablo VI, san Juan Pablo II y Benedicto XVI, diálogo preparado y favorecido a su vez por la actuación del entonces Delegado Apostólico, Mons. Angelo Giuseppe Roncalli, después san Juan XXIII, y por el Concilio Vaticano II.

Necesitamos un diálogo que profundice el conocimiento y valore con discernimiento tantas cosas que nos acomunan, permitiéndonos al mismo tiempo considerar con ánimo lúcido y sereno las diferencias, con el fin de aprender también de ellas.

Es preciso llevar adelante con paciencia el compromiso de construir una paz sólida, basada en el respeto de los derechos fundamentales y en los deberes que comporta la dignidad del hombre. Por esta vía se pueden superar prejuicios y falsos temores, dejando a su vez espacio para la estima, el encuentro, el desarrollo de las mejores energías en beneficio de todos.

Para ello, es fundamental que los ciudadanos musulmanes, judíos y cristianos, gocen – tanto en las disposiciones de la ley como en su aplicación efectiva – de los mismos derechos y respeten las mismas obligaciones. De este modo, se reconocerán más fácilmente como hermanos y compañeros de camino, alejándose cada vez más de las incomprensiones y fomentando la colaboración y el entendimiento. La libertad religiosa y la libertad de expresión, efectivamente garantizadas para todos, impulsará el florecimiento de la amistad, convirtiéndose en un signo elocuente de paz.

El Medio Oriente, Europa, el mundo, esperan este florecer. El Medio Oriente, en particular, es teatro de guerras fratricidas desde hace demasiados años, que parecen nacer una de otra, como si la única respuesta posible a la guerra y la violencia debiera ser siempre otra guerra y otras de violencias.

¿Por cuánto tiempo deberá sufrir aún el Medio Oriente por la falta de paz? No podemos resignarnos a los continuos conflictos, como si no fuera posible cambiar y mejorar la situación. Con la ayuda de Dios, podemos y debemos renovar siempre la audacia de la paz. Esta actitud lleva a utilizar con lealtad, paciencia y determinación todos los medios de negociación, y lograr así los objetivos concretos de la paz y el desarrollo sostenible.

Señor Presidente, para llegar a una meta tan alta y urgente, una aportación importante puede provenir del diálogo interreligioso e intercultural, con el fin de apartar toda forma de fundamentalismo y de terrorismo, que humilla gravemente la dignidad de todos los hombres e instrumentaliza la religión.

Es preciso contraponer al fanatismo y al fundamentalismo, a las fobias irracionales que alientan la incomprensión y la discriminación, la solidaridad de todos los creyentes, que tenga como pilares el respeto de la vida humana, de la libertad religiosa – que es libertad de culto y libertad de vivir según la ética religiosa –, el esfuerzo para asegurar todo lo necesario para una vida digna, y el cuidado del medio ambiente natural. De esto tienen necesidad con especial urgencia los pueblos y los Estados del Medio Oriente, para poder «invertir el rumbo» finalmente y llevar adelante un proceso de paz exitoso, mediante el rechazo de la guerra y la violencia, y la búsqueda del diálogo, el derecho y la justicia.

En efecto, hasta ahora estamos siendo todavía testigos de graves conflictos. En Siria y en Irak, en particular, la violencia terrorista no da indicios de aplacarse. Se constata la violación de las leyes humanitarias más básicas contra los presos y grupos étnicos enteros; ha habido, y sigue habiendo, graves persecuciones contra grupos minoritarios, especialmente – aunque no sólo – los cristianos y los yazidíes: cientos de miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y su patria para poder salvar su vida y permanecer fieles a sus creencias.

Turquía, acogiendo generosamente a un gran número de refugiados, está directamente afectada por los efectos de esta dramática situación en sus confines, y la comunidad internacional tiene la obligación moral de ayudarla en la atención a los refugiados. Además de la ayuda humanitaria necesaria, no se puede permanecer en la indiferencia ante lo que ha provocado estas tragedias. Reiterando que es lícito detener al agresor injusto, aunque respetando siempre el derecho internacional, quiero recordar también que no podemos confiar la resolución del problema a la mera respuesta militar.

Es necesario un gran esfuerzo común, fundado en la confianza mutua, que haga posible una paz duradera y consienta destinar los recursos, finalmente, no a las armas sino a las verdaderas luchas dignas del hombre: contra el hambre y la enfermedad, en favor del desarrollo sostenible y la salvaguardia de la creación, del rescate de tantas formas de pobreza y marginación, que tampoco faltan en el mundo moderno.

Turquía, por su historia, por su posición geográfica y por la importancia en la región, tiene una gran responsabilidad: sus decisiones y su ejemplo tienen un significado especial y pueden ser de gran ayuda para favorecer un encuentro de civilizaciones e identificar vías factibles de paz y de auténtico progreso.

Que el Altísimo bendiga y proteja Turquía, y la ayude a ser un válido y convencido artífice de la paz.

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Turquía: Texto completo del discurso del Papa en la Presidencia de Asuntos Religiosos

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 28 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Señor Presidente,
Autoridades religiosas y civiles,

Señoras y señores

Es para mí un motivo de alegría encontrarles hoy, durante mi visita a su país. Agradezco al señor Presidente de este importante Organismo por la cordial invitación, que me ofrece la ocasión estar con los dirigentes políticos y religiosos, musulmanes y cristianos.

Es tradición que los Papas, cuando viajan a otros países como parte de su misión, se encuentren también con las autoridades y las comunidades de otras religiones. Sin esta apertura al encuentro y al diálogo, una visita papal no respondería plenamente a su finalidad, como yo la entiendo, en la línea de mis venerados predecesores. En esta perspectiva, me complace recordar de manera especial el encuentro que tuvo el Papa Benedicto XVI en este mismo lugar, en noviembre de 2006.

En efecto, las buenas relaciones y el diálogo entre los dirigentes religiosos tiene gran importancia. Representa un claro mensaje dirigido a las respectivas comunidades para expresar que el respeto mutuo y la amistad son posibles, no obstante las diferencias. Esta amistad, además de ser un valor en sí misma, adquiere especial significado y mayor importancia en tiempos de crisis, como el nuestro, crisis que en algunas zonas del mundo se convierten en auténticos dramas para poblaciones enteras.

Hay efectivamente guerras que siembran víctimas y destrucción; tensiones y conflictos interétnicos e interreligiosos; hambre y pobreza que afligen a cientos de millones de personas; daños al ambiente natural, al aire, al agua, a la tierra.

La situación en el Medio Oriente es verdaderamente trágica, especialmente en Irak y Siria. Todos sufren las consecuencias de los conflictos y la situación humanitaria es angustiosa. Pienso en tantos niños, en el sufrimiento de muchas madres, en los ancianos, los desplazados y refugiados, en la violencia de todo tipo. Es particularmente preocupante que, sobre todo a causa de un grupo extremista y fundamentalista, enteras comunidades, especialmente – aunque no sólo – cristianas y yazidíes, hayan sufrido y sigan sufriendo violencia inhumana a causa de su identidad étnica y religiosa. Se los ha sacado a la fuerza de sus hogares, tuvieron que abandonar todo para salvar sus vidas y no renegar de la fe. La violencia ha llegado también a edificios sagrados, monumentos, símbolos religiosos y al patrimonio cultural, como queriendo borrar toda huella, toda memoria del otro.

Como dirigentes religiosos, tenemos la obligación de denunciar todas las violaciones de la dignidad y de los derechos humanos. La vida humana, don de Dios Creador, tiene un carácter sagrado. Por tanto, la violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena, porque el Todopoderoso es Dios de la vida y de la paz. El mundo espera de todos aquellos que dicen adorarlo, que sean hombres y mujeres de paz, capaces de vivir como hermanos y hermanas, no obstante la diversidad étnica, religiosa, cultural o ideológica.

A la denuncia debe seguir el trabajo común para encontrar soluciones adecuadas. Esto requiere la colaboración de todas las partes: gobiernos, dirigentes políticos y religiosos, representantes de la sociedad civil y todos los hombres y mujeres de buena voluntad. En particular, los responsables de las comunidades religiosas pueden ofrecer la valiosa contribución de los valores que hay en sus respectivas tradiciones. Nosotros, los musulmanes y los cristianos, somos depositarios de inestimables riquezas espirituales, entre las cuales reconocemos elementos de coincidencia, aunque vividos según las propias tradiciones: la adoración de Dios misericordioso, la referencia al patriarca Abraham, la oración, la limosna, el ayuno... elementos que, vividos de modo sincero, pueden transformar la vida y dar una base segura a la dignidad y la fraternidad de los hombres. Reconocer y desarrollar esto que nos acomuna espiritualmente mediante el diálogo interreligioso – nos ayuda también a promover y defender en la sociedad los valores morales, la paz y la libertad. El común reconocimiento de la sacralidad de la persona humana sustenta la compasión, la solidaridad y la ayuda efectiva a los que más sufren. A este propósito, quisiera expresar mi aprecio por todo lo que el pueblo turco, los musulmanes y los cristianos, están haciendo en favor de los cientos de miles de personas que huyen de sus países a causa de los conflictos. Hay dos millones. Y esto es un ejemplo concreto de cómo trabajar juntos para servir a los demás, un ejemplo que se ha de alentar y apoyar.

He sabido con satisfacción de las buenas relaciones y de la colaboración entre la Diyanet y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. Espero que continúen y se consoliden, por el bien de todos, porque toda iniciativa de diálogo auténtico es signo de esperanza para un mundo tan necesitado de paz, seguridad y prosperidad. Y también, después del diálogo con el señor presidente, deseo que este diálogo interreligioso se haga creativo, de nuevas formas.

Señor Presidente, expreso nuevamente gratitud a usted y a sus colaboradores por este encuentro, que llena de gozo mi corazón. Agradezco también a todos ustedes su presencia y las oraciones que tendrán la bondad que ofrecer por mi servicio. Por mi parte, les aseguro que yo rogaré igualmente por ustedes. Que el Señor nos bendiga.

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