ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 29 de noviembre de 2014

La frase del día sábado

El camino de la paz no es el de la tranquilidad y seguridad. Para la paz se necesita coraje. Dietrich Bonhoeffer

 


Primera Plana

Francisco en la Mezquita Azul, en oración como Benedicto XVI
El Santo Padre durante la mañana de su segunda jornada en Turquí­a, ha visitado la mezquita azul y Santa Sofí­a en Estambul

El Papa: la vida y la misión de la Iglesia dependen del Espíritu Santo
En la homilí­a en la catedral católica de Estambul, el Papa ha recordado que el Espí­ritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad

Francisco y Bartolomé rezan juntos por la unidad de las iglesias
El Santo Padre, en la iglesia patriarcal de San Jorge en Estambul, le pide al patriarca que le bendiga a él y a la Iglesia de Roma

Turquía: la situación de los cristianos de ayer y hoy
El Papa se encontrará con una Iglesia pequeña que ha sufrido una larga persecución

El papa Francisco

Texto completo del discurso del Santo Padre en la oración ecuménica en la iglesia patriarcal San Jorge
Francisco recuerda que la esperanza común no defrauda porque se funda en la fidelidad de Dios

Texto completo de la homilí­a de Santo Padre en la Catedral católica de Estambul
El Santo Padre ha recordado que el Espíritu Santo es el alma de la Iglesia, suscita los diferentes carismas y crea unidad

Iglesia y Religión

Vigilia por el Año de la Vida Consagrada. El videomensaje del Papa
En la basílica de Santa María la Mayor, se reunieron cientos de fieles en una vigila de oración

Mirada al mundo

Una plaza en Valencia para san Pedro Poveda, sacerdote y pedagogo

España: la Federación Europea 'One of Us' presenta su plan de acción
Los copresidentes de esta organización provida, Jaime Mayor Oreja y Carlo Casini, anuncian un gran encuentro en París

México: los obispos invitan a rezar ininterrumpidamente por la paz
Denuncian 'la inequidad, la injusticia, la corrupción, la impunidad, las complicidades y la indiferencia' que han sumido al paí­s 'en la violencia, el temor y la desesperación'


Primera Plana


Francisco en la Mezquita Azul, en oración como Benedicto XVI
El Santo Padre durante la mañana de su segunda jornada en Turquí­a, ha visitado la mezquita azul y Santa Sofí­a en Estambul

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El patriarca ecuménico Bartolomé y el papa Francisco se han reencontrado en el aeropuerto de Estambul este sábado por la mañana. Tras el primer día de viaje en Ankara --cuando el Santo Padre habló a las autoridades políticas y religiosas-- Francisco ha llegado a las 10.30 a la ciudad que acoge la segunda etapa de su viaje a Turquía. 

Francisco y el patriarca Bartolomé se han encontrado ya en distintas ocasiones. La primera vez fue el 19 de marzo de 2013, en la misa de inicio de ministerio petrino de Bergoglio: fue un evento histórico y de gran relevancia porque era la primera vez que un patriarca ortodoxo presenciaba la ceremonia de inauguración de un Pontífice romano desde los tiempos del cisma de 1504. Se vieron también en varios momentos durante el viaje del Papa a Tierra Santa en mayo y finalmente en el Vaticano, el 8 de junio, con ocasión del encuentro con los presidentes de Palestina e Israel para rezar por la paz.

Sin ningún tipo de 'ceremonia de acogida', el Papa tras el encuentro ha pasado directamente al coche que le iba a conducir a la Mezquita Azul. 

Allí le ha recibido por el Gran Mufti y un Iman. Han entrado por el gran pórtico y han visitado juntos el lugar. Descalzo y acompañado de un traductor, el Papa ha escuchado atentamente las explicaciones sobre la mezquita. La visita ha finalizado con un momento de oración en silencio y un intercambio de regalos. Francisco le ha dicho al Gran Mufti: tenemos que dar un paso más, además de pedir y dar gracias, tenemos que adorar a Dios, la adoración gratuita.

El nombre de este lugar de culto se debe al Sultán Ahmet I, quien tomó la iniciativa de construir una mezquita en Estambul como ofrenda a Alá. La construcción de la mezquita se inició en 1609 y la ceremonia de apertura tuvo lugar en 1617. Su nombre procede de la cerámica turquesa que reviste las paredes y la cúpula. En este mismo lugar, hace ocho años, Benedicto guardó 2 minutos de silencio junto al imán de la mezquita azul, gesto que impresionó a la sociedad turca.

Tras la despedida en la puerta de la mezquita, el santo padre Francisco ha regresado al coche para dirigirse al Museo Santa Sofía: uno de los lugares más visitados en el mundo. Allí, algunos fieles esperaban con banderas, pancartas y guitarras y han demostrado su alegría al ver llegar al Pontífice. El Papa ha sido recibido por el director del museo, quien le ha acompañado durante la visita guiada. Visita durante la cual Francisco ha seguido con mucha atención la historia de este lugar.

Santa Sofía fue primero basílica patriarcal ortodoxa, posteriormente mezquita y finalmente museo desde 1935 por decisión de Mustafa Kemal Atatürk, fundador de la República de Turquía. El uso de este lugar como lugar de culto --iglesia o mezquita-- está severamente prohibido.  

Al finalizar la visita a la ex basílica, el Santo Padre ha firmado en el libro de visitantes distinguidos del museo. "Quam dilecta tabernacula tua Domine (Salmo 83). Contemplando la belleza y la armonía de este lugar sagrado mi alma se eleva al Omnipotente fuente y origen de toda belleza, y pido al Altísimo guiar siempre los corazones de la humanidad sobre el camino de la verdad, la bondad y la paz", han sido las palabras que el Papa ha escrito. A continuación, se han intercambiado los regalos. Y todo ello sucedía mientras se escuchaba desde la calle la llamada a la oración para los musulmanes.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


El Papa: la vida y la misión de la Iglesia dependen del Espíritu Santo
En la homilí­a en la catedral católica de Estambul, el Papa ha recordado que el Espí­ritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre ha celebrado esta tarde en Estambul la única misa pública durante su viaje apostólico a Turquía. Antes de la celebración eucarística, el Pontífice tuvo un almuerzo privado con representantes de la comunidad católica de Estambul, 50 personas de las comunidades de rito latino, armeno, siro y caldeo.

La eucaristía ha sido celebrada en la catedral católica del Espíritu Santo, donde hay capacidad para unas 600 personas. Los cristianos en Turquía representan menos del uno por ciento de la población. La celebración ha tenido un carácter inter-ritual, en la que han concelebrado 50 sacerdotes, en presencia de religiosos y religiosas que trabajan en la región y algunas comunidades parroquiales. Francisco ha sido acogido a su llegada por el vicario apostólico y por el párroco. Además, en la celebración han estado presentes el patriarca ecuménico Bartolomé I, el patriarca siro-católico,  Ignazio III Younan, el vicario patriarcal armeno apostólico de Estambul, Aram Ateshian, el metropolita siro-ortodoxo de Estambul, y representantes de algunas confesiones evangélicas.

La catedral está abierta al culto desde 1846. En el altar están las reliquias del papa San Lino, mártir y primer sucesor de Pedro. Además, en la patio hay una estatua de Benedicto XV, que le dedicaron los turcos en 1919 por su ayuda a las víctimas de la guerra.

Durante su homilía, el Papa ha hablado de cómo el Evangelio nos presenta a Jesús como fuente a la que el hombre sediento de salvación puede acudir. Profecía proclamada públicamente en Jerusalén en la que Jesús anuncia el don del Espíritu Santo tras su muerte y resurrección. De este modo, Francisco ha recordado que "el Espíritu Santo es el alma de la Iglesia", "Él da la vida, suscita los diferentes carismas que enriquecen al Pueblo de Dios" y "crea la unidad entre los creyentes". Por eso ha afirmado que "toda la vida y la misión de la Iglesia dependen del Espíritu Santo; él realiza todas las cosas".

Asimismo, el Santo Padre ha observado que cuando rezamos "es porque el Espíritu Santo inspira la oración en el corazón". De este modo ha explicado en la homilía que "cuando rompemos el cerco de nuestro egoísmo, salimos de nosotros mismos y nos acercamos a los demás para encontrarlos, escucharlos, ayudarlos, es el Espíritu de Dios que nos ha impulsado". Y más aún, "cuando descubrimos en nosotros una extraña capacidad de perdonar, de amar a quien no nos quiere, es el Espíritu el que nos ha impregnado". Y prosigue, "cuando vamos más allá de las palabras de conveniencia y nos dirigimos a los hermanos con esa ternura que hace arder el corazón, hemos sido sin duda tocados por el Espíritu Santo".

A propósito de los diferentes carismas que suscita en Espíritu Santo en la Iglesia, el Pontífice ha advertido que "en apariencia, esto parece crear desorden", pero en realidad, "es una inmensa riqueza, porque el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad".

 Sólo el Espíritu Santo --ha asegurado-- puede suscitar la diversidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, producir la unidad. Sin embargo, ha advertido de nuevo que "cuando somos nosotros quienes deseamos crear la diversidad, y nos encerramos en nuestros particularismos y exclusivismos", provocamos la división. Por el contrario, "si nos dejamos guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca crean conflicto, porque él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia", ha precisado.  

Además, el Santo Padre ha recordado que "la Iglesia y las Iglesias están llamadas a dejarse guiar por el Espíritu Santo, adoptando una actitud de apertura, docilidad y obediencia".

Una visión de esperanza, pero al mismo tiempo fatigosa, ha reconocido el Papa. "Pues siempre tenemos la tentación de poner resistencia al Espíritu Santo, porque trastorna, porque remueve, hace caminar, impulsa a la Iglesia a seguir adelante", ha afirmado.

 Por otro lado ha indicado que los cristianos, "nos convertimos en auténticos discípulos misioneros, capaces de interpelar las conciencias, si abandonamos un estilo defensivo para dejarnos conducir por el Espíritu". Espíritu que "es frescura, fantasía, novedad".

En nuestro camino de fe y de vida fraterna --ha concluido el Santo Padre-- cuanto más nos dejemos guiar con humildad por el Espíritu del Señor, tanto mejor superaremos las incomprensiones, las divisiones y las controversias, y seremos signo creíble de unidad y de paz.

Al finalizar la eucaristía, el papa se dirige al Patriarcado ecuménico, para la oración ecuménica y un encuentro privado con el patriarca Bartolomé.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Francisco y Bartolomé rezan juntos por la unidad de las iglesias
El Santo Padre, en la iglesia patriarcal de San Jorge en Estambul, le pide al patriarca que le bendiga a él y a la Iglesia de Roma

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco ha pedido al patriarca un favor: bendecirle a él y a la Iglesia de Roma. Acto seguido, Francisco se ha acercado a Bartolomé y se ha inclinado ante él. Una imagen que probablemente sea de las más recordadas de este viaje apostólico a Turquía. Ha sucedido esta tarde, en la visita que el Papa ha realizado al Fanar, sede del Patriarcado Ecuménico en Estambul, para la oración ecuménica y un encuentro privado con el patriarca Bartolomé I.

Francisco y Bartolomé I, sucesores de Pedro y Andrés, han entrado juntos en la Iglesia patriarcal de San Jorge, acogidos por los cantos de ingreso. Después de una oración por el Papa, por el Patriarca y por la unidad de las santas iglesias de Dios, ambos han recitado juntos el Padre Nuestro en latín antes de impartir la bendición. El Santo Padre lo ha hecho en latín y el patriarca en griego.

A continuación ha hablado el patriarca, que en su discurso ha observado que la visita de Francisco constituye una continuación a las visitas de sus precedesores Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, "testimoniando vuestra voluntad como también la de la Santísima Iglesia de Roma, de continuar el firme camino fraternal con nuestra Iglesia Ortodoxa". Asimismo, ha pedido encontrar "nuevamente la plena comunión entre nuestras Iglesias", cumpliendo así la voluntad Dios "en tiempos cruciales para la humanidad y el mundo".

Francisco, por su parte, ha comenzado su discurso haciendo alusión al atardecer, que trae siempre un doble sentimiento, "el de gratitud por el día vivido y el de la ansiada confianza ante el caer de la noche". Esta tarde  --ha afirmado-- mi corazón está colmado de gratitud a Dios, "que me ha concedido estar aquí para rezar junto con Vuestra Santidad y con esta Iglesia hermana, al término de una intensa jornada de visita apostólica". Al mismo tiempo, el Papa ha indicado que su corazón está a la espera del día que litúrgicamente hemos comenzado: la fiesta de San Andrés Apóstol, que es el Patrono de esta Iglesia.

Por otro lado, el Papa ha expresado su gratitud al patriarca por su acogida fraterna, a la vez que ha observado que "siento que nuestra alegría es más grande porque la fuente está más allá", "no en nosotros", "nuestro compromiso" o "nuestros esfuerzos"  --que también deben hacerse-- "sino en la común confianza en la fidelidad de Dios". La Iglesia, lugar donde está "esa paz y esa alegría que el mundo no puede dar, pero que el Señor Jesús ha prometido a sus discípulos, y se la ha entregado como Resucitado, en el poder del Espíritu Santo".

Tal y como ha recordado el Pontífice durante su breve discurso, "Andrés y Pedro han escuchado esta promesa, han recibido este don". Eran hermanos de sangre, --ha proseguido-- pero el encuentro con Cristo los ha transformado en hermanos en la fe y en la caridad. Y ha añadido Francisco "hermanos en la esperanza". De este modo, el Santo Padre ha hecho alusión a la gracia y la responsabilidad de poder ser hermanos en la esperanza del Señor Resucitado, poder caminar juntos en esta esperanza. Finalmente ha recordado que "esta esperanza común no defrauda, porque no se funda en nosotros y nuestras pobres fuerzas, sino en la fidelidad de Dios". En este momento es cuando se ha producido la petición del Santo Padre al patriarca de bendecirle por él y a la iglesia de Roma.

Una vez concluida la oración, ha tenido lugar el encuentro privado, donde se ha procedido al tradicional intercambio de regalos y la presentación de las delegaciones.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Turquía: la situación de los cristianos de ayer y hoy
El Papa se encontrará con una Iglesia pequeña que ha sufrido una larga persecución

Por Redacción

MADRID, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Por su interés, difundimos este artículo del escritor francés Sébastien de Courtois, publicado en la página web de Ayuda a la Iglesia Necesitada y firmado en Estambul.

                                                         ***

La población turca es mayoritariamente musulmana, con casi un 65% de suníes y con una importante minoría aleví (una rama del Islam chií) de entre un 25 y un 35% de la población total. Los alevíes turcos se sitúan al margen del mundo musulmán: no frecuentan las mezquitas, sino los cem evi (traducción: casas de oración), no respetan el ayuno del Ramadán ni practican las cinco oraciones diarias. Aunque oficialmente sean considerados por la Administración turca como musulmanes, es evidente, a la luz de estos hechos, que se sitúan fuera del Islam tal como se le entiende comúnmente. Por ello, hay que prestar atención a la hora de hablar de las religiones en Turquía para no olvidarlos, pues, frecuentemente, los alevíes mismos se consideran como un grupo minoritario similar al de los judíos o los cristianos. Políticamente, no comulgan con el Gobierno islámico-conservador del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP, Adalet ve Kalkinma Partisi) –en el poder desde 2002–, sino que profesan ideas republicanas, progresistas y laicas.

Habiendo sido víctimas de discriminación, los alevíes turcos reivindican un reconocimiento oficial de su especificidad por la Diyanet (Dirección General de Asuntos Religiosos de Turquía). Desde 2009 no es obligatorio indicar en la tarjeta de identidad la afiliación religiosa.

En Turquía, los cristianos no son más que unas 100.000 personas, lo cual no es mucho en una población total que ya supera los 75 millones de habitantes. Entre ellos están los armenios (unos 80.000); los siríacos (20.000-25.000); los greco-ortodoxos (menos de 2.000), llamados rum en turco, a saber, “romanos”; y algunos centenares de familias católicas de rito latino instaladas en las grandes ciudades (Esmirna y, sobre todo, Estambul). Estambul, que no es la capital de Turquía, es un auténtico mosaico del Cristianismo, pues allí están presentes todas las Iglesias orientales y occidentales, además de grandes corrientes como los caldeos del sureste (originarios de Hakkâri), los siro-ortodoxos de Tur Abdin, los búlgaros, los rusos (con sus iglesias construidas bajo los tejados de Karaköy), los polacos, los ucranianos, las Iglesias Protestantes y la Anglicana, y una serie de instituciones católicas que operan en el sistema educativo y social como, por ejemplo, la escuela de Don Bosco dirigida por las Salesianas o el hospicio de Bomonti, gestionado por las Hermanitas de los Pobres, presentes en Turquía desde 1892.

Debido a la explosión del número de refugiados provenientes del mundo entero, pero, principalmente, del África Negra, Siria e Iraq, las iglesias de Estambul vuelven a llenarse.

Por lo general y de forma continuada, las Iglesias se han encontrado, en el mejor de los casos, en una situación de minoría, y, en el peor, en una situación de gueto. La presencia cristiana no se limita a sucedáneos comunitarios, incluso aunque sean simbólicamente atractivos. Pienso en la figura del Patriarca ecuménico, Bartolomeo, que encarna el legado del antiguo Imperio Bizantino y que gobierna desde el barrio de Fener, ubicado en el Cuerno de Oro, los destinos del mundo ortodoxo. La comunidad rum se reduce a algunos centenares de personas, pero la importancia de la sede patriarcal es un símbolo que traspasa las fronteras. El pasado bizantino de Estambul y Anatolia no debe subestimarse: miles de iglesias y monasterios se esparcen por el paisaje, aunque muchos estén en ruinas y abandonados. La península histórica de Estambul no sería la misma sin la masiva silueta de Santa Sofía –Aya-Sofía–, que se remonta a la primera mitad del siglo VI, construida bajo el reinado del emperador Justiniano. 

Este monumento recuerda al visitante, por su talla y su gracia, que la sociedad turca también se ha construido sobre un pasado cristiano, y que es preciso no olvidar esta continuidad invisible de la gran Historia con el presente. Igualmente, en el sureste del país, en la región de Mardin, se encuentran los últimos monasterios activos en Turquía: son cinco y pertenecen a la Iglesia Siro-Ortodoxa (en total, una veintena de religiosos). Algunos monasterios producen pistachos, uvas y aceite de oliva. Esta región se llama Tur Abdin (“montaña de los siervos de Dios”) y es un antiguo lugar de presencia y espiritualidad siríacas. Los cristianos de la región utilizan una lengua de origen arameo llamada turoyo. En torno a estos monasterios hay unos veinte poblados cristianos, lo cual nos vuelve a mostrar la especificidad de esta región . Desde 1915 y la destrucción de la Primera Guerra Mundial, –y salvo escasas excepciones– la población armenia del este anatolio fue desplazada y masacrada por los Jóvenes Turcos de la época. El hecho de que Turquía siempre se haya negado a reconocer el genocidio de los armenios genera un malestar que constituye uno de los principales hándicaps para Turquía en el plano internacional. La normalización de las relaciones entre Grecia y Turquía, iniciada por la ayuda recíproca que cada uno de estos países prestó a su vecino a raíz del terremoto de 1999, se ha visto reforzada gracias a los esfuerzos conjuntos realizados en aras de solucionar el problema chipriota. 

Pero todavía no es suficiente, pues los cristianos turcos dependen demasiado de las relaciones internacionales entre países (Armenia y Grecia, principalmente), al tiempo que son plenos ciudadanos turcos. Además, a menudo, su presencia en el territorio de la república turca es más antigua que la de la población considerada como “turca”. Esta paradoja todavía existe. Así, los cristianos turcos a menudo son considerados como “extranjeros”, lo cual es lamentable. Pese a la libertad de culto, siempre tienen que justificar su lugar en la sociedad. En los últimos años se han registrado asesinatos muy inquietantes de religiosos católicos y protestantes, sin hablar de la muerte de Hrant Dink, el periodista turco de origen armenio. Una parte considerable de la población turca, incitada por el nacionalismo, acusa a los cristianos de querer desestabilizar la nación turca y de ser agentes extranjeros, lo cual es signo de una paranoia aguda.

Finalmente, muchas de las grandes ciudades mencionadas en los Evangelios, con el pasaje de los apóstoles Pedro y Pablo, se encuentran actualmente en Turquía: Antioquía, Éfeso, Cesarea o Sardes y la región de los Gálatas, que es el Ankara de nuestros días. Los judíos –principalmente sefardíes– constituyen con sus 25.000 fieles la tercera comunidad religiosa del país. Todas las minorías esperan con alegría la visita del Papa a finales de este mes de noviembre.

La masacre de los armenios y siríacos turcos
Las comunidades armenias y siríacas presentes en las provincias orientales del Imperio Otomano fueron, entre 1895 y 1915, víctimas de una serie de masacres. La suerte de las comunidades siríacas estuvo ligada con la más general de los armenios. Las siguientes provincias orientales, fuertemente cristianizadas, se vieron afectadas: Cilicia, Anatolia oriental, las provincias de Erzurum, de Van, de Bitlis y de Hakkâri, así como la provincia de Diyarbakir. Estambul tampoco se quedó atrás: también ahí los armenios fueron perseguidos, sobre todo, los personajes importantes. 

Las Iglesias siríacas

El mundo siríaco es el menos conocido, y constituye un ecumenismo oriental por sí solo. Este legado se remonta a Antioquía, la ciudad donde los cristianos fueron llamados por este nombre por primera vez. Esta familia se compone de cinco Iglesias distintas que comparten la lengua siríaca: La Iglesia Siro-Ortodoxa, la Iglesia Siro-Católica, la Iglesia de Oriente, la Iglesia Caldea y la Iglesia Maronita de Líbano.

Aunque la población cristiana en Turquía apenas roza el 0’3%, Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) ha financiado 100 proyectos en Turquía en los últimos veinte años. 
Una cantidad significativa de la ayuda de AIN ha ido destinada a los refugiados iraquíes y sirios en la parte oriental del país. Desde 2010, AIN ha donado un total de 130.000€ a los refugiados iraquíes, principalmente a través de la Iglesia Caldea y los Padres Salesianos en Estambul. Los salesianos atienden a las familias y ponen un especial interés en asegurar que los niños sigan recibiendo una educación escolar. Desde que comenzó la crisis en Siria, AIN también ha ayudado a los refugiados sirios en el este de Turquía. De 2013 a 2014 AIN ha donado un total de 47.000€ destinados a cubrir sus necesidades.

________________________________________________________________________________

Sébastien de Courtois escribe para Ayuda a la Iglesia Necesitada, fundación de
la Santa Sede que ayuda pastoralmente a la Iglesia necesitada o que sufre
persecución en cualquier parte del mundo.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


El papa Francisco


Texto completo del discurso del Santo Padre en la oración ecuménica en la iglesia patriarcal San Jorge
Francisco recuerda que la esperanza común no defrauda porque se funda en la fidelidad de Dios

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Santidad, querido Hermano
El atardecer trae siempre un doble sentimiento, el de gratitud por el día vivido y el de la ansiada confianza ante el caer de la noche. Esta tarde mí corazón está colmado de gratitud a Dios, que me ha concedido estar aquí para rezar junto con Vuestra Santidad y con esta Iglesia hermana, al término de una intensa jornada de visita apostólica; y, al mismo tiempo, mi corazón está a la espera del día que litúrgicamente hemos comenzado: la fiesta de San Andrés Apóstol, que es el Patrono de esta Iglesia.

En esta oración vespertina, a través de las palabras del profeta Zacarías, el Señor nos ha dado una vez más el fundamento que está a la base de nuestro avanzar entre un hoy y un mañana, la roca firme sobre la que podemos mover juntos nuestros pasos con alegría y esperanza; este fundamento rocoso es la promesa del Señor: «Aquí estoy yo para salvar a mi pueblo de Oriente a Occidente... en fidelidad y justicia».

Sí, venerado y querido Hermano Bartolomé, mientras expreso mi sentido «gracias» por su acogida fraterna, siento que nuestra alegría es más grande porque la fuente está más allá; no está en nosotros, no en nuestro compromiso y en nuestros esfuerzos, que también deben hacerse, sino en la común confianza en la fidelidad de Dios, que pone el fundamento para la reconstrucción de su templo que es la Iglesia. «¡He aquí la semilla de la paz!»; ¡he aquí la semilla de la alegría! Esa paz y esa alegría que el mundo no puede dar, pero que el Señor Jesús ha prometido a sus discípulos, y se la ha entregado como Resucitado, en el poder del Espíritu Santo.

Andrés y Pedro han escuchado esta promesa, han recibido este don. Eran hermanos de sangre, pero el encuentro con Cristo los ha transformado en hermanos en la fe y en la caridad. Y en esta tarde gozosa, en esta vigilia de oración, quisiera decir sobre todo: hermanos en la esperanza. Y la esperanza no desilusiona. Qué gracia, Santidad, poder ser hermanos en la esperanza del Señor Resucitado. Qué gracia – y qué responsabilidad – poder caminar juntos en esta esperanza, sostenidos por la intercesión de los santos hermanos, los Apóstoles Andrés y Pedro. Y saber que esta esperanza común no defrauda, porque no se funda en nosotros y nuestras pobres fuerzas, sino en la fidelidad de Dios.

Con esta esperanza gozosa, llena de gratitud y anhelante espera, expreso a Vuestra Santidad, a todos los presentes y a la Iglesia de Constantinopla mis mejores deseos, cordiales y fraternos, en la fiesta del santo Patrón. Y os pido un favor, bendecirme a mí y a la Iglesia de Roma.

© Copyright - Libreria Editrice Vaticana

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Texto completo de la homilí­a de Santo Padre en la Catedral católica de Estambul
El Santo Padre ha recordado que el Espíritu Santo es el alma de la Iglesia, suscita los diferentes carismas y crea unidad

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - En el Evangelio, Jesús se presenta al hombre sediento de salvación como la fuente a la que acudir, la roca de la que el Padre hace surgir ríos de agua viva para todos los que creen en él. Con esta profecía, proclamada públicamente en Jerusalén, Jesús anuncia el don del Espíritu Santo que recibirán sus discípulos después de su glorificación, es decir, su muerte y resurrección.

El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia. Él da la vida, suscita los diferentes carismas que enriquecen al Pueblo de Dios y, sobre todo, crea la unidad entre los creyentes: de muchos, hace un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo. Toda la vida y la misión de la Iglesia dependen del Espíritu Santo; él realiza todas las cosas.

La misma profesión de fe, como nos recuerda san Pablo en la primera Lectura de hoy, sólo es posible porque es sugerida por el Espíritu Santo: «Nadie puede decir: “¡Jesús es el Señor!”, sino por el Espíritu Santo». Cuando rezamos, es porque el Espíritu Santo inspira la oración en el corazón. Cuando rompemos el cerco de nuestro egoísmo, salimos de nosotros mismos y nos acercamos a los demás para encontrarlos, escucharlos, ayudarlos, es el Espíritu de Dios que nos ha impulsado. Cuando descubrimos en nosotros una extraña capacidad de perdonar, de amar a quien no nos quiere, es el Espíritu el que nos ha impregnado. Cuando vamos más allá de las palabras de conveniencia y nos dirigimos a los hermanos con esa ternura que hace arder el corazón, hemos sido sin duda tocados por el Espíritu Santo.

Es verdad, el Espíritu Santo suscita los diferentes carismas en la Iglesia; en apariencia, esto parece crear desorden, pero en realidad, bajo su guía, es una inmensa riqueza, porque el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad. Sólo el Espíritu Santo puede suscitar la diversidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, producir la unidad. Cuando somos nosotros quienes deseamos crear la diversidad, y nos encerramos en nuestros particularismos y exclusivismos, provocamos la división; y cuando queremos hacer la unidad según nuestros planes humanos, terminamos implantando la uniformidad y la homogeneidad. Por el contrario, si nos dejamos guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca crean conflicto, porque él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia.

Los diversos miembros y carismas tienen su principio armonizador en el Espíritu de Cristo, que el Padre ha enviado y sigue enviando, para edificar la unidad entre los creyentes. El Espíritu Santo hace la unidad de la Iglesia: unidad en la fe, unidad en la caridad, unidad en la cohesión interior. La Iglesia y las Iglesias están llamadas a dejarse guiar por el Espíritu Santo, adoptando una actitud de apertura, docilidad y obediencia. Es Él quien armoniza la Iglesia. Me viene a la mente esa bella palabra de san Basilio, grande, ipse harmonia est, Él mismo es la armonía.

Es una visión de esperanza, pero al mismo tiempo fatigosa, pues siempre tenemos la tentación de poner resistencia al Espíritu Santo, porque trastorna, porque remueve, hace caminar, impulsa a la Iglesia a seguir adelante. Y siempre es más fácil y cómodo instalarse en las propias posiciones estáticas e inamovibles. En realidad, la Iglesia se muestra fiel al Espíritu Santo en la medida en que no pretende regularlo ni domesticarlo. Ytambién la Iglesia se muestra fiel al Espíritu Santo cuando deja de lado la tentación de mirarse a sí misma. Y nosotros, los cristianos, nos convertimos en auténticos discípulos misioneros, capaces de interpelar las conciencias, si abandonamos un estilo defensivo para dejarnos conducir por el Espíritu. Él es frescura, fantasía, novedad.

Nuestras defensas pueden manifestarse en una confianza excesiva en nuestras ideas, nuestras fuerzas – pero así se deriva hacia el pelagianismo –, o en una actitud de ambición y vanidad. Estos mecanismos de defensa nos impiden comprender verdaderamente a los demás y estar abiertos a un diálogo sincero con ellos. Pero la Iglesia que surge en Pentecostés recibe en custodia el fuego del Espíritu Santo, que no llena tanto la mente de ideas, sino que hace arder el corazón; es investida por el viento del Espíritu que no transmite un poder, sino que dispone para un servicio de amor, un lenguaje que todos pueden entender.

En nuestro camino de fe y de vida fraterna, cuanto más nos dejemos guiar con humildad por el Espíritu del Señor, tanto mejor superaremos las incomprensiones, las divisiones y las controversias, y seremos signo creíble de unidad y de paz, signo creíble de que nuestro Señor resucitado está vivo.

Con esta gozosa certeza, los abrazo a todos ustedes, queridos hermanos y hermanas: al Patriarca Siro-Católico, al Presidente de la Conferencia Episcopal, el Vicario Apostólico, Mons. Pelâtre, a los demás obispos y Exarcas, a los presbíteros y diáconos, a las personas consagradas y fieles laicos pertenecientes a las diferentes comunidades y a los diversos ritos de la Iglesia Católica. Deseo saludar con afecto fraterno al Patriarca de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I, al Metropolita Siro-Ortodoxo, al Vicario Patriarcal Armenio Apostólico y a los representantes de las comunidades protestantes, que han querido rezar con nosotros durante esta celebración. Les expreso mi reconocimiento por este gesto fraterno. Envío un saludo afectuoso al Patriarca Armenio Apostólico, Mesrob II, asegurándole mis oraciones.

Hermanos y hermanas, dirijámonos a la Virgen María, Madre de Dios. Junto a ella, que oraba en el cenáculo con los Apóstoles en espera de Pentecostés, roguemos al Señor para que envíe su Santo Espíritu a nuestros corazones y nos haga testigos de su Evangelio en todo el mundo. Amén.

© Copyright - Libreria Editrice Vaticana

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Iglesia y Religión


Vigilia por el Año de la Vida Consagrada. El videomensaje del Papa
En la basílica de Santa María la Mayor, se reunieron cientos de fieles en una vigila de oración

Por Redacción

ROMA, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - En ocasión de la apertura del Año de la Vida Consagrada que inicia este domingo 30 de noviembre, primer domingo de adviento, se realizó este sábado por noche en Roma una vigilia de oración en la basílica de Santa María la Mayor.

El papa Francisco empeñado en su viaje apostólico a Turquía envió un videomensaje, cuyo texto proponemos aquí a nuestros lectores.

«Queridos hermanos y hermanas, aunque esté lejos físicamente, debido al servicio mio hacia la Iglesia universal, me siento íntimamente unido a todos los consagrados y consagradas al inicio de este Año, que he querido sea dedicado a la vida consagrada.

Saludo con afecto a todos los miembros de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica, y a todos aquellos que están presentes en la basílica de 'Santa María Maggiore', bajo la tierna mirada de la bienaventurada Virgen 'Salus Populi Romani', para esta vigilia de oración.

Saludo también a todos los consagrados y consagradas que viven y trabajan por el mundo. En esta ocasión mis primeras palabras son de gratitud al Señor por el don precioso de la vida consagrada a la Iglesia y al mundo.

Este año de la Vida Consagrada sea una ocasión para que todos los miembros del pueblo de Dios agradezcan al Señor, del cual proviene cada bien, el don de la vida consagrada, valorizándola de manera conveniente. A los queridos hermanos y hermanas consagradas, va igualmente mi gratitud por lo que hacen en la Iglesia y en el mundo: sea este un 'tiempo fuerte' para celebrar con toda la Iglesia el don de la propia vocación y para reavivar vuestra misión profética”.

Repito hoy lo que he dicho otras veces: '¡Despierten al mundo! ¡Despierten al mundo'.

¿Cómo? Pongan a Cristo en el centro de vuestra existencia. Sea la norma fundamental de vuestra vida 'seguir a Cristo como es enseñado por el evangelio', la vida consagrada consiste esencialmente en la adhesión personal al Él. Busquen, queridos consagrados, constantemente a Cristo, busquen su rostro, ocupe Él el centro de vuestra vida de manera de ser transformados en 'memoria viviente del modo de ser y de actuar de Jesús, como Verbo encarnado delante del Padre y delante a los hermanos'.

Como el apóstol Pablo, hay que dejarse conquistar por Él, asumir sus sentimientos y su forma de vida; dejarse tocar por su mano, conducir por su voz, sostener por su gracia.

No es fácil. Hay que dejarse tocar por su mano, conducir por su voz, sostener por su gracia. ¡Y con Cristo, partir siempre desde el evangelio! Hay que asumirlo como forma de vida y traducirlo en gestos cotidianos marcados por la simplicidad y la coherencia, superando así las tentaciones de transformarlo en una ideología.

El evangelio conservará 'joven' la vida vuestra y la misión, y la volverá actual y atrayente. Sea el evangelio el terreno sólido donde avanzar con coraje. Llamados a ser 'exégesis viviente' del evangelio, sea eso, queridos consagrados, el fundamento de referencia último de vuestra vida y misión.

¡Salid de vuestro nido hacia las periferias del hombre y de la mujer de hoy! Por esto, hay que dejarse encontrar por Cristo. El encuentro con Él empujará al encuentro con los otros y llevará al encuentro con los otros y llevará hacia los más necesitados, los más pobres.

Es necesario llegar a las periferias que esperan la luz del evangelio. Hay que habitar las fronteras. Esto pedirá vigilancia para descubrir las novedades del Espíritu; lucidez para reconocer la complejidad de las nuevas fronteras; discernimiento para identificar los límites y la manera adecuada de proceder; e inmersión en la realidad, 'tocando la carne de Cristo que sufre en el pueblo'.

Queridos hermanos y hermanas: delante de vosotros se presentan muchos desafíos, pero estos existen para ser superados. '¡Seamos realistas pero si perder la alegría, la audacia y la dedicación llena de esperanza!'.

María, mujer en contemplación del misterio de Dios en el mundo y en la historia, mujer diligente al ayudar con prontitud a los otros, y por esto modelo de cada discípulo-misionero, nos acompañe en este Año de la Vida Consagrada, que ponemos bajo su mirada materna.

A todos los participantes en la vigila de oración en 'Santa María Maggiore' y a todos los consagrados y consagradas imparto de corazón la bendición, y les pido por favor que recen por mi. El Señor les bendiga y la Virgen les proteja».

(Texto traducido por ZENIT)

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Mirada al mundo


Una plaza en Valencia para san Pedro Poveda, sacerdote y pedagogo

Por Nieves San Martín

MADRID, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El próximo sábado 29 de noviembre, a petición de la Institución Teresiana, y en el contexto de la reciente celebración del primer centenario de esta asociación, se inaugura en Valencia, a las 10,30 horas, la dedicación de una plaza al fundador de esta institución, san Pedro Poveda Castroverde.

El Ayuntamiento de Valencia el 21 de diciembre de 2012, acordó rotular una plaza en Patraix a Pedro Poveda Castroverde, a quien la Unesco ya en 1974 había reconocido, en el centenario de su nacimiento, como “Pedagogo y humanista español que ha influído profundamente en el desarrollo de la sociedad humana y de la cultura mundial",y a quien el papa Juan Pablo II canonizó en Madrid el 4 de mayo de 2003.

"Es muy significativo --indica la Institución Teresiana-- que, en el reconocimiento expresado por el Ayuntamiento valenciano su nombre vaya acompañado de las dos grandes pasiones que sostuvieron su vida: sacerdote de Cristo y testigo audaz de la fuerza transformadora de la educación para humanizar y dignificar la vida de cada persona, para desarrollar y transformar la vida de cada sociedad y de la humanidad".

"Con estos rasgos --añade la citada asociación-- su nombre permanecerá en la memoria de la ciudad junto a los de valencianos insignes como el Notario Rafael Gómez Ferrer y el Alcalde de la Coronación Juan Artal Ortells que titulan plazas contiguas".

La Institución Teresiana, asociación de seglares, presente hoy en treinta países de cuatro continentes inició su presencia educativa en Valencia en 1930, cuando san Pedro Poveda establece en esta ciudad una de sus Academias --la Academia Internado Santa Teresa--. Las Academias povedanas eran centros en los que, al tiempo que se formaba a mujeres, sujetos emergentes en la sociedad, se experimentaba y mostraba el carácter renovador de su propuesta educativa.

En 1940 esta Academia Internado se establece en la Calle Baja y a partir de 1968trasladó la actividad escolar y educativa al Colegio El Armelar que actualmente responde a las necesidades de escolarización de una de las más importantes zonas de expansión de Valencia, desde su identidad de escuela cristiana con el estilo y pedagogía propios.

Desde su llegada a Valencia hasta la actualidad, muchos de los miembros, mujeres y varones, de la Institución Teresiana desarrollan su misión educativa en centros y puestos oficiales: universidades, institutos de Enseñanza Media, colegios públicos y escuelas rurales. Durante muchos años casi el 50% de los miembros de la Institución Teresiana ocuparon puestos de enseñanza pública así como distintas actividades en el variado panorama de las distintas profesiones públicas y privadas.

En junio de 1997, se establece la organización no gubernamental de desarrollo InteRed en la Comunidad Valenciana, promovida por la Institución Teresiana, con una delegación con sede propia. En la actualidad InteRed cuenta en Valencia con numerosos socios.

La Institución Teresiana en Valencia, el Colegio El Armelar, la Fundación Intered, antiguos y antiguas alumnas convocan a celebrar la inauguración con los actos que se desarrollarán a lo largo de la mañana.

Pwww.institucionteresiana.org; www.intered.org; www.colegioelarmelar.org

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


España: la Federación Europea 'One of Us' presenta su plan de acción
Los copresidentes de esta organización provida, Jaime Mayor Oreja y Carlo Casini, anuncian un gran encuentro en París

Por Redacción

MADRID, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El exministro Jaime Mayor Oreja y el ex eurodiputado Carlo Casini han participado este viernes en la presentación en Madrid de la Federación Europea 'One of Us', que aboga por la restricción del aborto en la UE.

En rueda de prensa, los dos copresidentes de 'One of Us' han dado a conocer el plan de acción de la federación para el 2015, con el que pretenden "defender la vida humana y su dignidad en Europa". 

Mayor Oreja ha argumentado que hay una necesidad de hacer una Europa "real" y "ejemplar", que se fundamente no sólo en el euro, sino también en realidades sociales, como es el "derecho a vivir".

'One of Us' tiene como principales objetivos conseguir el compromiso de la UE para que "no se consienta ni financien acciones que presupongan o favorezcan la destrucción de embriones humanos", así como establecer los instrumentos "adecuados" de control sobre la utilización de los fondos concedidos con la finalidad de "garantizar" que éstos no se empleen para "atentar contra la vida humana".

Según datos de la Comisión, entre 2007 y 2013, la UE destinó más de 156 millones de euros a financiar investigaciones con células madre embrionarias y, entre 2008 y 2012, dedicó 104 millones de euros a financiar servicios de "planificación familiar y salud reproductiva" fuera de la UE.

Por este motivo, los representantes de 'One of Us' han instado a las instituciones de la UE a realizar los cambios necesarios en la legislación europea, para que no se financien investigaciones ni programas que supongan la "destrucción" de embriones humanos y que con la ayuda comunitaria al desarrollo "no se financie la práctica o la promoción del aborto".

Actualmente, la federación está integrada por 29 entidades de 16 países, pero, según ha apuntado el exministro, están convencidos de que en los próximos meses se ampliará tanto el número de organizaciones como el número de países que se adhieran.

En esta línea, Mayor Oreja ha asegurado que "estamos dando un paso más" en la estructura y organización europea" en defensa del derecho a la vida, que "es fundamental".

La prioridad para la federación es hacer llegar su mensaje a los ciudadanos, ya que "todavía falta concienciación respecto a lo que significa la vida", ha explicado. Por este motivo, "este año vamos a trabajar para divulgar la situación del derecho a la vida en Europa".

Un momento clave para ello será el gran encuentro que se organizará en París a finales de 2015, "para hacer una fotografía de la situación del derecho a la vida en Europa y en cada uno de los países europeos". De cara a este acto, "estableceremos actos intermedios".

Por su parte, el ex eurodiputado y copresidente de 'One of Us' Carlo Casini ha apuntado que "de la misma forma que hemos recogido millones de firmas, ahora vamos a hacer recoger las de juristas, científicos y políticos que, defendiendo estas mismas tesis, puedan darle además más fundamento en el orden científico, jurídico y moral. Esto tendrá lugar hasta junio de 2015".

Otra de las propuestas será la creación de un premio que se entregará a personas o instituciones que se caractericen por la defensa de la vida.

Por último, la federación participará en las distintas 'Marchas por la Vida' que a lo largo del año se celebren en los diferentes países. Todo ello, para "seguir ese gran debate cultural".

El ex eurodiputado italiano se ha mostrado convencido de que "este debate se va a ganar. Tardará tiempo, pero vamos a ganar, porque tenemos la razón". Y ha concluido que "no sabemos lo que va a pasar" en los próximos años, pero en los cimientos "tiene que haber convicciones como la defensa de la vida".

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


México: los obispos invitan a rezar ininterrumpidamente por la paz
Denuncian 'la inequidad, la injusticia, la corrupción, la impunidad, las complicidades y la indiferencia' que han sumido al paí­s 'en la violencia, el temor y la desesperación'

Por Iván de Vargas

MADRID, 29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha invitado a todos los fieles a orar ininterrumpidamente y trabajar para "construir una nación en la que se valore la vida, dignidad y derechos de cada persona".

En un comunicado titulado "¡Oremos y trabajemos por la paz!", los obispos reconocen que México "está en crisis", porque "la inequidad, la injusticia, la corrupción, la impunidad, las complicidades y la indiferencia nos han sumido en la violencia, el temor y la desesperación".

Ante esta situación, los prelados aseguran que "muchísimos mexicanos nos hemos manifestado de distintas maneras para demandar justicia y paz" y recuerdan que la auténtica paz "se funda en la verdad, la justicia, el amor y la libertad".

Para hacer posible la paz verdadera, la CEM sugiere que "el 12 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, unidos al Papa Francisco, pidamos la intercesión de la Madre de Dios por la conversión de todos los mexicanos, particularmente la de quienes provocan sufrimiento y muerte".

Además, "que del 30 de noviembre, Primer Domingo de Adviento, al 12 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, nos unamos en un “docenario” (doce días) de oración por la paz".

Y también "que ese mismo día, 12 de diciembre, conscientes de que la Guadalupana camina con nosotros diciéndonos como a san Juan Diego: “No se turbe tu corazón… ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?”, nos consagremos a Ella, a nivel personal, familiar o comunitario, ofreciéndole orar a su Hijo Jesús por la paz de manera permanente".

Por último, los obispos proponen: "¡Sumémonos a los esfuerzos para atender a las víctimas de la violencia! ¡Participemos en los procesos de justicia, reconciliación y búsqueda de paz! ¡Privilegiemos el diálogo constructivo! ¡Trabajemos juntos en favor de un auténtico Estado de Derecho! ¡Formémonos en valores! ¡Ayudemos a los más vulnerables! ¡Reconstruyamos el tejido social!".

Desde hace poco más de dos meses, medio mundo está pendiente de México. La desaparición de los 43 estudiantes de Iguala después de una manifestación no sólo ha atraído el foco mediático, sino que ha dado lugar a una búsqueda en la que, a falta de indicios sobre el paradero de los alumnos, han salido a la luz numerosas fosas clandestinas con decenas de cadáveres.

Así, esta lamentable situación ha sacado a la luz la extremada violencia que los grupos organizados ejercen en todo el territorio mexicano y también los vínculos entre los cárteles y las autoridades públicas.

El caso de Iguala, con su venenosa combinación de impunidad y corrupción, ha puesto en alerta a todas las instancias. La Iglesia, los empresarios, los líderes de opinión y los intelectuales han alzado la voz por la creciente oscuridad que se cierne sobre el panorama mexicano.

Las mayores y más profundas turbulencias proceden de la calle, donde las protestas no dejan de sucederse. Carreteras cortadas, sedes de partidos vandalizadas, edificios oficiales quemados y hasta aeropuertos tomados por la fuerza han dibujado en las últimas semanas un preocupante cuadro de tensión, donde grupos radicales que habían permanecido adormecidos están cobrando fuerza, sobre todo, en los estados de Guerrero, Oaxaca y Michoacán.

Pero la ola de violencia y desorden social no se detiene en el empobrecido sur. Ni tampoco en los límites de la tragedia de los normalistas desaparecidos. Según los expertos, no se trata sólo del malestar de unos estudiantes y profesores más o menos radicalizados, ni siquiera de la cólera de unos padres defraudados por la investigación policial.

Es una crisis en la que inciden muchos factores. Ciertamente, la revelación de los detalles del asesinato ha causado un shock nacional. Pero también México se ha reencontrado inesperadamente con su pasado.

Todo esto ha provocado una indignación difusa que recoge una acumulación de agravios, desde el hartazgo frente a la corrupción hasta el desencanto de muchos votantes que deseaban que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) supiera controlar la hemorragia de la violencia.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba