Obispo de Maiduguri a quienes huyen de Boko Haram

Mons. Doeme: «Pueden insultarnos, hacernos daño e incluso matarnos pero no nos pueden privar de la fe»

 

La situación de los desplazados acogidos en Maiduguri, capital del estado de Borno, en el norte de Nigeria, es dramática; todos provienen de las zonas que han caído bajo el control de Boko Haram, pero se teme que entre los refugiados se hayan escondido terroristas para atacar en el centro de la ciudad. Así lo asegura a la Agencia Fides el P. Gedeón Obasogie, Director de Comunicaciones de la Diócesis de Maiduguri, cuyo territorio incluye los estados de Borno, Yobe y algunas zonas del Adamawa.

18/12/14 8:55 AM


(Fides/InfoCatólica) «La situación de los desplazados no ha mejorado, ya que las áreas del estado de Adamawa todavía están bajo el control de Boko Haram» refiere el p. Obasogie. Los nuevos ataques han incrementado el número de refugiados en Maiduguri y los campamentos están saturados. «El flujo de refugiados aumenta el riesgo de que los miembros de Boko Haram se hagan pasar por desplazados para entrar en Maiduguri», añade.

El obispo de Maiduguri, Mons. Oliver Dashe Doeme, está haciendo lo que puede para proporcionar asistencia a 5.000 personas desplazadas que han sido acogidas en tres parroquias de la ciudad: la Catedral de San Patricio, la iglesia de San Hilario y la de San Agustín.

Al encontrarse con los desplazados el 2 de diciembre, Mons. Doeme les animó diciendo que «cuantos nos persiguen, pueden insultarnos, hacernos daño, destruir nuestra propiedad y privarnos del trabajo, incluso matarnos, pero no nos pueden privar de la fe». El obispo pidió la protección de la Virgen y escuchó las historias de los refugiados, muchos de los cuales han escapado por poco de la muerte, escondiéndose en las montañas durante días sin comida ni agua potable. Muchos de ellos tienen familiares desaparecidos, tal vez muertos durante los ataques. Se han distribuido sacos de arroz y frijoles, aceite, sal, mantas y mosquiteras entre los desplazados.