«No compartimos que en Europa se juegue a ridiculizar la religión islámica»

El director de una revista católica en Pakistán apoya las palabras del Papa contra los ataques a la religión

 

La libertad de prensa «no puede ser usada para ofender, ridiculizar o hacer un insulto a la religión, especialmente a la religión islámica, que es muy sensible a la cuestión de la blasfemia. Son una fuente de consuelo y compartimos plenamente las palabras del papa Francisco sobre la necesidad de limitar la libertad de ofensa». Así se ha manifestado el P. Inayat Bernard, párroco y teólogo, director de la revista «The Christian view», que se edita en Lahore, mientras que en Pakistán es cada vez más fuerte la protesta callejera contra los actuales responsables de «Charlie Hebdo».

17/01/15 10:16 AM


(Fides) Las manifestaciones públicas ante el consulado francés en Karachi han terminado en enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, con un balance de al menos tres heridos. Los manifestantes pertenecían a la parte juvenil del movimiento «Jamaat-e-Islami», que se ha movilizado en contra de la representación del profeta Mahoma en el semanario satírico francés.

Somos los primeros en sufrir las consecuencias

«Las palabras o imágenes tienen un peso, son como un arma», explica el p. Bernard. «Pueden herir todo lo que un hombre considera más sagrado. De ahí la reacción del mundo islámico. No compartimos que en Europa se juegue a ridiculizar la religión islámica, ya que, como cristianos en Pakistán, pequeña minoría, somos los primeros en sufrir las consecuencias o las reacciones fanáticas».

«Por eso hemos acogido con gran favor la intervención del Santo Padre, en el avión de Colombo a Manila, en la que ha invitado a todos a respetar las religiones, a tener un sentido del límite, a no provocar».

«Por otro lado - concluye el director - creemos firmemente que toda reacción debe ser pacífica, condenamos todas las formas de violencia y expresamos profunda cercanía y solidaridad con las víctimas del terrorismo en Francia y en todo el mundo, reiterando el respeto absoluto de toda la vida humana»