De Cesar Vidal he aprendido que cuando en la Iglesia le hacemos al tonto lo hacemos en grande

Cesar Vidal

Me perdonan la franqueza pero no me cabe la menor duda. Así lo muestra el comentario que le ha hecho Cesar Vidal a un lector en su propio blog: 

Amigo Alfredo, sus argumentos son tan absolutamente endebles - hay que ser un católico-romano muy cerril para verlos como sólidos - que vuelve usted a lo mismo como si esto fuera una noria. Me da cierto cargo de conciencia discutir de Patrística con usted porque es como golpear a un niño, pero puesto que usted lo quiere… sea. No tiene usted ni idea de lo que habla y se limita a recoger aquí y allá lo que sólo pueden considerar como argumento los ya convencidos por sus prejuicios. Por mi parte, le adelanto que mi Diccionario de patrística en su versión italiana fue publicado por la Editrice Vaticana lo que indica que algo del tema sé hasta el punto de que pueda ser aceptado por gente que está en mis antípodas teológicas. En ese mismo Diccionario señalaba como Ignacio no creía en un primado romano a pesar de su estima por la iglesia de Roma y era pieza fundamental en la evolución hacia el episcopado monárquico.”

En esta ocasión no voy a entrar a discutir si realmente San Ignacio de Antioquía creía en el primado romano, porque es una mera afirmación gratuita de Vidal, y además ese tema lo traté  en otro artículo. Lo que no puedo entender cómo hemos pasado de tener un Index librorum prohibitorum (índice de libros prohibidos) a publicar en la propia Librería Editorial Vaticana obras a protestantes como las de Cesar Vidal, autor de libros como “El mito de María” para Chick Publications.

Sí, ya sé que hubo un tiempo en que Cesar Vidal aparentó ser “buena onda” con la Iglesia Católica. Muchos habrán pensado que era buena idea colocar sus libros en nuestras librerías católicas, y por qué no, en la página web de la Congregación para el clero (ver Cesar Vidal, Diccionario de Patrística - Clerus.org). Ahora resulta que Cesar Vidal se aprovecha de ello para dar a entender que nuestros propios pastores están de acuerdo con sus ideas, una de ella, que los primeros cristianos no creían en el primado romano y que el episcopado no es una institución divina, como enseña la fe católica, sino una evolución transformista del dogma católico de hechura meramente humana.

¡ Aplausos! ¿Y qué veremos luego? ¿Será que le publicamos a Grau su Catolicismo Romano y a Hislop Las Dos Babilonias? ¿Qué mejor forma para demostrar que somos de mente abierta no?